El Gobierno español acordó este sábado solicitar al Senado autorización para destituir a todos los miembros del Govern catalán al amparo del artículo 155 de la Constitución española.

Además, entre las medidas principales, se acordó la celebración de elecciones en el plazo máximo de seis meses. La facultad de disolver el Parlamento de Cataluña para convocar esos comicios corresponderá a Mariano Rajoy, quien espera que esto sea posible en cuanto se recupere la normalidad.

Los plazos fijados por el Gobierno en el escrito remitido al Senado llevan hasta el 20 de junio como el último día para la celebración de elecciones autonómicas en Cataluña.

Asimismo, se solicita limitar las funciones del Parlamento catalán para que no pueda proponer candidato a la Presidencia de Cataluña ni pueda celebrar el debate y votación para su investidura mientras estén vigentes las medidas propuestas.

El ejercicio de las funciones de los consellers se encargará a los órganos y autoridades que designe el Gobierno español, aunque la idea es que las competencias las asuman los ministros del Ejecutivo central.

Todos los departamentos están afectados, entre ellos vicepresidencia, Economía y Hacienda, Interior, Justicia, Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales, Enseñanza, Gobernación, Trabajo, Agricultura y Pesca.

El ejercicio de las funciones del Govern recaerá en el órgano que designe el Senado y el Parlament no podrá adoptar iniciativas contrarias a la Constitución ni al Estatuto, mientras que el Gobierno tendría un plazo de 30 días para ejercer su derecho a veto.

El parlamento de Cataluña, según Rajoy, ejercerá la función representativa que tiene encomendada "para garantizar el pleno respeto al Estatuto y la Constitución".

Rajoy argumentó que los objetivos de estas medidas son volver a la legalidad, restablecer la normalidad y mantener la recuperación económica.

La aplicación del 155 y de las medidas contenidas en el acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros se mantendrán vigentes y serán de aplicación hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno de la Generalitat.

Puigdemont podrá comparecer en el Senado para exponer sus alegaciones a las medidas entre el próximo martes y el jueves 26 de octubre, según el calendario aprobado por la Mesa del Senado español. Éste se reunirá en plano el viernes 27 por la mañana, lo que ya permitiría al Gobierno aplicar el 155 por la tarde.

En una comparecencia en el Palacio de la Moncloa tras la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros del sábado, Rajoy recordó que Puigdemont ha tenido muchas oportunidades para evitar la aplicación del artículo 155, la última, la respuesta al requerimiento que le envió el Gobierno.

"Mi único temor como presidente del Gobierno español es no cumplir con mi obligación", subrayó al ser preguntado sobre si temía las protestas que en Cataluña está generando el cese de Puigdemont.

Rajoy volvió a agradecer al PSOE y Ciudadanos su apoyo a las medidas aprobadas en el Consejo de Ministros para aplicar en Cataluña el artículo 155, un apoyo que, dijo, no es solo al Ejecutivo sino al propio Estado de derecho.

El presidente recalcó que no interpreta éste como un apoyo al Gobierno sino "como un apoyo a la ley, al Estado de derecho y a la Constitución". Supone además, ha añadido, un apoyo de esos dos partidos a los valores en los que creen los españoles y que han hecho "grande" este país.

Por otra parte, Rajoy también envió un mensaje de tranquilidad a los catalanes en un momento "difícil" y "complicado" pero que entre "todos juntos" se logrará superar: "Todo se arreglará, sin más daño para nadie", dijo. El mandatario abogó por trabajar "con normalidad" y recuperar la "concordia" y la "buena convivencia" entre todos los catalanes.

"No quiero que se vayan más empresas, ni más depósitos. Podemos estar tranquilos porque esto se arreglará y sin más daño para nadie", remarcó.

Añadió que el Gobierno va a trabajar porque todos los catalanes, independientemente de lo que piensen y opinen, "puedan volver a sentirse unidos y partícipes de un proyecto compartido de futuro, en Europa y en el mundo". Y ese proyecto, dijo, "se llama desde hace muchos siglos, España".