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Los gendarmes informaron que quienes cortaban la ruta escaparon nadando, pero nunca mencionaron a Maldonado                          
10/09/2017 - 12:13hs

El viernes empezó la búsqueda de algún indicio sobre Santiago Maldonado con un operativo de más de cien policías, prefectos, un helicóptero y drones que rastrean parte del río Chubut.

Es un trabajo complejo pero acotado ahora a una zona específica. El Río Chubut es un lugar crucial para el caso Maldonado desde el inicio mismo de la causa que lleva adelante el juez federal subrogante de Esquel, Guido Otranto. El magistrado tiene a cargo la investigación que tiene como objetivo encontrar lo más rápido posible al joven.

Nadie aportó a la Justicia, aún, con precisión de prueba jurídica sólida, indicios que puedan ayudar a saber algo sobre él: lo último que se podría haber reconstruído sobre su vida con cierta firmeza judicial se retrotrae el 31 de julio pasado. Y no lo ubica a Maldonado dentro del predio del Lof de Cushamen surcado por el Río Chubut.

Desde el inicio mismo de la pesquisa se señaló a un sector del río Chubut, cercano a la comunidad mapuche del Lof Cushamen, como el sitio en la que se perdieron los últimos potenciales rastros de Maldonado. Lo dejó asentado por escrito el Defensor Oficial de Esquel, Pedro Machado.

Según Gendarmería, el 1 de agosto integrantes del escuadrón de El Bolsón persiguieron a quienes los habían agredido de modo violento tras desalojar un corte de ruta: un informe oficial afirma que esas personas escaparon “nadando” por el río. Ese informe no menciona a Maldonado.

A estos datos se agrega además la declaración de un buzo de Prefectura que se sumergió en esas aguas heladas, Juan Carlos Mussin, que dijo bajo juramento a Otranto que exploró un “punto dato” de las aguas del Chubut que había sido “indicado por la comunidad mapuche de la desapareción” (De Maldonado).

A pesar de eso, no tuvo la tranquilidad suficiente para hacer su trabajo bien. Contó que los mismos aborígenes le exigieron que se vaya porque esas aguas eran, para ellos, “sagradas”. Mussin declaró como testigo frente a Otranto el 14 de agosto. Había buscado a Maldonado en el río once días antes, señala Clarín.

Desde el viernes pasado, el rastrillaje sobre el Chubut es liderado por fuerzas nacionales.

Esa búsqueda es la última gran acción ordenada por Otranto en el caso, que sigue teniendo a los gendarmes que actuaron el 1 de agosto, con armas anti-disturbios, dentro del Lof de Cushamen, como principales sospechosos de la desaparición de Maldonado.

En tanto, el magistrado aún no cuenta con pruebas firmes de que Gendarmería mató, hirió o golpeó a Maldonado en las cercanías al Chubut, aunque tampoco se descarta lo contrario.

Ni siquiera que se lo hayan llevado de ahí a bordo de vehículos, como relataron otros testigos. El juez espera ahora los peritajes de ADN encontrados sobre todo en una camioneta que usó la gendarmería ese día dentro del Lof, para confirmar si allí se encontraron pruebas genéticas del joven que no aparece por ningún lado.

El primero que le marcó al juzgado de Esquel que el Río Chubut era crucial en la pesquisa para dar con Maldonado fue el Defensor Oficial de Esquel, Pedro Machado.

La documentación de la causa indica que, a las 21:45 del 2 de agosto, Machado interpuso un habeas corpus por “Desaparición de Persona” o “Desaparición Forzada”.

En ese escrito, el Defensor explica que su pedido se “funda en testimonios recolectados por los cuales se establecería que (Maldonado) desapareció” en “circunstancias” que él mismo dice desonocer.

Aunque afirma que eso pasó “cuando (Maldonado) era perseguido por miembros de la Gendarmería”, especifica que hubo un desenlace “al momento de intentar cruzar un cauce de un río ubicado en las cercanías del territorio de la comunidad (mapuche)”.

Machado había sido el primero que supo -según su versión- que el operativo de Gendarmería del 1 de agosto en el Lof había terminado con un “desaparecido”. Así consta en la causa. Según él, una mujer que vive en el lugar le avisó, a las 19:15 de ese mismo día, que los gendarmes habían entrado a la comunidad quemando carpas, atacando familias.

Esa testigo, que no identificó, le contó que los uniformados se había llevado a un joven llamado “Santiago Peloz o Pelozo”. Pelozo es el apellido materno de Maldonado, consigna el matutino.

El Director General de Operaciones de Gendarmería, Guillermo Federico Lens, entregó un informe a Otranto sobre qué pasó, según la fuerza en el operativo del 1 de agosto. Ese escrito dice que tras ser apedreados en la ruta, los gendarmes entraron “al terreno” (el Lof) para detener a sus agresores.

Los gendarmes que participaron de ese operativo fueron 42:40 del Comando de El Bolsón y dos subordinados del jefe del Comando de Esquel.