El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, cuestionó este jueves la marcha que hará la CGT el martes próximo, al calificarla de "totalmente extemporánea" y de "un error", y atribuyó esta protesta a una "crisis de conducción" en las centrales obreras.

"¡Ratificar esta marcha en este momento? ¿A tres días de las elecciones?", cuestionó en diálogo con Radio Mitre.

Es "una marcha totalmente extemporánea", manifestó el funcionario, quien contrapuso las medidas que ha tomado el Gobierno, entre ellas contar con "un INDEC recuperado".

"Me parece que la marcha tiene mucho que ver con la crisis de conducción que están viviendo las centrales obreras", expresó.

En medio de una pelea interna, entre grupos más moderados (los "Gordos" y los "independientes") y otros más radicalizados (moyanistas, transportistas y bancarios), la CGT ratificó la marcha a Plaza de Mayo, para cuestionar la política económica del Gobierno y su impacto en el mundo del trabajo.

Lo hizo luego de una reunión del Consejo Directivo que se realizó en la sede de Azopardo 802.

La protesta del martes próximo se llevará a cabo a partir de las 15 en Plaza de Mayo, para que termine antes de las 17.

"Vamos a volver a poner la agenda no solamente frente al Poder Ejecutivo, sino frente al empresariado, que ha tenido una actitud muy mezquina, y al que tiene que terminar de domar el Ejecutivo, y también frente a la representación política y parlamentaria", completó Schmid.

Otro de los secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña, señaló que "por más espaldarazo" electoral que tenga el Gobierno, "si no hay respuesta para los trabajadores, desocupados, la industria nacional y las Pymes, todo eso cae en saco roto, porque seguimos teniendo los mismos problemas".

"Sería bueno que el Gobierno tome como agenda, de la misma forma que la campaña, los problemas que tiene la gente", opinó y agregó que "sin esos problemas, no va a haber más convocatorias como las que estamos haciendo".

También, la central sindical que conducen Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid confirmó el llamado a un congreso confederal para ponerle fecha a un eventual paro. Un modo de calmar la presión de los sectores más duros.