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El "lado B" de las tasas altas: bicicleta financiera, crédito caro y suba del dólar menor al í­ndice de precios
01/11/2017 - 12:06hs

Como en cada retoque de tasas de interés desde que asumió en su cargo, Federico Sturzenegger genera polémica

Si bien había algunos indicios de un posible endurecimiento monetario luego de las elecciones -por el repunte de la inflación de septiembre-, lo cierto es que buena parte del mercado se declaró sorprendido

En realidad, el celo del titular del Banco Central por combatir el alza de los precios ha despertado elogios, pero el temor que muchos han dejado entrever se vincula a los "efectos secundarios" que trae la suba del costo del dinero.

Es que el remedio que utiliza es demasiado potente para una economía que recién empieza a dar señales de mejoría luego de una prolongada recesión.

Por lo pronto en la City -y en atención a lo que marcan los antecedentes de este tipo de medidas-, hay temor ante una creciente especulación financiera, el desestímulo a la producción y mayor atraso cambiario.

Sucesos que, por cierto, ya han ocurrido en la Argentina en anteriores oportunidades, cada vez que se favoreció la "bicicleta".

El mercado también considera que el anuncio de la suba de la tasa de referencia, hasta el 27,75% anual, puede jugar en contra de la evolución de indicadores clave como el consumo, consecuencia del encarecimiento del crédito

Puertas adentro del equipo económico, este es uno de los puntos más difíciles de asimilar, ya que este indicador -uno de los más sensibles a nivel social y político- recién había empezado a reaccionar tras un año y medio en caída.

Los analistas consultados por iProfesional consideran que el "golpe" en la decisión de la entidad monetaria fue de tipo comunicacional, por lo inesperado y fuera de "timing" de este ajuste. 

Lo extraño es que, en términos financieros, el efecto de la suba tuvo lugar semanas atrás. Es decir, las tasas que miran en la City ya se habían posicionado en niveles superiores al 27% en los meses previos.

Es por eso que no se entendió que el BCRA sostuviera al tipo de interés de referencia (la de los pases a siete días) por debajo de ese nivel hasta el martes posterior a las elecciones.

La lectura de los inversores es que lo mantuvo sin cambios durante seis meses por una decisión estrictamente política, para no generar ruido en la previa electoral, mientras que la tasa que se pagaba efectivamente en el mercado sí se iba modificando con el correr de los días.

"Da la sensación que Sturzenegger esperó a que pasen las elecciones para acomodar y reordenar la política monetaria, que se había desacomodado cuando subían las Lebac", reflexiona Gabriel Caamaño Gómez, economista de la Consultora Ledesma.

"En el fondo, implícitamente está reconociendo que antes no lo hizo por un tema electoral, ya que hacía rato no acompañaban las expectativas y metas de inflación", completa.

Más allá del aspecto político, existen otros efectos que guardan relación directa con el alza de la inflación y la imposibilidad del BCRA para poder domarla.

En este sentido, el dato clave fue que en septiembre el índice de precios fue de 1,9%, el nivel mensual más alto desde abril.

Entre las justificaciones oficiales al encarecimiento del costo del dinero, el BCRA hizo referencia a que la velocidad en la baja de la inflación resultaba insuficiente.

También aseguró que el incremento en los combustibles, superior al esperado, llevó a que "la entidad induzca al resto de los precios a aumentar a un ritmo menor para compensar dicho efecto".

En este marco, los principales "efectos colaterales" que los analistas identifican como riesgosos son:

-Atraso cambiario

La suba de tasas estimula el movimiento de capitales desde el mercado de cambios hacia los activos en pesos.

Esto, en un contexto como el actual, puede acentuar el atraso cambiario, uno de los temas que más preocupa a las industrias y a las economías regionales.

"Con la economía creciendo y una política monetaria que sigue subiendo tasas para contener las presiones inflacionarias, la apuesta más clara para el inversor sigue pasando por el carry trade", indican desde el fondo de inversión Consultatio.

-Bicicleta financiera

Con los mayores niveles de intereses ofrecidos en pesos y un tipo de cambio que se mantiene amesetado, la "bicicleta financiera" vuelve a estar a la orden del día.

Esto es, desarmar posiciones en dólares, pasarse a activos en moneda local (para aprovechar los altos tipos de interés) y, con lo obtenido, recomprar más billetes verdes.

Con este simple pase, los inversores logran una rentabilidad en moneda dura cercana al 10%, difícil de hallar en otras partes del mundo. 

Según el mercado de futuros, el tipo de cambio avanzará cerca del 19% en los próximos doce meses, varios puntos por debajo de la rentabilidad que están ofreciendo las tasas en pesos.

-¿Un "pass through" de tasas?

Los pases pasivos son operaciones en las que el Banco Central le vende bonos a los bancos para, días más tarde, recomprar una determinada cantidad a un valor ya convenido.

La diferencia entre el precio de venta y el de recompra es, justamente, lo que define la tasa de interés de esta operatoria.

El hecho de que las Lebac paguen un poco más que los pases pasivos hace que: 

- Los inversores quieran cambiar parte de sus tenencias (es decir, más Lebac y menos pases).

- Esto, a su vez, le permite a Sturzenegger intervenir en el mercado secundario para ir equilibrando ambos rendimientos.

Al subir la tasa de referencia de los pases, el mercado interpretó que el Banco Central apuntaba a equipararla con la de las Lebac, que se hallaban por encima ese nivel. 

Sin embargo, el efecto inmediato fue el de un incremento en el interés que abonan estas últimas.

Así, en vez de equipararse, las tasas se movieron nuevamente al alza, lo que puede contribuir a bajar la inflación pero, a la vez, jugar en contra de la recuperación económica.

Este fenómeno dejó instalada la duda respecto de si la tasa de referencia provocó un "efecto contagio" sobre el resto de las variables.

- Crédito más caro, actividad anestesiada

A la hora de analizar otro de los efectos colaterales de una suba de tasas de corto plazo, uno de los temores clásicos es el encarecimiento del crédito, que afecta sobre todo a las Pymes

El hecho de que el repunte no sea de una magnitud importante y esté concentrado en plazos cortos puede atenuar esa consecuencia indeseada. Sin embargo, los economistas no descartan riesgos.

Por lo pronto, las tasas de los depósitos bancarios serían las que más rápidamente evidencien el impacto. Y, por el lado del costo de los créditos, la de los adelantos por cheques.

Para Gastón Rossi, director del Banco Ciudad, Sturzenegger pudo elevar el costo del dinero por el respaldo que le brinda la recuperación de la economía. 

"El alza aún no representa un riesgo de magnitud en las circunstancias actuales", señala.

- Más timba, menos economía real

En la relación tasas, inflación y actividad económica, los analistas creen que Sturzenegger deberá responder monetariamente a las subas de las tarifas de los servicios públicos. 

Es decir, advierten que deberá mostrarse firme en su rol de domar la inflación a partir de mantener alto el costo del dinero.

"La política monetaria debe ser más restrictiva para alinear expectativas, ahora hay cierto margen para endurecerlas", completa Rossi.

De cara a los próximos meses, que las tasas sigan por las nubes (para controlar la inflación) puede acrecentar el ingreso de dólares para la "bicicleta" financiera.

Según Rossi, esta mayor oferta de billetes verdes puede ejercer influencia en dos temas clave:

- Inducir al atraso cambiario

- Canalizar más dinero para la "timba" que para la economía real

Así, el Gobierno se toparía con una dificultad extra para hacer crecer la economía. Claro que hay algo que juega a su favor: el 2018 no será un año electoral.

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