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El Gobierno insiste con el voto electrónico: ¿la del domingo fue la última elección con boletas de papel?

La iniciativa busca cortar, desde la óptica del Gobierno nacional, el sistema de clientelismo electoral que fundamenta el poder territorial del peronismo
24/10/2017 - 16:00hs
El Gobierno insiste con el voto electrónico: ¿la del domingo fue la última elección con boletas de papel?

Las elecciones legislativas nacionales del 22 de octubre fueron históricas porque, por primera vez desde 1985, un partido oficialista volvió a imponerse en los cinco distritos más grandes del país. 

Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Capital Federal y Mendoza fueron para Cambiemos, algo que no pasaba desde los comicios de 1985 con el ex presidente Raúl Alfonsín.

Pero si el macrismo, fortalecido por estos triunfos, logra concretar su anhelada reforma electoral, que incluye el voto electrónico, las elecciones del domingo pasarán a los libros de historia con mayor singularidad: serían los últimos comicios "analógicos". 

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue la primera voz de peso del Gobierno nacional en lanzar la advertencia: “Esperamos que esta sea la última elección con boletas de papel”.

“Hasta que no se modernice el sistema electoral, vamos a tener que convivir con estas demoras”, dijo Peña el domingo consultado por la hora de difusión de los primeros resultados.

“Esperamos que esta sea la última votación con este sistema, que prácticamente ya no se usa en ningún lugar del mundo”, sostuvo Peña en el centro electoral de Cambiemos en el predio Costa Salguero, en Buenos Aires, una afirmación incorrecta porque el soporte digital sólo está extendido en Brasil, Venezuela y la India.

Pero al día siguiente de la jornada electoral donde Cambiemos se impuso con más del 40% de los votos a nivel nacional, fue el propio Mauricio Macri quien en una conferencia de prensa advirtió que insistirá con la implementación del voto electrónico.

"El sistema actual es arcaico, espantoso y facilita la trampa", dijo el jefe de Estado en la Casa Rosada.

"Vamos a volver a la mesa, está sobre los temas que vamos a plantear con los gobernadores, con todas las autoridades. Tenemos que tener un sistema electoral del siglo XXI, que simplifique la vida de la gente", sentenció el mandatario. 

Al respecto, mencionó que Peña le mostró un video de mesas electorales en Formosa, repletas de diferentes boletas, la mayoría de ellas de listas que apoyan al gobernador de esa provincia, el peronista Gildo Insfrán.

¿La tercera será la vencida?

La nueva ofensiva que se registrará en los próximos meses por el voto electrónico será la tercera desde que Macri llegó a la Casa Rosada el 10 de diciembre de 2015.

Una de las principales derrotas parlamentarias que sufrió el macrismo en su primer año de Gobierno fue el rechazo del justicialismo en el Senado al proyecto de ley que instaura ese sistema para los comicios nacionales.

Sin embargo, durante el receso legislativo entre 2016 y este año, el Ejecutivo comenzó a negociar con diferentes facciones de la oposición para conseguir la sanción de una norma que permitiera probar el "sufragio digital" en algunos distritos, como la Ciudad de Buenos Aires y Salta, donde ya funciona a nivel local.

A este grupo quería sumar la provincia de Córdoba, donde la Legislatura aprobó el voto electrónico para ese distrito, aunque regirá recién en los comicios de 2019.

Sin embargo, esas gestiones también resultaron infructuosas. La propuesta del gobernador salteño, el peronista Juan Manuel Urtubey, era votar con el nuevo mecanismo pero sólo en dos jurisdicciones, la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Salta, y a modo de prueba piloto.

La condición de la Casa Rosada era que esta prueba se hiciera en el marco de una reforma del sistema electoral que generalice la plataforma digital en 2019 en todo el país.

La reforma electoral, que incluye el voto electrónico, suma otras cuestiones, como la eliminación de las candidaturas múltiples y de las colectoras.

Los dos distritos mencionados son los únicos de todo el país en los que ya se usa el sufragio digital en toda la extensión de sus territorios.

Movida estratégicaLa iniciativa busca cortar, desde la óptica del Gobierno nacional, el sistema de clientelismo electoral que fundamenta el poder territorial del peronismo.

En noviembre de 2016 el proyecto que había sido aprobado el 20 de octubre de ese año por la Cámara de Diputados fue a vía muerta por los senadores del Frente para la Victoria (FPV), en acuerdo con una docena de gobernadores peronistas.

Las posiciones en el Senado en torno de la reforma electoral son dispersas, aunque el siguiente cuadro cambiará a partir del 10 de diciembre con la nueva composición de la Cámara alta. La mayoría opositora del peronismo, clave para el funcionamiento de ese cuerpo legislativo, está dividida en tres grupos

• Un sector, encabezado por el kirchnerismo, rechaza la iniciativa por el hecho de que la impulsa el macrismo. A este grupo se suman senadores cuyos gobernadores (Tucumán, La Rioja, Formosa y Santiago del Estero) se oponen a cualquier cambio en el sistema de votación.

• Un segundo grupo, en rigor es unipersonal: es el senador salteño Rodolfo Urtubey, que apoya sin reparos el uso de la boleta única electrónica.

• El tercer grupo está compuesto por senadores que reconocen la necesidad de terminar con el sistema vigente, pero que no tienen una postura homogénea. Por ejemplo, hay quienes aceptan la impresión de boletas con pantalla táctil, pero rechazan el chip, y quienes quieren la boleta única de papel, como se usa en Santa Fe o Córdoba.

Cómo funcionaLa propuesta oficial consiste en una pantalla donde se puede elegir un candidato, una lista o cortar boleta, dependiendo de cuál sea la elección. 

El votante recibe un respaldo en papel que lo deposita en la urna, un comprobante que también contiene la información en un soporte digital, que sirve luego para hacer el recuento.

Para ello se compara la información almacenada de forma digital con la máquina que hace el escrutinio.

Rechazo de expertosEn 2016 ponencias de diferentes expertos informáticos explicaron en los debates en Diputados y en el Senado cómo se puede alterar la boleta única digital.

El 17 de noviembre de ese año, en el debate en comisión en el Senado, expusieron distintos especialistas, quienes demostraron en vivo la detección remota de grabación de chips RFID.

Por ejemplo, Javier Smaldone, programador y administrador de redes y sistemas, destacó que la boleta única de papel es el sistema utilizado por la “inmensa mayoría del mundo”, incluso por aquellos países que probaron opciones electrónicas y las descartaron. 

Este técnico señaló que de los 20 primeros países en desarrollo humano, sólo los EE.UU. utilizan computadoras para votar en el 30% de los condados.

“Si países como Holanda, Alemania y Austria prohibieron el voto electrónico, países como Australia, Irlanda y el Reino Unido lo evaluaron y descartaron usarlo, entonces ¿por qué elegimos votar como Venezuela, la India y Brasil, los únicos países del mundo que hacen lo que el oficialismo quiere hacer en 2017? ¿No les hace algo de ruido?”, se preguntó Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre.

El "ruido" señalado por Busaniche se convierte en ensordecedor ante las denuncias que provienen desde los opositores al “e-voto” cuando se plantean los riesgos de esta plataforma electrónica electoral.

Smaldone advirtió que la emisión del voto por medios informáticos “abre las puertas a nuevas formas de violación del secreto, y a mecanismos que permiten determinar (con o sin la voluntad del elector) cómo se ha votado”. 

Al respecto, recordó que desarrolló y mostró una aplicación que corre en celulares y que permite determinar si se ha votado por determinado partido

Esta aplicación funcionó en los sistemas usados en Salta y la Ciudad de Buenos Aires, “proveyendo un mecanismo efectivo para la compra de votos”.

Nicolás Wolovick, doctor en Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional de Córdoba, advirtió que “con muy poca energía debidamente aplicada, se puede cambiar el resultado de toda la elección. Con la boleta de papel al menos hay que prenderle fuego a miles de urnas y eso requiere mucha coordinación”.