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El monto máximo sera de $500.000 a una tasa del 5,5% más la inflación. Se podrán adquirir vehículos nuevos y usados y también motos
13/09/2017 - 13:55hs

El Banco Nación está a punto de relanzar sus créditos para la compra de autos (nuevos y usados), camionetas y motos. A tono con los tiempos, serán préstamos personales (no se hace prenda sobre el vehículo) y modo UVA, es decir , una tasa del 5,5% y la deuda ajustable a la par de la inflación.

El préstamo máximo será de 500.000 pesos. La puesta en marcha de estos créditos se hará, oficialmente, cuando terminen de instalarse -posiblemente en estos días- las terminales en los escritorios de la red de la Asociación de Concesionarios de Autos de la República Argentina (ACARA), que firmó el convenio crediticio con la entidad que preside Javier González Fraga.

La intención es que el interesado en comprar un vehículo sepa en el instante, en el concesionario, si califica o no para llevarse el crédito.

El lanzamiento de esta línea no estuvo ajena a una pequeña discusión interna dentro del directorio del Nación. A González Fraga no le agradaba mucho destinar fondos para financiar la compra de vehículos brasileños. Esto se explica así: solo en agosto, el 72% de las unidades patentadas en la Argentina fueron importadas de Brasil. En todo el año, ese porcentaje trepa al 68%, según contó Dante Alvarez, titular de ACARA.

Los créditos UVA para financiar la venta de automóviles irrumpieron en el mercado de la mano del Banco Provincia, que a fin de agosto estaba cerca de los 40.000 créditos entregados bajo esta modalidad. Ya se sumó el Ciudad y ahora lo hace el Nación. Los bancos públicos vienen llevando la delantera en el mercado de los créditos ajustables por inflación.

Para los concesionarios, la ampliación de vías de financiación es ciertamente un alivio, dado que les da la posibilidad de darle más velocidad a la "rotación" de su mercadería.

Alvarez señala que pese al boom de ventas, los concesionarios están bajo presión de las terminales, sobre todo las que basan sus ventas en las unidades traídas de Brasil.

"Como en Brasil hay producción de vehículos en exceso, los mandan para acá, y las terminales nos exigen que los vendamos rápido, porque de lo contrario nos cargan los intereses de la financiación de esa mercadería".

La presión se resuelve por la vía de fuertes descuentos sobre los precios de determinados modelos, y eso impacta sobre los márgenes de los concesionarios. "Hay unidades que nos dejan 1% de margen. Si creciera la porción de vehículos nacionales, no tendríamos esta presión, porque las terminales no van a sufrir exceso de unidades", resume Alvarez.

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