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En este último tiempo llegaron al mercado vinos que traen aire fresco a una cepa de la que cada vez hablan más consumidores. ¡Conocelos!
29/09/2017 - 17:45hs

Originaria de la zona de Médoc, en el sudoeste de Francia, la uva Petit Verdot ha ido ganando presencia en los últimos años en los países productores de vinos del nuevo mundo, entre ellos, la Argentina

Apreciada por el aporte a nivel color, taninos y aromas intensos, esta cepa pasó a utilizarse cada vez más como varietal y no ya sólo como vino de corte. 

Según datos del Observatorio Vitivinícola, si bien todavía la superficie que ocupa es pequeña, el crecimiento ha sido constante: se contabilizan en la actualidad 600 hectáreas implantadas con esta variedad, mientras que en 2002 había poco más de 150. 

En tanto, la producción también fue despegando: el último año se elaboraron 285.000 litros frente a los 63.600 del 2006, lo que implicó un salto del 350% en una década. 

A continuación, un top 5 para ir más allá del Malbec. ¡A tomar nota! 

Punto Dévil Petit Verdot 2014 – Bodega San Huberto – Precio sugerido: $215

¿Qué propone?: la bodega comenzó a hacerse un nombre en la industria, justamente, con un Petit Verdot. De hecho, San Huberto fue de las pioneras a la hora de imponer una cepa de la que en ese entonces hablaban pocos y aun menos consumidores habían podido degustar. A partir de viñedos del Valle de Aminga, en la Rioja –de donde también proviene su clásico Nina-, la bodega ofrece un Petit Verdot súper bebible. Su paleta conjuga especias, toques de fruta roja y un sutil dejo ahumado. En boca es jugoso, con un medio de boca cargado de aromas, de alto impacto, pero bien bebible, gracias a sus taninos domados, apenas dulzones. Las notas de mermeladas de frutas negras y especias impregnan el paladar.

Conclusión: un Petit Verdot reversionado para paladares internacionales. 

Tucumén Reserva Petit Verdot 2014 – Bodega Budeguer – Precio sugerido: $215

¿Qué propone?: a partir de viñedos de Agrelo, Luján de Cuyo, la bodega alumbra un Petit Verdot más "domado" que otros exponentes. Y en esto juega un papel clave el rol de la madera, que es una marca registrada dentro del portfolio Budeguer. Las notas de especias y fruta negra se combinan con una madera bien clásica, que aporta notas de vainilla y chocolate, además de unos notorios tostados. Los taninos presentan cierta rusticidad pero nada que incomode. Si bien presenta pulso seco, ahí aparece el contrapunto del dulzor de la barrica. 

Conclusión: un Petit Verdot amable y que es una buena puerta de entrada para el que le gusta el concepto fruta + madera.

Proemio Petit Verdot 2015 – Bodega Proemio Wines – Precio sugerido: $335

¿Qué propone?: la bodega entrega un Petit Verdot de Maipú de interesante aromática, con esos toques de fruta negra, flores y esas especias exóticas propias de la variedad. La barrica suma dejos a cacao y sutiles ahumados. En boca es largo y amplio, con unos taninos tan pulidos que sirven para demostrar que esta variedad está lejos de ser rústica cuando se la trabaja de esta manera. 

Conclusión: un Petit Verdot amable y aburguesado. Esto último, como rasgo más que positivo.  

Ala Colorada Petit Verdot 2015 – Bodega Las Perdices – Precio sugerido: $450

¿Qué propone?: se trata de una edición limitada de 8.000 botellas. En nariz entrega fruta roja apenas maduras, toques florales y cierto dejo herbáceo. La madera entra en escena y gana algo de protagonismo, de la mano de aromas que recuerdan al clásico mix de especias dulces. En boca es un vino de taninos compactos, con un fluir apenas oleoso. Su medio de boca entrega mucha fruta roja confitada y más de esa barrica percibida al comienzo. 

Conclusión: un Petit Verdot de alta gama para consumidores con inclinación por lo clásico. 

Domingo Molina Petit Verdot 2016 – Bodega Domingo Molina – Precio sugerido: $450

¿Qué propone?: este ejemplar viene a completar la línea de vinos Domingo Molina, elaborada con uvas procedentes de Yacochuya. Este Petit Verdot es exótico y tiene su costado salvaje, pero no deja de ser un tinto actual. Entrega notas profundas de frutos rojos, unos trazos de pirazina y un trasfondo vegetal. Suma toque especiados bien nítidos. En boca es un vino sustancioso, de excelente concentración. Pero es, ante todo, un vino bien equilibrado: fluye por el centro del paladar, con buen peso, pero con buen ritmo, de la mano de una fluidez y frescura envidiables. 

Conclusión: un tinto con dos caras que terminan redondeando un concepto equilibrado. Hay que probarlo para entenderlo. 

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Por J.D.W. - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - [email protected]