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Entre los datos obtenidos figuraban correos electrónicos, números de teléfonos, direcciones postales y números del carnet de conducir de los choferes
23/11/2017 - 13:55hs
Grandes cambios en la revolucionaria Uber.

En octubre del año pasado un grupo de hackers logró acceder a la información de más de 57 millones de clientes y conductores de Uber.

Entre los datos obtenidos figuraban los correos electrónicos, los números de teléfonos, las direcciones postales o los números del carnet de conducir en el caso de los trabajadores del servicio de transporte.

En el punto de mira de las autoridades estadounidenses por varios escándalos relativos al uso de datos personales de sus clientes, los entonces responsables de la compañía -con su fundador, Travis Kalanick, al frente- prefirieron ceder a las demandas de los atacantes antes que añadir un grave incidente de seguridad a la negativa cobertura mediática que la compañía recibía esos días.

Uber pagó 100.000 dólares por el silencio y disfrazó la cantidad como una "recompensa" por descubrir un agujero de seguridad. 

Estas recompensas son habituales entre las grandes empresas tecnológicas. Funcionan como un incentivo para que los hackers comuniquen a las compañías los fallos de seguridad que han pasado desapercibidos en vez de venderlos al mejor postor en diferentes foros de seguridad. Las compañías pueden trabajar así en un parche que solucione el problema antes de hacerlo público.

Uber no contaba con uno de estos programas de recompensas en el momento del ataque y a pesar de que está obligada a publicar vulnerabilidades de seguridad ante los organismos estadounidenses de protección de datos, jamás reportó el suceso.

Los hackers consiguieron acceso a los datos gracias a un despiste de los ingenieros de la compañía, que dejaron las credenciales de acceso a sus bases de datos -alojadas en la infraestructura de Amazon Web Services- en el código fuente de la aplicación.

Los atacantes sólo tuvieron que ingeniárselas para entrar en el repositorio de este código, alojado en el popular servicio GitHub y usar esas credenciales para acceder a los datos.

Uber asegura que los números de tarjetas de crédito o los datos de los viajes realizados por los clientes no se han visto afectados.El fallo le ha costado el puesto al responsable de seguridad de la compañía, Joe Sullivan, que se unió a Uber en el año 2015.

Su gestión ha estado plagada de errores y decisiones polémicas que han afectado de forma severa a la imagen pública de la compañía y que desde el mes pasado son el foco de atención de la junta directiva de la empresa.

El nuevo presidente de la compañía, Dara Khosrowshahi, tendrá que hacer frente ahora a una investigación formal por parte de la fiscalía del estado de Nueva York anunciada tras conocerse los detalles del ataque y una demanda colectiva que un usuario del servicio ha puesto ya en marcha. "Nada de esto tendría que haber ocurrido y no voy a inventar excusas para justificarlo", dijo Khosrowshahi.