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Según el el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, muchos productores analizan "salir del negocio" y otros piensan en unificar rodeos
05/09/2017 - 12:43hs

Un trabajo elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) que depende del Ministerio de Agroindustria, destacó que a partir de la crisis que se vive en el sector por las inundaciones y la situación económica, muchos tambos cierran y analizan dejar la actividad.

El análisis consignó que si bien en las áreas no afectadas por el clima, la producción parece retomar valores históricos, muchos ruralistas están esperando situaciones más propicias para tomar la decisión de "salir del negocio".

Otros, en cambio, piensan en unificar rodeos en tambos de mayor escala.

De concretarse, comenzará un proceso de "concentración". Es decir, menos tambos de mayor tamaño.

Hoy existen unas 1.100 empresas de usinas lácteas pero la demanda recae en cuatro firmas que compran el 55% de la leche cruda y representan el 86% del volumen de ventas, según Agronomics Consultores.

Crisis lecheraSegún la consultora privada, la producción láctea cayó 11,8% en los primeros siete meses del año con relación al mismo período del 2015.

El 80% de la producción láctea se consume en el mercado interno y satisface la demanda de la industria, indicó el reporte.

La producción láctea de la Argentina se concentra en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa.

Estas regiones lecheras reciben su denominación según la especialización y quedan conformadas dos grandes cuencas lecheras: la del abasto, la cual produce mayoritariamente leche fresca para consumo, y la "cuenca de la industria" especializada en la elaboración de productos industriales tales como quesos y manteca.

"Dimensionamos la caída en la producción, la notable baja en el consumo interno de leche y sus derivados, el impacto de la merma del resultado comercial y la compleja situación del caso SanCor", dijeron los especialistas.

Encontraron que la producción primaria de leche se redujo notablemente, "perdiendo 11,8% frente a las marcas del año 2015".

En 2016 se produjo una baja significativa en el consumo de leche; se consumieron casi 6 litros menos de leche pasteurizada por persona.

"Analizando la evolución anual, el consumo per cápita de leche pasteurizada se ubicó en 2016 en niveles exiguos en términos históricos, siendo incluso más bajos que el vigente en el período de la crisis económica del 2001-2002", señalaron.

El comercio exterior cayó como consecuencia de la disminución interanual en las exportaciones lácteas, que fue cercana al 40 por ciento.

Las ventas externas de leche y derivados totalizaron u$s643 millones, cifra menor a los u$s870 millones exportados durante el 2015.

El proceso industrial (usinas lácteas) agrupa a unas 1.100 empresas, pero sin embargo la demanda se encuentra muy concentrada, ya que cuatro firmas representan el 55% de la demanda de leche cruda y el 86% del volumen de ventas.

Queda claro que en este contexto, a los tamberos les resulta imposible fijar un precio al litro de leche cruda que sea competitivo.

"Hoy en día los tamberos producen a pérdida. Reciben aproximadamente $4,71 por litro, con costos de producción estimados entre $5,30 y $5,50 por litro de leche cruda", manifestaron.