La marca Jeep tuvo un antes y un después del Renegade en gran parte del mundo, y especialmente en la Argentina.

Con una trayectoria indiscutible en vehículos todoterreno y 4x4, su imagen siempre estuvo ligada a vehículos de gran eficiencia, pero también muy caros, por lo menos en el mercado local.

En 2014, la situación se agravó aún más con el impuesto interno, que afectó a toda su gama.

Sin embargo, la marca guardaba en ese momento la mejor carta de toda su historia, y rápidamente pudo revertir la situación.

El hito lo alcanzó con el lanzamiento del Renegade, el primer SUV chico en la historia de la automotriz, que se convirtió, al mismo tiempo, en la opción más barata de la compañía pero con la misma esencia (claramente visible en su imagen), que cualquier Jeep.

Este modelo permitió que Jeep se posicione en otros segmentos de clientes, acercando a la marca a un comprador más masivo.

Hoy las diferentes versiones están en el mismo rango de precios que modelos de marcas populares, y no es un dato menor tratándose de una fábrica que pertenece al mundo de las más sofisticadas.

Pero la americana (ahora controlada por una italiana como Fiat) no se quedó ahí.

La segunda gran apuesta llegó con el nuevo Compass.

El SUV del segmento C se fabrica desde hace unos meses en Brasil, en la plata que posee el grupo en Pernambuco, una de las más sofisticadas de la región.

Esta decisión estratégica de producir el modelo en esta región fue clave para que los vehículos se salven del impuesto extrazona que aplica a los modelos fabricados fuera del Mercosur. Y por eso se achique un tanto el valor.

El Compass ya se vende en el país vecino, se mostró en el Salón del Automóvil de Buenos Aires, y finalmente tiene fecha de llegada a la Argentina.

Sin embargo, antes del desembarco, el 5 de septiembre, la marca anticipó la preventa de una edición especial llamada Opening Edition.

Se trata de 120 unidades que se configuran sobre la versión Longitude Plus y que está disponible en el mercado a 47.000 dólares.

El nuevo modelo está equipado con un motor Tigershark 2.4 16v, con 174 cv. La caja es automática de nueve velocidades, con tracción integral de acople automático.

En seguridad, cuenta con 7 airbags (delanteros, de rodillas, laterales y de cortina), cámara retroceso, control de arranque en pendiente, control de estabilidad (ESC) y de tracción (TCS), fijación de asientos para niños (ISOFIX), freno de estacionamiento eléctrico y sensor crepuscular.

Su diseño, actualizado por donde se lo mire, mantiene el frontal típico de Jeep, con sus 7 herraduras que lo diferencian a simple vista y traen a colación toda su historia en la categoría, aunque sus líneas fueron afinadas y tomaron mayor dinamismo. Mide de largo 4.3 metros, de ancho con espejos 2 metros y de alto 1.6 metros. La distancia entre ejes es de 2.6 metros.

Para destacar de su exterior, tiene faros antiniebla (no cuenta con LED ni xenón) y sobresalen las barras portaequipajes, Las llantas son de 18 pulgadas, que lo hacen más robusto.

El equipamiento se completa con repetidor de luz de giro LED en espejos laterales y techo solar panorámico de comando eléctrico con black-out, asientos y volante de cuero con levas al volante y ajustable en altura y profundidad.

Cuenta con pantalla touch central multimedia de 7 pulgadas, sistema multimedia Apple CarPlay / Android Auto, sistema de control de presión de neumáticos, cierre centralizado sensible a la velocidad, comando de audio al volante, control de velocidad crucero, encendido por botón (Sistema Keyless enter-n-go)

"El Compass está llamado a extender el alcance mundial de la marca Jeep bajo el sustento de una combinación de atributos que incluyen una capacidad todoterreno única, un motor moderno, eficiente consumo de combustible y un diseño con el auténtico ADN de la marca", resaltan en FCA, grupo al cual pertenece la marca.

El segmento C, necesitado de cambiosLa llegada de un Compass totalmente renovado y más competitivo trajo aire fresco a la categoría de los SUV medianos.

Si bien es uno de los segmentos de vehículos que más ha crecido en los últimos años, con ventas que superan el incremento del mercado total (36% vs 30% en siete meses), donde más jugadores llegaron es al segmento de los chicos.

El "boom" de ventas de los compactos ha sido tal que dio lugar a la aparición de nuevos competidores que crearon un sub-segmento, que integran los exitosos Jeep Renegade, como se mencionó, además del Honda HR-V, Hyundai Creta y Nissan Kicks.

Ni tan chicos como el Ford Ecosport o Renault Duster (aunque se diferencian por pocos centímetros), ni tan grandes como un Hyundai Tucson, Honda CR-V o un Toyota RAV4, que son los medianos. Esa fue la estrategia.

Por otro lado, fue esta categoría donde hoy llega el Compass la que quedó más relegada en el tiempo y con pocas novedades, liderada por años por dos exponentes líderes que eran los japoneses (Honda y Toyota).

Recién en 2016, con la renovación de Hyundai y todos sus nuevos SUV empezó el cambio, que este año sumó además el nuevo Ford Kuga.

Finalmente los más tradicionales, como CR-V y RAV4, han quedado desactualizados en términos de diseño y equipamiento.

Quien más supo aprovechar este espacio fueron las coreanas, además de la mencionada Hyundai también lo hizo Kia. Y ahora Jeep sumará un gran condimento con su nuevo modelo.

En cuanto a precios, la edición especial Opening Edition tiene un valor de u$s47.000 ($825.000), pero cuando se complete la gama, que incluye otras tres versiones, los valores arrancarían en u$s38.000 ($665.000).

El resto de los competidores tienen precios muy similares.

Uno de los más actualizados fue el Ford Kuga, equipado con un motor Ecoboost 2,0. Se destaca por el alto nivel tecnológico y de confort, con una seguridad muy completa como es control de desvío de carril y alerta por cansancio.

El precio de este modelo arranca en $870.000 en su versión 4×4, y se extiende a $1.079.000 en su versión con tracción integral y caja automática de 6 marchas.

Otro rival, Toyota RAV4, cuenta con un motor 2.5 de 180 CV. En la versión TX 4×4 automática, el precio arranca desde $858.500.

En el caso de Hyundai, el Tucson es hoy el modelo que más se vende en el país. Se ofrece en varias versiones, pero una de las alternativas 4×4, es la equipada con un motor 2.0 nafta de 155 CV, 4WD automática, que arranca en $943.840.

Otro coreano, el Kia Sportage, también se renovó hace pocos meses. Ofrece una opción con motor 2.0 nafta de 166 CV, en la versión N 4×4 automática, a un precio desde $901.000.

Otro clásico como Honda, con su CRV, retomó su participación en el segmento de doble tracción (hasta hace pocos meses solo ofrecía la 4×2. Cuenta con un motor 2.4 nafta de 185 CV. La versión ECL 4×4 automática arranca en $970.000.

De esta manera, el Compass podrá luchar mano a mano con todos los competidores y lo hará con un precio hasta más barato según el equipamiento.

Un dato muy importante es que, en general, en esta categoría de SUV los compradores prefieren las versiones 4x4, y Jeep se puede jactar de no tener ningún rival a su altura cuando se trata de buscar un todoterreno.