El exministro de Economía, Ricardo López Murphy, se mostró optimista respecto al ambicioso plan de reformas del presidente Mauricio Macri.

Aseguró que el gradualismo no es la solución para combatir el "desequilibrio" que padece la economía nacional dado que implica "un costo mayor" por la consecuente acumulación de deudas e intereses que esta opción conlleva.

"Se ve que el país en su mayoría simpatiza con la idea de hacer el camino más costoso y riesgoso", criticó, luego de aclarar que "el gradualismo no es una cuestión política sino técnica" y que "una hiperinflación no se puede parar gradualmente".

Para el economista, la Argentina "se enfrenta a dificultades serias" como resultado de "una herencia complicada" dada por las medidas populistas que se sucedieron durante muchos años, "14 años de hacer las cosas al revés" y un "terrible shock" que recibió Sudamérica a mediados de 2014, que bajó los precios entre 20% y 40%, señaló en diálogo con LN+.

Además, López Murphy atribuyó esta dificultad a la "fragilidad política inicial" y a la "dificultad conceptual para comprender los problemas", cuestiones que limitaron el accionar del gobierno.

Según explicó el exministro de Fernando de la Rúa, los anuncios dados por el Presidente "en una manera extremadamente moderada", van a atender los mayores problemas del país.

"Apuntan a resolver un enorme desequilibrio fiscal, una muy baja inversión, una economía con la mitad de la población en el sector privado informal -es decir, no integrada al circuito moderno de la producción- y el hecho de que hace 9 años que no crece el ingreso per cápita".

De esta manera, analizó una a una las propuestas de la reforma y señaló que, si bien apuntan a incrementar la inversión, son "insuficientes". A continuación, opinó: "Hay medidas muy favorables al empleo de gente de bajos salarios que es la zona que está más cercana a la informalidad, pero a costa de castigar duramente a los sectores de altos ingresos".

López Murphy también aclaró que las medidas propuestas implican una baja en los impuestos pero se preguntó: "¿Qué hacemos con el déficit que tenemos?". Y, finalmente, criticó el modo en que "se impone a las personas físicas a invertir en el sistema financiero y en bono de la deuda pública" al explicar que "el sistema financiero es extremadamente pequeño".

De todos modos pese a las críticas, el economista se mostró optimista con la situación económica y señaló que "las circunstancias internacionales son favorables".

Para él, el mundo "nos mira" y hay dentro de la sociedad argentina la percepción de que "hay una oportunidad". Resumió: "Hay un clima dentro y fuera del país muy predispuesto a que hagamos los movimientos correctos".