iProfesional

Mientras avanzan los esquemas de pago para los nuevos medios digitales, se imponen otras fuentes de ingresos para solventarlos, más alla de la publicidad
03/09/2017 - 05:08hs

Uno de los primeros sectores -si no el primero- en recibir el impacto del advenimiento de Internet fue el de los medios de comunicación.

Hace unos 20 años, cuando la red comenzó a masificarse en la Argentina, las publicaciones gráficas comenzaron a subir a la web todo o casi todo lo que llevaban al papel.

Ese comportamiento afectó el negocio: muchos dejaron de comprar el diario para consumir las noticias de manera gratuita vía online.

La ecuación económica empezó a romperse: cerraron cada vez más diarios y, dos décadas más tarde, los medios digitales comienzan a ser percibidos de manera distinta, como una alternativa real de información.

Hay esperanza para el periodismo escrito. Y parece venir de parte de los nuevos proyectos. Mientras las empresas tradicionales se aggiornan e incluyen elementos multimedia en sus portales y avanzan en simultáneo con el pago de contenidos, los nuevos jugadores no sólo crecen en cantidad, sino también en audiencias, y hasta en el diseño de nuevas líneas de negocios.

Así lo determinó un estudio de Sembra Media, una organización sin fines de lucro que apoya a periodistas, en colaboración con Omidyar Network, una firma filantrópica de inversión creada por el fundador de eBay, Pierre Omidyar, que señaló que el 66% de los nuevos medios de América latina reportó al menos tres fuentes de ingresos para sostener su actividad.

Justamente, la generación de ingresos no sólo resulta clave para mantener la independencia editorial y la sustentabilidad sino, básicamente, para preservar las fuentes de trabajo.

Pero no siempre quienes llevan adelante estos proyectos tienen los suficientes conocimientos como para desarrollar el negocio, y ahí reside uno de los principales problemas.

"El ecosistema de medios digitales y de emprendedores está creciendo mucho en la región y eso está generando impacto en el crecimiento de las audiencias, y esto es tenido en cuenta cada vez más tanto por gobiernos como por anunciantes", dijo a iProfesional, Felipe Stefan, a cargo del área de Governance & Citizen Engagement de Omidyar.

Una característica de estos nuevos jugadores es que más de un 70% inició sus operaciones con menos de u$s 10.000, y más de un 10% ya está generando al menos u$s500.000 al año en ingresos, determinó un estudio. 

Se trata, en general, de estructuras pequeñas, que no superan las 25 personas, incluyendo a quienes se dedican a la parte comercial. 

En la Argentina ese porcentaje es aún mayor. Sobre 25 empresas analizadas, el 88% de los nuevos medios digitales comenzó con un aporte por debajo de ese monto.

Stefan expresó que éstos necesitan de asesoramiento para generar recursos y tener sustentabilidad. Especialmente porque "el 20% reporta que no tiene ingresos de ningún tipo, ni de publicidad ni de ninguna otra cosa, excepto donativos". En su visión, esto no es suficiente.

¿Por qué hay interés en que los nuevos medios digitales encuentren su desarrollo económico? Por la influencia que están generando y provocando en sus comunidades.

Sucede que el 66% de lo producido en esos espacios fue republicado por la prensa nternacional, el 72% tuvo eco en el plano local y el 55% ganó premios periodísticos o humanitarios por su trabajo.

Es decir, se están convirtiendo en medios relevantes, a tal punto que más de un 45% de esas organizaciones sufrió amenazas y hechos de violencia debido a sus informes y un 50% soportó ciberataques.

En base al impacto que generan en sus áreas de influencia es que resulta clave poner el acento en las formas de financiamiento que, en la visión de Stefan, dependen del contexto de cada país.

"Una de las cosas que se advierten es que su negocio rinde cuando se convierten en sistema de comunidades y los miembros se comprometen en su financiamiento", destacó.

A esto se suma la producción de contenidos para empresas "porque los periodistas los pueden hacer muy rápidamente", hecho que se convierte en una muy buena fuente de ingresos.

Para el integrante de Omidyar, los nuevos medios digitales deben aprovecharse de las herramientas que están brindando Google y Facebook con el objetivo de ampliar audiencias y, así, generar nuevas fuentes de financiamiento.

Los entrenamientos, charlas y eventos profesionales donde se cobra una entrada también resultan ser excelentes recursos para obtener dinero fresco de manera constante y, así, saludable el negocio.

"Hay un alto nivel de creatividad a la hora de generar ingresos a partir de capitales muy pequeños. Para nosotros la independencia financiera es esencial", añadió.

Contenidos pagos

Frente a tantos años donde todo lo que tenía que ver con los medios gráficos se obtuvo de manera gratuita, y frente a una tendencia que arranca con los jugadores más influyentes del mundo, como el Washington Post o el New York Times, y que en la Argentina ya se experimenta con Clarín, también a través una suscripción, la pregunta sobre si es viable cobrar por contenidos es inevitable.

Y la respuesta no deja lugar a dudas: "La gente está pagando por contenidos. No hay una historia muy larga de que se debe pagar por el contenido periodístico, aunque sí la hubo para que llegue el diario a la casa. Vemos que la gente quiere recibir los contenidos de las voces más independientes o, inclusive, de voces de nicho que también generan interés", indicó Stefan.

¿Quiénes pagan? ¿Los adultos o los más jóvenes? La respuesta vuelve a sorprender, aunque tiene lógica. Es más común que los jóvenes decidan invertir en contenidos porque ya están acostumbrados a pagar por otros consumos digitales.

Es habitual, señalaron desde Omidyar, que este público se maneje mucho con los pagos móviles. Un ejemplo ilustra su afirmación: un grupo de jóvenes que se junta a cenar y, a la hora de pagar, lo hace uno de ellos mientras el resto le transfiere vía móvil su parte.

Son los que crecieron con Spotify para escuchar música y, más cerca, con Netflix con los videos. Y que ya sabían que cualquier cosa que hacían con su celular debían abonarlo. No así los de la generación anterior, los Napster, donde había "canilla libre gratuita" casi para todo.

Sin embargo, no todo es tan líneal, ni tan auspicioso. "Pero estos medios no pueden ser pagos sólo por los jóvenes porque sí sino por aquellos que consideran que deben pagar por lo que les resulta interesante", aclaró.

El abono por contenido no es suficiente. Y debe estar acompañado por otros ingresos. Es un factor importante pero no el único. Y esta complementariedad de fuentes de financiación es lo que, se prevé, continuará creciendo.

Esto es así, básicamente, porque la generación de recursos es un desafío para cualquier tipo de medio, sea un tradicional o un "nativo digital".

"El problema de los modelos de negocios actuales es que, por lo general, la principal fuente de financiamiento es el Gobierno, situación que, por caso, se da en México. Y eso impide la investigación independiente. Estimamos, igualmente, que este proceso se va a transformar de a poco, en la medida en que se den procesos creativos sobre cómo financiarse. Estamos en proceso de transformación", se entusiasmó Stefan.

A tal punto llega su expectativa que recordó que, en la Argentina, el 32% de los casos estudiados llevan operando más de cuatro años con estos nuevos esquemas.

Y subrayó que el fracaso de los emprendimientos de nuevos medios digitales suele darse entre el año y años y medio. Y que cuando pasan los cuatro años es porque ya están madurando.

En el país, se analizaron 25 casos, entre los que se encontraron Chequeado.com, Argenieros, El Gato y la Caja, Caja Roja y Crónicas de Moda, entre otros. Todos ellos generaron ingresos por algo más de u$s2,7 millones en el último año, entre las diversas fuentes de financiamiento, de acuerdo al relevamiento de Sembra Media.

Para Stefan "hay un nuevo horizonte. Este mito de que hacer periodismo era un mal negocio se está acabando. Antes, para trabajar en periodismo había que trabajar en medios exitosos pero eso ya se acabó", resaltó Stefan.

Del mismo modo enfatizó que también se acabó la idea de que "sólo los hombres pueden estar al frente de un medio porque es cada vez más notorio el rol que están tomando las mujeres en este segmento", amplió.

Si uno mira cómo son comandadas las empresas tradicionales de comunicación en la Argentina será difícil encontrar mujeres.

No ocurre lo mismo entre los medios nativos digitales. Cada vez más líderes del sexo femenino llevan adelante estos nuevos proyectos.

El estudio arrojó que, de los 100 emprendimientos analizados en la Argentina, Brasil, Colombia y México, 62 están encabezados por mujeres.

"Hay un nuevo horizonte -insistió Stefan- y una posibilidad clara de que si se quieren crear nuevos medios se puede tener un impacto social de envergadura. Esto es esperanzador y hay que seguir apoyando estos caminos y comprometerse a ayudar en esta tarea", concluyó.

Temas relacionados