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El gobierno de la Ciudad busca darlo en concesión. Desea que allí se levante un paseo al estilo de La Boquería de Barcelona o el Borough Market de Londres
26/09/2017 - 17:16hs

Se trata de una construcción clásica de fines del Siglo XIX ubicada en el centro de la Ciudad, a metros de Córdoba y Alem, de Puerto Madero y del complejo de torres de oficinas de Catalinas Norte.

A pesar de que para muchos, en medio de la vorágine porteña, el edificio puede pasar desapercibido, guarda una rica historia. Allí se albergaban los caballos que tiraban de los carruajes presidenciales y los que se usaban también en eventos de protocolo. Algunos registros indican que comenzó a usarse durante la primera presidencia de Julio Argentino Roca, en el ya lejano 1880.

En poco tiempo, publicó Clarín, esta "cochera presidencial" (que aún se usa oficialmente) podría transformarse en un mercado gourmet, al estilo de La Boquería de Barcelona, el Borough Market de Londres, el Chelsea Market en Manhattan o el San Miguel de Madrid. Al menos este es el objetivo del Gobierno porteño.

La construcción, que tiene fachada de ladrillos, una cúpula que corona el edificio y un aire francés, sería entregada en concesión para ser utilizada como feria y paseo.

La idea es amalagamar el mentado paseo con las oficinas que se repiten en la zona, muy transitada por turistas.

Según la información que trasciende desde el Boletín Oficial, también se admitirá la venta de alimentos, como en los mercados de abastecimiento.

El exacto lugar en que se levante el edificio es Alem, entre el pasaje Tres Sargentos y avenida Córdoba.

Sobre el pasaje linda con una construcción de época, una subestación eléctrica de la Compañía Italo Argentina de Electricidad que construyó Juan Chiogna, el arquitecto italiano que le puso su firma a uno de los edificios más lindos de la Ciudad, la actual Usina del Arte, en La Boca.

En cuanto a la cochera presidencial, la vicejafatura de Gabinete es la que está a cargo de la "refuncionalización". 

Si bien hay poca documentación de la época, se sabe que esta construcción tienen vitrales, revestimientos -típicos azulejos rectangulares, color verde oscuro-, marcos y puertas de madera, adoquines y mayólica.

Allí descansaban los caballos y también se guardaban los carruajes que se usaban para trasladar presidentes así como para desfiles y visitas especiales.

Con el paso de los años, los establos se desarmaron y allí comenzaron a estacionarse autos. Ahora, el gobierno de la Ciudad apunta a nuevo cambio, tal como informó Clarín.

Según los datos de la disposición del Ejecutivo porteño, el plazo para presentar la oferta que renueve este histórico sitio es el 13 de octubre. Cinco días más tarde será la apertura de sobres.