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Moyano relanza candidatura a CGT con paro en Coca Cola y fuerte rechazo a la reforma laboral

El líder Camionero busca posicionarse como alternativa al triunvirato. La movida resurge en medio de las conversaciones entre la cúpula y Triaca
13/09/2017 - 10:03hs
Moyano relanza candidatura a CGT con paro en Coca Cola y fuerte rechazo a la reforma laboral

Pablo Moyano relanzó su candidatura para ocupar el sillón de la CGT con un paro en la rama de aguas y gaseosas, que hasta ayer por la tarde paralizó al menos cuatro plantas embotelladoras de Coca Cola, y una fuerte denuncia contra una eventual reforma laboral impulsada por el Gobierno.

La movida fue echada a rodar en las últimas horas desde las propias filas del moyanismo, donde buscan catapultar al joven sindicalista como "heredero" de la vieja guardia sindical en plena guerra de tronos.

El titular de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca (Aacpypp), Jorge Frías, salió a respaldar la figura de Pablo Moyano para conducir la central obrera, donde el dirigente camionero se desempeña hoy como secretario gremial.

"Pablo es un heredero, pero nadie más que él podría llevar adelante una gestión a partir de la estructura de su sindicato", señaló el sindicalista de la pesca, un gremio pequeño con sede en Mar del Plata que integra junto a Camioneros la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT).

El pronunciamiento coincidió con la medida lanzada por los choferes de camiones, que desde el domingo hasta este martes a la tarde paralizó las plantas distribuidoras de Coca Cola en todo el país, en reclamo del reencuadramiento de empleados y el rechazo a una supuesta "flexibilización".

A raíz de la protesta, el Gobierno dictó la conciliación obligatoria el lunes por la noche por un período de 15 días y envió el martes inspectores a los establecimientos para confirmar el acatamiento de la disposición por parte del sindicato.

"En caso de que el gremio no acate la conciliación, se tomarán las medidas correspondientes", informaron a iProfesional desde el Ministerio de Trabajo, que encabeza Jorge Triaca.

Durante los gobiernos kirchneristas, Moyano realizó bloqueos en diversas empresas de la rama agua y gaseosas (Danone, Villa Vicencio, Sancor, Quilmes, Coca Cola, Coto, Carrefour) para obtener el encuadramiento de choferes y ayudantes bajo su convenio, y de paso crecer en afiliados.

En la mayoría de los casos, el acuerdo de paz contempló el reparto de empleados con el gremio principal de la actividad, el de aguas y geseosas (Sutiaga), que se quedó con empleados administrativos, preventa y aquellos a cargo del traslado de mercadería entre las plantas (interplanta).

Ahora, Camioneros reclama que Coca Cola (Femsa) pase a esta última categoría de trabajadores al convenio 40/89, en el que los trabajadores se jubilan a los 55 años mientras que en el convenio 152/91 de Sutiaga lo hacen a los 65.

El sindicato denuncia además que la firma utiliza una flota propia bajo el convenio de Sutiaga, con menos trabajadores abordo, lo que reduce las tareas de los camioneros.

Según datos del gremio, los camiones externos de Femsa hoy parten con entre 100 y 200 bultos diarios de los centros de distribución, mientras que el transporte a cargo de la multinacional mueve 10 pallets, con 1.000 bultos por día. Así, la creciente "quita de trabajo" pone en juego 2.000 empleos.

Coca Cola, sin embargo, negó una reducción de empleos y atribuyó el conflicto a una pelea intersindical, en la que el sindicato liderado por Moyano "considera que un grupo de trabajadores debe cambiar su encuadramiento para pasar a formar parte de su asociación gremial".

En septiembre del año pasado, la fabricante de bebidas y gaseosas enfrentó medidas similares. Se trata de un mes en el que el sector inicia su temporada alta, ya que empiezan a preparar la producción del verano. Además, coincide con las paritarias de Sutiaga.

"Es normal para esta época que los sindicatos se pongan más duros", señalaron a este medio fuentes del sector. 

Con todo, los empresarios descartan que haya una crisis en el sector. Si bien la caída del consumo impactó en el mix de productos de varios jugadores, en la industria aseguran que en los últimos meses experimentaron un proceso de recuperación y que "no hay despidos".

Guerra de tronosEn medio del conflicto, el sindicalista apuntó contra el Gobierno, al acusarlo de apoyar los supuestos cambios laborales en la multinacional y de preparar un ajuste para después de las elecciones legislativas.

"Esto es el principio de la flexibilización, la reforma laboral que quiere implementar el gobierno para reducir los costos, y bajar los costos es bajar los sueldos o despedir los trabajadores", advirtió el martes Pablo Moyano frente a los trabajadores de una embotelladora de Pilar.

El sindicalista profundizó su enfrentamiento con Cambiemos en los últimos días, a la par que el triunvirato de la CGT retomó conversaciones con Triaca, luego de la marcha a Plaza de Mayo el 22 de agosto que provocó la furia de Mauricio Macri y el desplazamiento de dos funcionarios.

En medio de las gestiones oficiales para ablandar a la dirigencia sindical e intentar acordar cambios en materia laboral, el secretario adjunto de Camioneros salió a desmarcarse y explorar alianzas con sectores ajenos a la central obrera, tanto a la izquierda como a la derecha.

La maniobra apunta a quitarle margen de acción a los "gordos" e "independientes", quienes a diferencia del líder camionero trabajan para desactivar el paro impulsado por los sectores duros en el próximo confederal convocado para el 25 de septiembre.

En el triunvirato minimizan el movimiento de fichas de Moyano para instalar la necesidad de un "recambio generacional". "No existe el gremio de pesca, ¿quién lo conoce al secretario general?", disparó el triunviro Héctor Daer en conversación con iProfesional.

En paralelo, comenzó a circular en las últimas horas la versión de que la instancia máxima de la central obrera, como es el confederal, sería aplazada para el 3 de octubre, dándole así más aire al ala dialoguista de Azopardo para enterrar la huelga anunciada, tal como le prometieron a Triaca.

A cambio, el ministro de Trabajo le bajó el tono a una posible reforma laboral y se comprometió a "consensuar" con los sindicalistas los proyectos del Gobierno para reducir los costos laborales, que incluirían una suerte de "blanqueo laboral" con baja de cargas patronales y pasantías.

Por otra parte, Hugo Moyano se mostró el viernes pasado junto a funcionarios, políticos y empresarios en la inauguración de una central de Andreani en Benavidez, lo que fue interpretado como un gesto de distensión respecto de los desmanes ocasionados en Plaza de Mayo.

En contraste con las señales de paz, su hijo Pablo se reunió en los últimos días con los titulares de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli; el dirigente del Suteba, Roberto Baradel, el titular de ATE Capital, Daniel Catalano; y el líder de la CCC, el "Perro" Carlos Santillán.

La jugada pretende fogear una versión renovada de lo que fue el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) que enfrentó los planes de ajuste durante la segunda etapa del Gobierno de Carlos Menem mediante la articulación de sindicatos privados con el sector público y movimientos sociales.

En paralelo, el moyanismo le abrió el juego a aquellos sectores del sindicalismo peronista que nunca aceptaron la conducción de un triunvirato y ahora aspiran a impulsar la convocatoria de un nuevo congreso para elegir un unicato sindical.

Detrás de ese planteo se alinea la Corriente Federal de Trabajadores, liderada por el bancario Sergio Palazzo, que hoy sostiene la candidatura a senadora de Cristina Kirchner. Al igual que Moyano hijo, la expresidente adoptó un discurso de mayor confrontación contra el "ajuste" de cara a octubre.

El otro sector que busca tener mayor peso en un nuevo armado de la CGT es el Movimiento de Acción Sindical (MASA), encabezado por el taxista Omar Viviani y el ferrovario Sergio Sasia, y las 62 organizaciones encabezadas por los peones rurales y el gremio del plástico.

Sin embargo, detrás del interés de desplazar al triunvirato, asoman profundas diferencias. Son varios los gremios que rechazan la candidatura del camionero, en quien ven un alfil impulsado por su padre para retomar las riendas de la CGT antes que una renovación del sindicalismo.