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CGT contesta a la agenda de reformas del Gobierno con un plan de lucha que incluye un paro nacional

La CGT contesta a la agenda del Gobierno con un plan de lucha que incluye paro nacional
22/08/2017 - 19:33hs
CGT contesta a la agenda de reformas del Gobierno con un plan de lucha que incluye un paro nacional

Una demostración de fuerza en tiempos de reformas. La CGT junto a las dos CTA y los movimientos sociales se movilizó a la Plaza de Mayo a nueve días de las PASO y no sólo exigió un cambio en el rumbo de la política económica. También advirtió que está dispuesta a dar pelea si se avanza sobre alguno de los derechos que considera consagrados.

De cara a la agenda de modificaciones que se planteó el Gobierno tras las elecciones, sobre todo en el ámbito laboral y previsional, la central obrera convocó para el 25 de septiembre al comité confederal para definir un plan de lucha que incluya un paro general. Así lo anunció el triunviro Juan Carlos Schmid, uno de los dirigentes más combativos de la CGT y vinculado a Hugo Moyano.

Tiempista, la Confederación General del Trabajo definirá si llama a una huelga nacional a menos de un mes de las elecciones generales a legisladores nacionales, que serán el 22 de octubre próximo.  

El actoEn medio de rumores de ruptura de la central obrera, una multitud desbordó el centro porteño y paralizó los alrededores de la plaza de la República y el Obelisco.

El triunviro Schmid fue el único orador del acto, que comenzó quince minutos antes de lo esperado.

"No venimos a levantar la bandera de ninguna candidatura. Venimos con una demanda central para el movimiento sindical: trabajo digno y salario justo", afirmó. 

"Nos acusan de ser un freno para las inversiones, de que representamos el atraso para este pais", cuestionó luego y dejó abierto un foco de conflicto con el Gobierno que prepara una agenda de reformas entre las que se incluye una previsional y otra laboral.

Tras asegurar que "se ha multiplicado la pobreza" y que "uno de cada tres argentinos no llega a fin de mes", Schimd remarcó: "El trabajo, la tierra, la vivienda y la salud son centrales para la democracia sino siempre van a haber conflictos en este país".

También pidió "una solución integral a nuestros problemas y no únicamente promesas de campaña".

Luego citó la agenda social de la CGT, en la que incluyó: "un aumento de emergencia para nuestros jubilados", que "se terminen las intervenciones en los sindicatos", el "rechazo a cualquier reforma laboral o previsional", la "plena vigencia de los convenios colectivos de trabajo", la "defensa del las obras sociales", un "control de precios sobre medicamentos y alimentos" y declarar "la emergencia social alimentaria para los sectores sociales más desprotegidos".

Para finalizar, el único triunviro que alzó la voz durante la jornada anunció que el 25 de septiembre la CGT se reunirá para debatir "un plan de lucha que incluya un paro general, la reunión con legisladores y todas las medidas que sean necesarias para defender el interés nacional y el de todos los trabajadores".

Detrás de Schmid se dejaban ver sobre el escenario diferentes referentes sindicales. Entre ellos se destacaban el triunviro Carlos Acuña, Pablo Moyano (Camioneros), Omar Plaini (Canillitas), Facundo Moyano (Peajes) y Sergio Romero (UDA). 

Quien no estuvo en el centro de la escena de esta jornada fue el dirigente del triunvirato con mayor diálogo con la Casa Rosada, Héctor Daer, vinculado al sector de los Gordos, quienes no apoyaban esta movilización.

Consultados sobre una fractura "de hecho" de la central obrera, fuentes sindicales informaron a iProfesional que "este evento fue votado, y por ende respaldado, por todos los sectores".

No obstante, la ausencia de Daer no deja de provocar más de una suspicacia en torno a la unidad del movimiento obrero. Sobre todo, si se tiene en cuenta el horizonte que se vislumbró en la medida de protesta de este martes.

Maldonado y "timba financiera"Schimd fue muy duro con la política económica de Mauricio Macri. "Vendrán inversiones pero para la 'timba financiera', la ganancia fácil. Traen los capitales, los dejan unos meses, la juntan con pala y la sacan del país", fustigó el dirigente sindical, para advertir luego que "ya se sabe cómo termina ese proceso".

Entre otras críticas para la Casa Rosada, el triunviro cuestionó "cualquier escalada militar en América Latina", en lo que pareció un tiro por elevación a la visita del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, a la Argentina quien no escondió sus deseos de intervenir en Venezuela. 

También se criticó el accionar del Estado, y fundamentalmente de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, en la desaparición de Santiago Maldonado. Así, la CGT sumó su voz "a todas las voces que piden por la aparición con vida" del joven.

TufillosPrevio al acto, confiado por el respaldo que obtuvo el pasado 13 de agosto en las urnas, el Gobierno salió al cruce de la jornada de protesta. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, no dudó en considerar este martes de “innecesaria”, “inoportuna” y con un “tufillo político” a la marcha.

Entonces, la respuesta no demoró en llegar. Provino de una de las alas más combativas de la central obrera.

El secretario gremial de la CGT y número dos de Camioneros, Pablo Moyano, cruzó al funcionario poco tiempo antes del acto y tildó como una "provocación" sus declaraciones. Advirtió, también, que la entidad sindical le va a contestar esta tarde con "una Plaza de Mayo repleta".

"Un poco de soberbia hay (en el Gobierno), al no atender a la CGT, deslegitimar la marcha; es una campaña contra los reclamos legítimos", cuestionó Moyano en diálogo con radio Belgrano.

"Suma más a la provocación que a tratar de llamar luego de la marcha a una mesa de diálogo", añadió el hijo de Hugo Moyano.

IncidentesUn grupo de manifestantes que esperaban esta tarde en la Plaza de Mayo para participar del acto comenzó a tirar palos y botellas cerca del escenario provocando una serie de incidentes, a poco de comenzar el evento que estaba previsto para las 15.

Desde los altoparlantes se pudo escuchar que le pedían a los manifestantes que dejaran de arrojar objetos ya que no era el objetivo del acto.

Los sectores en pugna pertenecerían todos al gremio de Camioneros, gremio que, paradójicamente, fue el encargado de la seguridad del encuentro.

Los sucesos no pasaron a mayores y la CGT logró evitar una imagen bochornosa como la del 7 de marzo pasado cuando la conducción debió abandonar el escenario de aquel acto en medio de chiflidos y botellazos por no haber fijado una fecha de paro.