La marcha peronista decretará un final anticipado en la campaña "ciudadana" de Cristina Kirchner. En la previa del Día de la Lealtad, el 16 de octubre, la ex presidenta prepara un cierre de campaña para las elecciones legislativas "peronista" y masivo, en el estadio de Racing.

Los bombos, las banderas y la liturgia peronista, hasta ahora prácticamente ausentes en los actos de Unidad Ciudadana (UC), tendrán un regreso forzoso. Según supo La Nación, Cristina clausurará la campaña hacia las legislativas del 22 de octubre con un acto masivo en Racing.

Será en una fecha especial, la previa del Día de la Lealtad Peronista. La militancia kirchnerista se reunirá en el estadio Presidente Perón, en Avellaneda, con capacidad para más de 40.000 personas.

Además del nombre, el estadio de Racing encierra otra particularidad: es la casa del equipo del fallecido ex presidente Néstor Kirchner y el de su hijo, Máximo.

"Desde el acto en Arsenal [20 de junio] que veníamos pensando en hacerlo en Racing, para que sea multitudinario, mucho más grande que el de lanzamiento", aseguró un estrecho colaborador de la ex presidenta.

En el entorno de Cristina explicaron que la elección del lugar fue sencilla porque el abanico de opciones era pequeño.

"No tenemos otros estadios grandes en distritos gobernados por intendentes de UC donde se pueda hacer algo masivo garantizando la seguridad", explicó uno de los jefes de la campaña cristinista.

Independiente hubiese sido una posibilidad, como estadio grande en el distrito que gobierna Jorge Ferraresi, intendente del riñón de Cristina.

Sin embargo, la relación distante con el camionero Hugo Moyano, presidente del club, trabó cualquier intento de negociación.

"Se está recomponiendo la relación con él [Moyano], pero no llegamos al 16 de octubre", bromeó un colaborador de la ex presidenta. Como contó el matutino, hace algunos días, el kirchnerismo duro explora la posibilidad de revalidar un acuerdo con el líder camionero para después de las elecciones. Sería una reconciliación después del quiebre de la alianza en 2011.

Con el regreso de la marcha, la ex mandataria clausurará la etapa "ciudadana" seis días antes de la votación. Hasta ahora, los actos de Cristina estuvieron marcados por una estética "ciudadana", y entre el público sólo aparecieron banderas argentinas.

En el equipo de campaña de UC se pidió expresamente a los jefes comunales que no lleven banderas partidarias ni militantes con pecheras de los municipios.

Incluso la aparición de algunas identificaciones en los últimos actos generó un tirón de orejas a algunos intendentes. La consigna forma parte de una estrategia para no ahuyentar con el aparato al voto que no es propio, ajeno al peronismo, y que quiere "oponerse al ajuste" del gobierno de Mauricio Macri.

En el entorno de Cristina se entusiasman con emular en Racing el acto de cierre de campaña de Néstor Kirchner en 2003. Con el apoyo decisivo de la estructura del PJ bonaerense, en aquella ocasión la fórmula Kirchner-Daniel Scioli cerró su campaña ante 45.000 personas en River.

"Tiene que haber inflables de Perón y de Evita", se entusiasmó uno de los jefes comunales más cercanos a Cristina. Hasta ahora, la puesta en escena de la ex presidenta apuntó principalmente a mostrar cercanía a la gente, para referirse a los problemas del presente.

En una campaña enfocada en el conurbano, donde el kirchnerismo apuesta a "recuperar entre dos y tres puntos" para sostener la ventaja, Cristina aparecerá hoy en Ezeiza. Encabezará un encuentro de mujeres con Dulce Granados, esposa del intendente, alineado ahora con Vidal. Mañana, en tanto, seguirá con las recorridas proselitistas en Ensenada, junto al intendente Mario Secco.