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El CEO de Acindar, optimista: "La obra pública ya empezó a derramar a otros sectores de la economí­a"

El principal ejecutivo de una de las empresas más importantes dice que hoy las firmas se financian a más largo plazo, mientras que antes todo era a un año
23/11/2017 - 11:02hs
El CEO de Acindar, optimista: "La obra pública ya empezó a derramar a otros sectores de la economí­a"

El CEO de Acindar está feliz. Lo cual ya es todo un indicador económico: el sector siderúrgico es uno de esos que funcionan como "locomotora" para una cadena de pequeños negocios vinculados. Y no oculta su optimismo sobre la fuerza de la recuperación económica.Acindar nació en Argentina hace 75 años, y hoy forma parte del Grupo ArcelorMittal, el primer productor mundial de acero, que tiene operaciones en más de 60 países y genera unos 100 millones de toneladas al año, lo que representa aproximadamente el 10% de la producción en todo el planeta.

A nivel local, tiene presencia con plantas en cinco ciudades, donde fabrica este metal para construcción, industria y agro.

José Giraudo, CEO de Acindar, dialogó con iProfesional respecto a la coyuntura argentina, el Gobierno y las perspectivas que tiene.

"Hay una recuperación notable de la actividad económica durante el año, que en parte se debe al gran crecimiento de la disponibilidad de herramientas financieras para las pymes que ha facilitado el Gobierno", comienza.

-Se lo nota optimista con la economía Argentina...

-Definitivamente. Hemos visto un año donde la actividad económica ha ido creciendo sostenidamente trimestre a trimestre. Para Acindar, arrancaron los primeros tres meses del 2017 con cierta timidez, pero en el segundo y tercer trimestre se ha demostrado un crecimiento de forma muy significativa.

-¿Cuáles son las causas a las que atribuye este buen panorama?

En primer lugar, esto fue por la inversión en infraestructura del Gobierno, que claramente fue el driver/motor principal de la demanda durante el segundo trimestre y mitad del tercero. Lo sigue siendo ahora, pero lo positivo es que esto se ha empezado a derramar a otros sectores de la economía.

En las últimas ocho semanas hemos empezado a ver una profusión de emprendimientos privados de construcción, en distintas zonas del país.

Y a medida que el impulso que da la obra pública y la infraestructura se empieza a desparramar en emprendimientos mucho más pequeños, es mucho más saludable. Quiere decir que hay una multitud de emprendedores que estaban retenidos en su decisión de invertir y que ahora encuentran un ambiente adecuado para comenzar con nuevos proyectos. Desde ese punto de vista es que somos muy optimistas.

-¿De qué forma palpable ustedes están confirmando esta tendencia?

-Un indicador de confianza es la naturaleza de las operaciones financieras que vienen a garantizar las pymes a nuestra Sociedad de Garantías Recíprocas (Acindar Pymes), ya que los préstamos han dejado de ser de corto plazo -que era el caso del descuento de cheques de hasta un año-, para pasar a ser de mediano y largo (36 meses).

En resumen, quiere decir que las pymes están apostando a otra cosa, a hacer un proceso de inversión, como ampliar capacidades productivas, tecnificarse, y creo que ese es el gran signo diferenciador de la situación actual de la economía.

De hecho, hoy el 70% son operaciones a mediano o largo plazo, y 30% de corto, mientras que hace pocos años atrás el 100% era a tan solo un año.

-¿Qué condiciones existen en el país que llevan a que se invierta más?

-Todo el conglomerado económico, empresas grandes y pymes, están con una confianza creciente en el rumbo económico del país. Confianza que se sustenta en la naturaleza de las medidas que está tomando el Gobierno actual para promover un desarrollo sustentable, y que son coherentes de como nosotros vemos hoy que el mundo está logrando un mayor desarrollo.

Por ende, las empresas extranjeras están mirando ahora a la Argentina como un lugar posible para invertir, y que vale la pena apostar. Nosotros ya hicimos hincapié en eso el año pasado y estamos preparados para hacer frente a un crecimiento en la demanda, pero cuando vemos que el Estado invierte en obra pública, que es un motor inicial y enorme, al mismo tiempo se van desregulando otros mercados que permiten a los emprendedores materializar sus proyectos, como es la plaza financiera, ya que empieza a haber financiamiento disponible.

-¿Cuáles son los aspectos que generan que aun el despegue no sea tan abrupto?

Todavía debe reducirse el costo del dinero, porque también debe reducirse la inflación, pero empiezan a haber herramientas para financiar proyectos de crecimiento y desarrollo. Todo el mundo se va animando un poco más, y se van contagiando y van tomando decisiones. Es parte de un círculo virtuoso que hoy estamos creando en la Argentina y en el que colabora el Gobierno y el sector privado. Asi estamos poniendo la rueda andar.

-¿Qué opina de la reforma impositiva?

Hay que ver cómo termina saliendo la reforma en el Congreso, pero hay cuestiones que trata que son muy interesantes, como la reducción del impuesto a las ganancias en caso de haber una reinversión de las utilidades, algo que me parece un gran tema. Al igual que la reducción de los ingresos brutos.

-¿Cómo los afecta la inflación actual y las tasas altas?

Creo que la inflación sigue siendo un problema y eso está vinculado al déficit fiscal. Pese a esto, personalmente creo que el enfoque gradualista ha sido el correcto. La mejor política económica es la sustentable. Creo que lo transcurrido en estos casi dos años del Gobierno lo demuestra y los resultados de las elecciones legislativas del 22 de octubre son aleccionadores en ese sentido.

-Acindar es una gran empresa exportadora, ¿los afecta el tipo de cambio planchado?, aunque el nivel de exportación también está vinculado a otras actividades que tiene la empresa en otras partes del mundo. Por ejemplo, en la región, Brasil está con un nivel de actividad complicada.

Pero sí, el tipo de cambio es una variable que miramos con atención, yo creo que a la competitividad argentina nos tenemos que acostumbrar a verla desde tres pilares: eficiencia del Estado, eficiencia de las empresas y un adecuado set de precios relativos.

-¿Cómo es eso?

El Estado tiene que hacer sus deberes en mejorar eficiencia de infraestructura, impuestos, legislación laboral, entre otras cuestiones que inciden en la producción. Lo mismo las empresas, tienen que invertir para ser más eficientes. Pero ninguna de estas dos cosas va a compensar las diferencias en la evolución del tipo de cambio y la inflación.

Las diferencias entre estos últimos dos aspectos tienen que ser razonables y, de alguna manera, la conjunción de todas las patas mantendrá la competitividad de las empresas argentinas.

-¿Y cuál es el valor de dólar que usted prefiere?

Es muy individual mi opinión ya que responde a mi sector, y no refleja cuál es el tipo de cambio ideal para el país. No es adecuado que ponga un número.

-¿Qué opina de los niveles actuales de inflación y el no cumplimiento de las metas del Banco Central?

La inflación es alta, pero hay que reconocer que viene descendiendo, eso es lo más importante.