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A los ejecutivos les preocupa la competitividad, pero no piden más devaluación sino alivio impositivo

Coloquio de IDEA: a los ejecutivos les preocupa la competitividad, pero no exigen más devaluación sino alivio impositivo
13/10/2017 - 12:04hs
A los ejecutivos les preocupa la competitividad, pero no piden más devaluación sino alivio impositivo

La evolución del tipo de cambio no parece ser un tema de preocupación actual para el mundo corporativo. Con un dólar estable que cerró en los $17,4 y una inflación en baja –a pesar de que en septiembre creció a 1,9% frente a 1,4% de agosto–, para los hombres de negocios los principales factores para aumentar la competitividad del país están alejados del comportamiento de la moneda norteamericana frente al peso ni a las variaciones de los precios.

Si bien no creen que los problemas competitivos derivados del tipo de cambio sea cosa del pasado, consideran que los tres principales focos en los que se debe poner la mira son en aliviar la carga tributaria, bajar aún más la inflación y mejorar el funcionamiento de las instituciones y la justicia.

Así surge de la encuesta de expectativas presentada en el 53º Coloquio de IDEA que se desarrolla en Mar del Plata, elaborada por D'Alessio Irol en base a la respuesta de 278 ejecutivos durante este mes.

Ante la pregunta sobre cuáles consideran como los principales factores para aumentar la competitividad del país, el 74% de los consultados identificó a la reforma impositiva. El año pasado, ese porcentaje se ubicaba en el 70%, lo cual evidencia que esa preocupación es aún mayor.

En segundo lugar con el 47% de los votos, se ubicó la baja de la inflación. En el caso de septiembre, el INDEC acaba de informar que llegó al 1,9%, y un acumulado de 17%. Es decir, ya quebró la meta del Banco Central que la había planteado en ese guarismo para todo el año.

Si bien la inflación del 2017 será la mitad del año pasado, el tema sigue siendo motivo de preocupación: en muchas empresas, la meta oficial fijada por el Banco Central fue el parámetro tomado para la planificación de sus estrategias de producción. Lo cual marca que se quedaron cortos y que los costos finalmente van a aumentar mucho más a fin de año.

Por eso, no quitan a la inflación del radar de preocupaciones. De hecho en la encuesta difundida por IDEA durante el Coloquio de 2016, la preocupación por la inflación se marcaba en el 45% de los que respondieron a la pregunta. Es decir, en este caso también se marca un crecimiento.

Si bien se trata de cifras muy por debajo del comportamiento de los precios durante el año pasado, los hombres de negocios se mantienen atentos a los datos que mes a mes revela el INDEC por entender que se deben alcanzar los objetivos del Gobierno de encorsetar este problema que afecta a los bolsillos y a los costos de producción desde hace ya muchos años.

En tercer lugar, la encuesta destaca que el 44% de los consultados cree que la competitividad se mejora con el buen funcionamiento de las instituciones y la justicia.

En este sentido, destacan el avance de los jueces en casi todas las causas que involucran casos de corrupción, en su mayoría cometidos durante el gobierno kirchnerista. También ponen como ejemplo la detención del gremialista Juan Pablo "Pata" Medina.

En cuarto lugar, pero muy cerca del punto anterior, se destaca el pedido de reforma laboral, con el 43%. Un salto importante de 8 puntos ya que en el Coloquio anterior ese reclamo era solicitado por el 35% de los empresarios del país.

En este sentido, se apunta a la modernización de los convenios colectivos de trabajo de manera sectorial. Es decir, caso por caso y no a partir de un cambio general de mecanismos legales que engloben las relaciones laborales entre las empresas y los sindicatos.

De hecho, la baja inflacionaria también se la ve como un factor positivo para poder contar con paritarias menos costosas que las de otros años al poder ofrecer aumentos más acordes con la suba de costos más una cláusula gatillo.

La inversión en infraestructura sigue en quinto lugar con el 18%. Pero con un marcado descenso en cuanto a la preocupación con respecto al año pasado cuando el 29% de los empresarios consultados la tenía entre sus problemas. En este caso, gracias a los anuncios del Gobierno en materia de obras públicas, con fuertes inversiones y normalización de los contratos.

Mejorar la educación también ocupa un lugar en la agenda de necesidades aunque bajó del 20% del año pasado a un 18%. Lo mismo ocurre con la promoción de inversiones en nuevas tecnologías que cayó del 10% al 8%.

Al igual que las mejores condiciones de acceso al crédito, hoy votada por el 8% de los empresarios, contra el 11% del año pasado.

Y recién en el puesto nueve aparece el pedido de establecer políticas de tipo de cambio que permitan mejorar la competitividad.

Este factor obtuvo el 6% de los votos y también se mostró en caída si se tiene en cuenta que en 2016 era motivo de pedido de parte del 8% de los encuestados por D´Alessio Irol.

Según los empresarios consultados por iProfesional, a medida que la inflación mantenga su curso a la baja, el problema del tipo de cambio irá perdiendo relevancia.

"Son más preocupantes los costos argentinos, que el tipo de cambio y por ese camino es por donde se debe seguir", sostuvieron fuentes del sector de servicios de telecomunicaciones y tecnología.

En el caso de los fabricantes de equipos celulares también hubo coincidencia. Desde la empresa Positivo BGH admitieron que se trata de un factor siempre preocupante, pero consideraron como buena señal "que esté a la baja".

Agregaron que la preocupación principal debería pasar por la competitividad sistémica del país, y no por ciertas variables solas como el tipo de cambio.

Entre las empresas de infraestructura como las del Grupo Roggio aclaran que la mirada difiere según el sector de la economía que se mire. Pero agregaron que el mayor tema es la competitividad con los bienes transables de producción local que tienen precio internacional. "El dólar es un componente más por ser el factor de conversión en la ecuación de ese precio", agregaron.

Por el lado de empresas como Electroingeniería, con contratos de obra pública con el Gobierno, la postura es aclarar que tampoco preocupa el tiempo de cambio.

Esto porque los proyectos que están ejecutando poseen como fórmula de ajuste una polinómica que refleja a través de índices del INDEC las variaciones de costo locales. Y para todos los componentes extranjeros la fórmula prevé ajustar el dólar.

Con lo cual, dado que se trata de infraestructura que lleva varios años hasta completarla, se busca que no se deteriore la ecuación económica financiera del contrato y se pueda cumplir con los plazos de obras.

De modo que estas empresas están casi fuera de un escenario de preocupación ante el comportamiento de la inflación y el dólar.

En tanto, desde las empresas del sector energético se asegura que el mecanismo de flotación actual está funcionando. Por lo tanto, no hace falta reclamar devaluaciones para incrementar la competitividad de las empresas.

Las compañías orientadas a las exportaciones de servicios tampoco tienen al tipo de cambio como preocupación. "Seguimos creciendo fuerte", explicaron desde una de las principales empresas.

La industria automotriz coincide. Para terminales y productores la principal preocupación es la competitividad sistémica. Es decir, el peso de los impuestos, costos laborales pero no salariales, y los de infraestructura.

"Combatir estos factores es lo único que va a dar competitividad de largo plazo ya que el valor nominal del dólar es coyuntural", señalan.