iProfesional

Giacobbe: "No creo que Macri represente un nuevo liderazgo polí­tico "

Giacobbe: "No coincido en que Macri represente un nuevo liderazgo polí­tico ni creo que vaya por la reelección"
03/11/2017 - 10:54hs
Giacobbe: "No creo que Macri represente un nuevo liderazgo polí­tico "

Es de los analistas que no duda en recurrir al lenguaje coloquial para describir con contudencia - e ironía- a cualquier dirigente o situación política. Jorge Giacobbe, director de la consultora de opinión pública que lleva su nombre, nunca pasa inadvertido.

Muchas veces va contra la corriente, como cuando en disonancia con casi todos sus colegas aseguró, en una charla con iProfesional, que el presidente Mauricio Macri no es un nuevo líder político, que le resultará difícil encarar las reformas planteadas con un apoyo del electorado -que para él es de sólo el 20%- y que para advertir las dificultades que presenta la Argentina hay que tomar conciencia de que la gobernadora María Eugenia Vidal no puede vivir en su casa y debe hacerlo en una base militar.

-¿Cuál es la primera lectura que hace de los resultados de las elecciones del 22 de octubre?

-Todos los encuestadores dieron los mismos resultados. Es un hecho absolutamente excepcional. Pasó únicamente con la reelección de CFK. Quiere decir que la Argentina estaba fácil para leer.

El resultado electoral mostró dos cosas muy importantes: obviamente el fin de una era. En la medida en que Cristina no le sirve al peronismo para volver al poder no le sirve a nadie. De hecho, Cristina, más allá de 30, 60 días pasará de plumífera a ser Carlos Menem, y va a utilizar su influencia en el Senado sólo para extorsionar al presidente, a los empresarios y defender a sus hijos, no le interesa ninguna otra cosa. Ese es su final.

El otro tema es que Macri tuvo 40 puntos, pero a la mañana no a las seis de la tarde, porque la mitad del electorado del presidente no es mauricista, es anticristinista; con lo cual hay una mitad de su electorado que tiene que reformular su elección por él. Es gente que quería mucho menos a Cristina que cualquier desacuerdo que pudiera tener con Mauricio. Y una cosa es aumentar el gas si vas a echar a Cristina, y otra aumentar el gas ahora que la echaste. Son dos cosas totalmente distintas. Macri no tiene 40% sino 20% que adhiere y 20% al cual le cumplió el contrato, esto es esencial. Es un público que está dispuesto a escucharlo pero muchos de ellos tienen diferencias notables con sus puntos de vista, con su pasado y con su apellido.

La sociedad necesita una persona para cumplir un fin, como lo hizo Alfonsín con la recuperación de la democracia, Menem con la estabilización de la moneda, y así los que siguieron. Una vez que lo logra no le sirve para otra cosa. Hay que tener muy en cuenta esto. Esto es contrario con esta suposición de analistas y del periodismo que dicen que Mauricio ha ganado un poder enorme.

-¿No coincide con la visión de que se conformado un nuevo líder político?

-No, no coincido con eso ni tampoco con que va a la reelección. Esto no es un liderazgo político. Es la contratación de una fuerza para un objetivo determinado que era terminar con el kirchnerismo. Ese contrato está cumplido. Hay un crédito a su favor con la gente que es mauricista. A los que no lo son les puede hacer otra promesa y esa otra promesa que necesita urgentemente es la reforma laboral, impositiva, la coparticipación federal y la lucha contra el narcotrafico. Ha levantado cuatro banderas pero observo que ninguna de esas cuatro luchas se puede hacer con 20 puntos.

-Más allá del caudal electoral, Cambiemos aglutina a distintas fuerzas. ¿Cómo ve la articulación a futuro de esas fuerzas, se puede consolidar?

-El motivo principal por el cual Macri fue contratado por esta sociedad está cumplido. Fue contratado para terminar. Carrió logra la trascendencia que logra como contrafigura de Cristina. Con Cristina terminada finaliza el motivo de existencia de esas figuras. Ahí está esencialmente el riesgo. O encuentra otras razones para enamorar o le van a decir chau.

-¿Es posible saber qué demandas vienen hacia delante de parte de la sociedad?

-Las reformas que propone son aciertos. ¿Pero se pueden dar esas luchas con 20% del electorado? No. Tampoco con 40%. Porque encima las lanza en simultáneo. Con la reforma laboral va a tocar los intereses de los gremialistas, con los impositivos va a tocar los de los empresarios, con la coparticipación los de los gobernadores, y la lucha frontal contra el narcotráfico tocará los intereses de las mafias. El lo plantea todo al mismo tiempo, pero con ese porcentaje no se puede dar esa lucha ni siquiera de a una. Creo que Macri es un abridor, un aperturista, un tipo que nos viene a hacer un planteo que no piensa protagonizar él.

-¿Y quién podría protagonizar ese liderazgo?

-Bueno, esa es una pregunta para videntes. Una cosa es que él se vea como el redentor de la Argentina y otra que se vea como el aperturista, el que organice. El domingo a la noche escuchamos algo nuevo para la Argentina que es esto de "juntémosnos, pongámosnos de acuerdo". Esta expresión, protagonizado por la generación que hoy gobierna, que es la de nuestros hijos, es exactamente contraria a la de nuestra generación caracterizada por eliminar al rival, al que no piensa como uno, los 70 avala el kirchnerismo con la pistola arriba de la mesa.

La generación de ahora es distinta: no le importa de dónde viene cada uno pero sí hacia dónde va. Pueden sentarse unos con otros, no hay dramatización política, ninguno nació ni radical ni peronista ni nada y eso les da una enorme amplitud mental. No es como cuando en casa mamá decía acá somos radicales o peronistas. Estos chicos, por suerte, están liberados de eso de modo que en cada elección van a votar lo que les parezca. No tienen ningún problema en sentarse con un radical, un peronista, un troskista y me parece que ahí hay un salto hacia la civilización enorme.

La duda es si Mauricio es el último de esa generación o el primero de ellos. Yo digo que es el último de nosotros. Que abre las puertas. Pero no es el gladiador. Es el que invita a la sociedad a vernos de otra manera. Si uno toma en cuenta que estas luchas a las que está lanzado son imposibles solo desde Cambiemos me parece que no es difícil pronosticar que Macri no se va a presentar a la reelección.

Recambio generacionalGiacobbe da a entender que su sucesor saldrá de la generación joven que lo rodea. Está convencido de que el recambio generacional en la política ya comenzó. Cree, con alivio, que la generación a la que pertenece está terminando, a la que responsabiliza de convertir el 75% de clase media que había hace 40 años atrás en el 60% de clase pobre actual.

Muy crítico de su generación, el analista califica como "brutal" su aporte al país. Le atribuye la destrucción de la educación pública, los hospitales, los partidos políticos, la crisis de deuda y el auge de la droga. "Fuimos los demoledores de la Argentina. No es fácil transformar 75% de clase media en 60% de pobres", afirma.

-¿Fue sólo esa generación?

-Hay una permisividad social, y una responsabilidad dirigencial al punto que cuando caminamos la Argentina nos damos cuenta de que una parte ya no se parece a nosotros. Gran parte de la sensación de inseguridad es una cuestión estética. Uno se asusta de lo que ve. Por nuestra actividad caminamos cuadras y cuadras donde las personas no tienen más de tres dientes, se ve el deterioro, y entonces cómo volvemos de eso, de un país que en los ´70 tenía 98% de asistencia a las escuelas y ahora tenemos 53 por ciento.

-¿En este contexto cómo ve al peronismo?

-Creo que se va a transformar inmediatamente. El peronismo es la vocación por gobernar. Lo que caracteriza al peronismo es que le interesa muy poco de la mano de quién sino estar en el poder. Imagino una gran interna no muy tardía entre (Juan Manuel) Urtubey, (Sergio) Uñac, (Florencio) Randazzo y un par de emergentes más.

-No le ve mucho margen a Massa...

-No lo veo a Massa en ningún lado. Massa es como de Narváez, se borró solo. Hemos venido insistiendo durante años en esta cuestión de la vereda del centro, nunca existió, nos dio siempre 10 puntos. Los encuestadores han mentido mucho con eso, los medios también mintieron mucho, nunca llegó a 30 o 40 puntos. No es que sea Massa, es que no hay espacio para una tercera discusión. Lo que decidió la Argentina es estar en el pasado o en el mañana. Toda la discusión es sobre el pasado o sobre el mañana.

-¿El peronismo se va reconfigurar?

-Inmediatamente, no hay otro destino para ellos. Van a tener momentos de turbulencia, ha empezado lo que se llama la corriente del disimulo donde todos empiezan a disimular en dónde estuvieron y en 60 o 90 días ya nadie va a hablar de en dónde estuvo, van a hablar de en dónde quieren estar.

-¿El acuerdo convocado por Macri permitirá pensar en un proyecto colectivo?

-No actuar, pero sí pensar, porque todo el mundo va a querer quedar bien. Nadie va a querer quedar como un animal. Van a haber igual animaladas, va a haber violencia también porque tenemos que pensar que si Macri convoca a los gremialistas para la reforma laboral le va a quitar algún privilegio.

La izquierda es la que está combatiendo desde hace años en los gremios y pienso que la izquierda se va a poner más violenta y que van a haber casos extremos de violencia. Cuando Perón no hizo lo que ellos querían le mataron a Rucci, le mandaron una foto con el apuntado con un fusil y a los 60 días pasaron a la clandestinidad. Son la dirección del kirchnerismo. Me parece que ya tenemos señales muy claras de lo que está ocurriendo en la Patagonia, asesorados todos por especialistas, me parece que hay señales muy claras con lo que ocurrió con Esteche, acuchillado por su propia tropa. ¿Y por qué lo acuchillaron? Porque se está discutiendo hasta dónde ir: un grupo dijo hasta acá y otro grupo dijo no, va a aparecer la violencia.

-¿Este discurso del Gobierno de decir "la verdad" permite plantarse mejor frente a las cosas que hay que empezar a resolver?

-El gobierno dice las verdades que le conviene decir. Porque tiene la responsabilidad de gobernar y hacerlo gobernable. No hay forma de arreglarlo si no lo miramos así. Por eso la gobernadora vive en una unidad militar.

Empecemos a analizar a la Argentina desde ahí. Si nos dejamos llevar por entusiasmo del ambiente financiero porque sube la bolsa estaremos entrando otra vez en la boludez. Esto no es un tema de tener 50 lucas más en la caja de seguridad. Si no arreglamos el 40% del trabajo en la Argentina estamos todos muertos. Si un tipo manda a su hijo a una universidad de $20.000 por mes y lo matan por un par de zapatillas estamos perdidos. No tenemos la inteligencia siquiera para que estén todos los pibes en el colegio y puedan comer.

Creo que tenemos que arreglar lo que tenemos que arreglar. La Argentina tiene que ser un país donde todo el mundo coma, donde todo el mundo estudie, ahí empieza la competencia, y donde el tipo que esté representando al Estado pueda vivir en su casa. Si lo tenemos que tener rodeado de 50 gendarmes es porque esto es una mafia fenomenal que puede amenazar sin ningún tipo de problemas a la misma gente que elegimos para representarnos. Si no arreglamos eso no me parece que sea de festejar tener 50 lucas más.