Paso a paso, la industria automotriz se encamina a cerrar el primer año en terreno positivo, luego de tres períodos consecutivos en baja.

En agoso, según datos publicados por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), se produjeron 45.260 unidades, lo que implicó una suba de casi 4% respecto del mismo mes de 2016. 

En el acumulado de enero a agosto, el sector fabricó 302.835 unidades. Si bien esto significó un 0,8% menos respecto de los casi 305.300 vehículos que se produjeron en el mismo período de 2016, los directivos de automotrices se ilusionan con que en el último cuatrimestre se revertirá definitivamente la tendencia. 

“En agosto asistimos al cuarto mes consecutivo de crecimiento interanual, una tendencia de mejora que se refleja en las principales variables como producción, exportación y ventas mayoristas", destacó Joachim Maier, presidente de la

"De esta manera podemos continuar afirmando que, de ratificarse esta tendencia, concluiremos el año en positivo. Este comportamiento se da luego de tres años de caída", agregó. 

En cuanto a las ventas al exterior, el sector exportó en agosto 17.583 vehículos, cerca de 7% más que en igual mes de 2016, la cuarta tasa de variación positiva de manera consecutiva. 

Si se considera el acumulado de los ocho primeros meses, el sector exportó 130.526 unidades, lo que arroja un crecimiento de casi 11%. 

Al analizar los países más y menos dinámicos se observa que Brasil continúa en terreno negativo: hasta agosto compró casi 8.800 unidades menos que al mismo mes del año pasado. Las exportaciones a México, en tanto, se contrajeron en 1.000 unidades. 

Como parte del plan encarado por terminales junto al Ministerio de Producción, se están abriendo oportunidades para esta rama de actividad en la región: 

-Centroamérica ya demandó cerca de 11.500 vehículos más que en 2016.

-Perú, en tanto, incrementó su demanda de autos albicelestes en 5.500 unidades.

Chile ya compró 3.566 autos más.  

Ventas mayoristas, sostenidasEn cuanto a las ventas realizadas desde las terminales a la red de concesionarios, ADEFA informó que en agosto fueron comercializadas 76.700 0Km, un 20% más que en igual período de 2016, mientras que la suba alcanza el 22% en el acumulado del año. 

Esto va en línea con la performance que exhibe la demanda minorista: según el dato de ACARA, en agosto se patentaron cerca de 84.700 unidades, con un crecimiento interanual del 16%.

El problema que observan los expertos es que este salto de las ventas está siendo alimentado mayormente con autos brasileños.

Según datos de ADEFA: 

-Entre enero y agosto, las terminales despacharon a su red de agencias unas 400.000 unidades que provinieron de Brasil, además de México, Asia y otros mercados.

-Esto representó un salto del 43% respecto de igual lapso de 2016. 

-Como contrapartida, las compañías vendieron a concesionarios apenas 165.150 autos nacionales, con una caída interanual muy preocupante, del 10,5%. 

Así las cosas, con los vehículos “albicelestes” en baja, la participación de los importados se consolidó en las ventas mayoristas: pasaron de representar poco más del 60% en 2016 al 70% en la actualidad. 

Desde Ecolatina advirtieron que "es posible que los patentamientos de autos importados alcancen un récord. Siendo Brasil nuestro principal proveedor de vehículos importados, esto se ve reflejado en nuestro intercambio bilateral".

En efecto: en los primeros ocho meses del año, el déficit del intercambio con el mayor socio comercial alcanzó una marca histórica de u$s5.280 millones, "trepando 75% respecto al registrado en el mismo período de 2016", alertaron. 

En diálogo con iProfesional, Marina Dal Pogetto, directora del Estudio Bein, señala que la mayor parte del rojo comercial con Brasil obedece, justamente, al "incumplimiento del flex".

La experta se refirió así a la fórmula que establece que por cada dólar exportado a ese país en autopartes y vehículos, las empresas locales pueden traer de ese mercado por el equivalente de hasta 1,5 dólares sin arancel.

Sin embargo, este cupo no se está respetando. A punto tal que por cada vehículo que se exporta al país vecino, las terminales importan de ese origen hasta cuatro veces más de unidades. 

Las automotrices se atajan y afirman que el flex vence a mediados de 2020. Esto implica que las compañías tienen unos tres años por delante para compensar ese rojo.

Sin embargo, el fuerte desbalance empujó al Gobierno a que, de ahora en más, deban constituir garantías –en efectivo, aval bancario o seguro de caución- en caso de exceder dicho cupo.