En el marco de la inauguración de una de las nuevas centrales eléctricas que Pampa Energía está poniendo en funcionamiento para integrarlas al sistema energético, Marcelo Mindlin aseguró que las empresas argentinas ya no sufren problemas a la hora de obtener financiamiento “con tasas que jamás imaginamos” y sostuvo que el Gobierno tiene el respaldo político para avanzar en el proceso de cambios económicos que ha encarado.

El empresario, dueño de una de las compañías de energía y petróleo más importantes del país, señaló también que es la primera vez en 16 años que se cumplen las normas y reglas del sector energético, “que estaban pero que no se respetaban”.

Si se tiene en cuenta que durante las gestiones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández fue catalogado como uno de los empresarios cercanos al pensamiento kirchnerista, las palabras de Mindlin suenan dulces en los oídos del actual Gobierno. 

Más cuando Pampa Energía se ha convertido en un jugador importante en el negocio de la electricidad, generando casi 3600 Mw, siendo co propietario de Transener y Transba y dueño de Edenor, distribuidora que atiende a más de 2,9 millones de clientes en Capital Federal y el Gran Buenos Aires (GBA).

En los últimos años, su grupo se ha diversificado hacia el sector de hidrocarburos, donde hoy participa en 16 áreas de producción y seis de exploración, además de ser uno de los accionistas de Transportadora de Gas del Sur (TGS),  y controlar una red de 300 estaciones de servicio heredadas tras la compra de los activos locales de la brasileña Petrobras. 

Quizá haya sido peso de su holding, que está presente en generación, transporte y distribución de energía y gas y en todos los ciclos del negocio petrolero, lo que llevó a que en el acto de puesta en marcha de la central eléctrica ubicada en el Parque Industrial de la localidad bonaerense de Pilar la presencia oficial fuera importante. 

Desde el presidente Mauricio Macri, pasando por la gobernadora María Eugenia Vidal, hasta los ministros de Energía, Juan José Aranguren, y de Producción, Francisco Cabrera, dieron el presente al predio de la planta que aportará 100 MW de capacidad instalada. La comitiva había participado antes del acto del Día de la Industria que la UIA había organizado muy cerca de la central de Mindlin, en el Parque Industrial de la localidad del intendente de Pilar, Nicolás Ducoté.

No fue casual que tanto el Jefe de Estado como la mandataria provincial se hayan referido también a la crítica e inestable situación heredada por la cual atravesó el sistema energético durante los años K. “Hay que cuidarla, porque todavía es cara, al igual que el gas que seguimos importando y que nos va a llevar otros cinco años para poder estabilizar el sistema”, dijo Macri durante su discurso.

El Presidente recordó que “para crecer es fundamental contar con más energía”, y señaló que el año pasado su gobierno logró reducir en un 45% los cortes y anticipó que para este año el porcentaje será aún menor.

“Este verano, los habitantes de Pilar no va tener cortes de luz”, agregó a su turno la gobernadora Vidal, para quien inversiones como las encarada por Mindlin “permiten atravesar tranquilos los momentos de mayor demanda y le dan a las empresas un mejor contexto para incrementar inversiones”.

Palabras y frases que permiten destacar el acercamiento entre el Gobierno y el dueño de Pampa Energía, que se viene presentando a todas las licitaciones para generar energías renovables y de ciclos combinados organizadas por el Ministerio de Energía.

De hecho, la planta de Pilar forma parte de la adjudicación de cuatro centrales energéticas que obtuvo el grupo en los procesos de subastas por un total de 400 MW. 

En los proyectos, Mindlin lleva invertidos u$s450 millones y durante el acto en Pilar anunció que se presentará a la próxima licitación convocada para septiembre.  

Hace dos semanas, inauguró una nueva turbina en la central Loma de la Lata, también propiedad de Pampa, con otros 100 MW de capacidad instalada y una inversión de u$s100 millones.

Además, está construyendo la tercera de las centrales en Bahía Blanca cuya puesta en marcha está programada para diciembre, mientras que el Parque Eólico que está construyendo, también en Bahía Blanca, entrará en operaciones en mayo del año próximo.

“Pampa aporta hoy el 12% de la generación total del país”, dijo Mindlin, además de prometer nuevas inversiones en el sector ”sin esperar que la inflación baje, que la economía crezca o que el sistema eléctrico de rentabilidad, tal como lo hemos venido haciendo”.

El escenario fue propicio también para que el empresario considere que los resultados de las PASO no se modificarán en las elecciones de octubre próximo y para minimizar los movimientos que tuvo el dólar durante la campaña al comprender que en el caso de las empresas no influyó a la hora de analizar el futuro político de la Argentina.

“Los inversores internacionales no están atentos a eventuales incertidumbres políticas tal como lo demuestra que el ruido que hubo con el dólar no impactó en los bonos de las empresas ni en las decisiones de apostar al país”, sostuvo.

En este sentido, aseguró que “la falta de financiamiento ya no es un problema para invertir, porque en los últimos dos años hemos logrado bastante y con tasas muy atractivas”.

Es más, adelantó que busca reflotar la emisión de un programa de Obligaciones Negociables (ON) por hasta u$s500 millones que frenó a fines de junio argumentando inestabilidad cambiaria.

“Lo vamos a lanzar en cuanto creamos que estén dadas nuevamente las condiciones del mercado, y espero que sea antes de fin de año”, sostuvo el empresario ante un grupo de periodistas invitados a la inauguración de la nueva central energética de Pilar.

La emisión forma parte de un programa aprobado por el directorio el 19 de junio por u$s1000 millones y ampliable a u$s2000 millones. Lo recaudado se sumaría a los u$s 50 millones a 10 años que Pampa Energía obtuvo en enero tras un road show por Nueva York, Boston, Los Angeles, y Londres. El programa logró ofertas de compra por u$s4000 millones, más de cinco veces respecto del valor nominal a ser emitido. 

Estos proyectos forman parte del esquema de financiamiento que utiliza Pampa Energía y que se soporta con fondos propios y de los mercados de capitales.

A su vez, lo recaudado se vuelca a sostener su transformación hacia un grupo energético, con petróleo y electricidad como sus dos vertientes. De hecho, todo el dinero que obtuvo en el road show de enero lo volcó a pagar la compra del 67,2% de Petrobras Argentina (PESA) que cerró el año pasado en u$s892 millones. 

Esto evidencia su actividad en los mercados de deuda y capital, aún más desde que, en 2009, debutó en el NYSE con un valor de mercado inicial superior a los u$s1000 millones. Hoy ya vale u$s 4000 millones.

Otro ejemplo fue la oferta pública de adquisición obligatoria a los minoritarios de acciones de PESA, ofreciendo tanto efectivo como acciones de Pampa que, según las fuentes del holding, "alcanzaron a ser una de las más líquidas entre las compañías argentinas cotizantes". Su volumen diario es más de u$s15 millones y ponderaciones importantes tanto en el índice MerVal con 8,3494%, y del índice MSCI mercados de frontera en u$s con 2,66%.

Una fuente adicional de ingresos de Pampa Energía son los préstamos bancarios. Un caso es el logrado en junio de 2016, con un pool de bancos locales y extranjeros por u$s750 millones. También se nutre de la venta de algunos de sus activos considerados no estratégicos o que debió desprenderse por razones legales como el 50% de la sociedad controlante de Transportadora de Gas del Sur (TGS). Lo hizo para cumplir con normas vinculadas a su ingreso a PESA, y obtuvo u$s241 millones.