Después del escándalo del "dieselgate", que costó varios millones a la automotriz alemana, la marca diseñó un ambicioso plan a futuro, en el cual la Argentina ocupa un lugar privilegiado.

La semana pasada, la marca anunció el desembolso de u$s650 millones en el país, los cuales serán destinados a la fabricación de dos modelos.

Uno de ellos es un nuevo SUV, que si bien no fue confirmado, se estima que podría ser el Tharu; mientras que más adelante llegará otro modelo.

Esta posibilidad de ampliar la producción en el país se da gracias a la instalación de una nueva plataforma, la MQB, que tiene la ventaja de poder adaptarse a diferentes modelos.

Por otro lado, los planes de crecimiento también miran de cerca a Brasil, donde la marca presentó ayer el nuevo Virtus, la versión sedán del Polo de nueva generación, que guardó la vieja denominación para el hatchback.

Esta apuesta, entre otras cosas, tiene como objetivo recuperar terreno frente a General Motors y Fiat en el mayor mercado automovilístico de Sudamérica.

La fabricante alemana dijo que el lanzamiento del nuevo modelo en Sao Paulo es parte de un plan de inversión de unos u$s2,120 millones para desarrollar 20 nuevos modelos en Brasil para el 2020.

Volver a obtener ganancias en países como Brasil, Estados Unidos y Rusia es vital para Volkswagen, que busca revivir su principal marca VW, que representó más de la mitad de los 7.8 millones de vehículos que vendió el grupo en los nueve primeros meses del año, pero solo el 19% de la ganancia subyacente.

"Haremos todo lo posible en los próximos años para recuperar la posición de liderazgo de VW" en Brasil, dijo el gerente de ventas de la marca VW, Juergen Stackmann.