El Día del Padre en Argentina es el tercer domingo de junio. Sin embargo, en el Senado obtuvo media sanción un proyecto para trasladar la fecha al 24 de agosto, lo que puso en alerta a las cámaras de comercio y jugueteros.

La propuesta tiene fundamentos históricos, pero es rechazada por los comerciantes debido a que compite con otro “peso pesado”, el Día del Niño.

El proyecto aprobado por el Senado generó polémica y alerta en las cámaras empresarias, las que advirtieron que la modificación afectaría el nivel de ventas y hasta pondría en riesgo los puestos laborales.

La controversia se originó tras la aprobación de una iniciativa impulsada por el senador Julio Cobos, que declara al 24 de agosto como Día del Padre, en honor al nacimiento de la hija del Libertador General San Martín, Mercedes Tomasa, conocida como Merceditas.

Esa medida -trasladar la fecha del tercer domingo de junio al 24 de agosto- "implicaría la destrucción de puestos de trabajo tanto en la industria como en el comercio", advirtió la Cámara Argentina de la Industria del Juguete.

"De aprobarse el cambio de fecha del Día del Padre a agosto, esto alteraría el orden de las ventas asociadas a estas fechas, dado que todas tienen una correlación que permite a todos los sectores (industria, comercio, turismo, colegios) poder desarrollar sus actividades a lo largo del año de manera equilibrada", aseguró la entidad.

En un comunicado, alertó que serían perjudicados, también, "los usos, costumbres y tradiciones que están arraigadas en la sociedad y deben ser respetadas".

"Las implicancias de modificar una fecha en el calendario son aún más graves dado el delicado contexto económico que si bien muestra signos de recuperación, aún se hace necesario recuperar el poder adquisitivo de la gente como para que dos fechas tan relevantes en el calendario comercial (Días del Padre y del Niño) puedan competir", enfatizó.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se sumó a la polémica y manifestó su "desacuerdo" con la iniciativa, que tendrá que ser debatida en Diputados.

"En Argentina, desde la década del ’60, se festeja el tercer domingo de junio. Cambiarlo perjudicaría a la gente y confundiría su celebración", explicó.

Agregó que "más allá de lo loable de la propuesta en cuanto a valorar a nuestro prócer, creemos necesario señalar que en un momento de difícil contexto económico afectaría gravemente a los sectores involucrados".

"Cabe recordar que en agosto ya se celebra el Día del Niño y esto hace poco probable que la familia pueda disponer de suficiente dinero para ambas fechas", advirtió.Tradición importada

En el año 1956 se resolvió oficialmente instituir al 24 de agosto como Día del Padre en el calendario escolar de todo el país. Pero una década más tarde, en 1966, se instauró en Estados Unidos al tercer domingo de junio en homenaje a John Bruce Dodd, quien crió solo a nueve hijos.

Desde entonces, casi toda la Argentina adoptó el festejo estadounidense, y lo mismo hicieron muchos otros países de Latinoamérica y Europa. Solamente en las escuelas de Mendoza se mantuvo la fidelidad al Libertador y lo siguen celebrando el 24 de agosto. Durante años, varios proyectos fueron presentados en el Congreso para instituir la fecha a nivel nacional.