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Luego de quejas de productores por el ingreso de millones de litros desde Chile, el Instituto Nacional de Vitivinicultura obligó a comunicar el origen
01/09/2017 - 00:20hs

Las importaciones de vino provenientes de Chile continúan generando una gran polémica en la industria vitivinícola nacional. 

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante los primeros siete meses del año ingresaron al país 55,5 millones de litros a granel, principalmente desde el país vecino. 

Las asociaciones de productores de Mendoza y San Juan venían denunciando que las grandes bodegas estaban trayendo importantes volúmenes para amortiguar las subas de precios de la uva, luego de que se registraran dos de las peores vendimias de los últimos cincuenta años.

Granizo, lluvias en los momentos menos propicios y hasta heladas, configuraron un cuadro difícil para varias zonas productivas de Mendoza y San Juan.

Sin embargo, a medida que se potenció la importación, las críticas de los viñateros se hicieron más fuertes, dado que consideran este flujo como una forma directa de ponerle un tope a los precios de la materia prima en el mercado interno. 

Incluso, el diputado y exgobernador de San Juan, José Luis Gioja, se llegó a quejar de que se estaba "importando de Chile vino con agua y lo pagamos como si fuera puro".

En este contexto, el INV estableció que será obligatorio colocar en el envase la procedencia del vino para informar al consumidor. 

Esta normativa entrará en vigencia el 18 de septiembre.

Según detalla la resolución (publicada este jueves), "en aquellos productos importados a granel que se fraccionen en territorio nacional, deberá consignarse en su marbete identificatorio, el nombre del país del cual es originario el producto. Para tal fin, se utilizará un tamaño de letra que no sea inferior a tres milímetros (3 mm), debiéndose declarar esta denominación en forma destacada, horizontal, paralela a la base del envase y separada de otros textos que posea el etiquetado". 

"Los productos importados que ingresan fraccionados con las mismas marcas utilizadas en el mercado interno argentino, deberán indicar el nombre del país del cual es originario el producto, de acuerdo a lo establecido en el artículo precedente", agrega el texto de la normativa. 

Fuentes del sector detallaron a este medio que el valor del vino a granel chileno, puesto en la puerta de una bodega en Mendoza, puede ser entre 15% y 25% más económico que el nacional, dado que la escasez generada por la caída de la producción durante las últimas dos cosechas disparó los valores de la materia primera. 

Frente a las quejas, Bodegas de Argentina, la entidad más representativa del sector vitivinícola en materia de elaboración y comercialización de vino en el país, recientemente emitió un comunicado en el que vinculó el fuerte incremento de la importación con los malos resultados de las últimas dos campañas en términos de volumen, al tiempo que aseguraron que estas operaciones no sólo no ponen en riesgo a la industria sino que también permitieron garantizar un stock de producción nacional para exportar. 

"Ante la situación adversa de dos cosechas anormalmente escasas, que redujeron el stock de vino, socios de Bodegas de Argentina se vieron forzados desde fines de 2016 a importar vino para garantizar el suministro del mercado interno y preservar el vino argentino para el mercado externo que tanto esfuerzo costó conquistar", indicó la entidad.