El Banco Central decidió suspender por treinta días las operaciones del Banco Finansur, la entidad de Cristóbal López, debido al incumplimiento en los plazos en el plan de recapitalización acordado con la entidad.

La entidad había presentado en mayo pasado un plan para resolver sus problemas de liquidez y solvencia, algo que venía desde hace tiempo y era razón por la cual López le puso el cartel de venta al Finansur (sin demasiado éxito) en el último tiempo. 

La tarea de sanear la entidad y encontrarle comprador recayó en manos de Martín Redrado, el ex titular del Central y exponente massista, quien colocó a su equipo en el Finansur. Tan es así que el actual presidente del banco es Juan Basco, un histórico jefe de la mesa de dinero del BCRA, y Omar Planes (otro ex Central) como vice.  

Ahora, Finansur tiene 30 días para cumplir con su plan inicial para levantar la suspensión. En caso de que no haya avances, el Central podría prorrogar la veda, algo que -se sospecha- no debería pasar si el management actual mueve las fichas.

Claro que la entidad, al tener dueños cuyos negocios están ligados a la industria del juego, tienen restricciones mayores.

¿En qué cambia operativamente la suspensión del Finansur? Fuentes del Central explicaron a iProfesional que todo lo que sean operaciones transaccionales siguen vigentes. Léase, retirar el sueldo acreditado, la jubilación o lo que sea. También el cliente del banco puede seguir operando con las tarjetas de crédito emitidas por esa entidad. 

Pero, lo que se congelan son los depósitos como tampoco se pueden hacer nuevas colocaciones. Por ende, quienes tienen algún plazo fijo en el Finansur, deberán esperan a que se levante la suspensión para poder retirarlos. 

"El banco sigue abierto y las autoridades vigentes siguen al mando tal cual está ahora", indicó la fuente del BCRA.

El impacto sobre el sistema financiero es nulo. Finansur tiene diez sucursales y rankea 61 de 78 en términos de activos al sumar tan solo $ 1.868 millones.

Tiene depósitos totales por $ 1.197 millones a través de 2.458 plazos fijos realizado por individuos. Ergo, el peso de la entidad no mueve la aguja. Pero, como dato, el Central no tenía que suspender un banco comercial desde la crisis del 2002 (si bien sí lo hizo con casas de cambio).

La historia de Cristóbal López con el Finansur data de 2012, cuándo el empresario kirchnerista y su socio Fabián De Sousa compraron el 70% del paquete accionario, pero recién en 2015 el Banco Central aprobó la operatoria. 

Pero la entidad estuvo siempre manchada mediáticamente, algo que dificulta su venta. Hace unos meses el valijero arrepentido Leonardo Fariña había dicho que Lázaro Báez había intentado comprar el Finansur, antes de que se lo quedará López, durante el 2011 para "lavar millones de dólares".

Actualmente, tanto Redrado como otros "economistas con llegada" están buscando encontrarle comprador para que López y De Sousa salgan de la sociedad, tarea para nada sencilla en medio de la crisis que viven los activos del empresario kirchnerista caído en desgracia.