iProfesionaliProfesional

En la inolvidable pelí­cula "Plata Dulce", Federico Luppi hizo el mayor aporte del cine al debate económico argentino
21/10/2017 - 20:38hs

El actor Federico Luppi falleció este viernes a los 81 años, luego de haber filmado más de 70 películas –tanto en la Argentina como en el exterior– y haber sido galardonado con seis premios Cóndor de Plata, un récord para el cine nacional.

Entre los filmes que protagonizó, hay uno en el cual ofreció un aporte para entender un fenómeno que se repite con cierta frecuencia en el debate económico argentino: el atraso cambiario.

Se trata de "Plata Dulce", estrenada en 1982 y dirigida por Fernando Ayala, donde se planteó de una manera asimilable a nivel popular la discusión sobre el poder adquisitivo logrado artificialmente al mantener baja la cotización del tipo de cambio.

En la película, ambientada durante la política económica de la última dictadura militar, muestra que Carlos Teodoro Bonifatti (Luppi) decide dejar de producir botiquines para dedicarse a la timba financiera, un negocio que está de moda.

Por su parte, Rubén Molinuevo (Julio de Grazia), su socio, lucha contra viento y marea para continuar con la fábrica. Pero se ve tentado a imitar a Bonifatti, quien en poco tiempo cambia radicalmente su nivel económico, con un auto 0Km, una casa nueva y una amante incluidos.

Si bien ahora los televisores de tubo a color se reemplazaron por los LED, los celulares y las tablets en la tabla de preferencias del "turismo shopping" de los argentinos, la famosa escena de la película con la familia Bonifatti cargada de electrónicos se repite en Ezeiza en cada fin de semana largo.

El fenómeno no es únicamente actual: la misma postal podía verse en la época del cepo cambiario que instauró el kirchnerismo, donde el dólar fijado artificialmente en alrededor de 10 pesos permitió que los argentinos añadieran la compra de artículos de tecnología a los planes vacacionales.

Y tuvo otro antecedente durante el gobierno de Carlos Menem, en plena convertibilidad, donde Estados Unidos –en especial, Miami– se convirtió en la meca de los argentinos . En la actualidad, además, se agregaron otros destinos con electrónicos baratos: Santiago, en Chile; y Asunción, en Paraguay.

Ese apetito por productos de tecnología muestra también al personaje de Luppi saliendo de Ezeiza con una carreta cargada de televisores, equipos de audio y otros productos, y pronunciando una frase que sirve como legado cada vez que se replantea el famoso "Deme dos" de los argentinos que salen de shopping por el mundo, impulsados por el dólar barato:

"La cantidad de gente que había. Lo que pasa, que ahora, con el dólar barato, es un fenómeno viajar. Sabés cómo nos esperan allá. Y claro, ahora se dio vuelta la tortilla. Ahora no le vamos a pedir plata a nadie, los que ponemos los dólares somos nosotros, los argentinos".