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Los delincuentes utilizan técnicas de persuasión, ingeniería social, por ejemplo, correos electrónicos o mensajería instantánea que envían a las víctimas
30/11/2017 - 14:27hs

Los niveles de cotización récord estos días del bitcoin, en torno a 10.000 dólares, con dos millones de nuevos usuarios al mes, dispararon el temor a un aumento de ciberataques para el robo de criptomonedas, mediante técnicas de ingeniería social y “phishing”, según expertos en ciberseguridad.

Aunque se trata del sistema más seguro que existe, con la red de computación más potente del mundo, por delante de Google, la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) y la CIA (la Agencia Central de Inteligencia), los ciberatacantes se aprovechan especialmente de las personas, a las que sonsacan sutilmente claves y credenciales personales, con las que robarles luego sus criptomonedas, cada vez más valiosas.

Para ello utilizan técnicas de persuasión, ingeniería social, por ejemplo, correos electrónicos o mensajería instantánea que envían a las víctimas, para hacerse pasar por personas conocidas o suplantando otras muchas identidades para alcanzar sus objetivos.

De poco sirve que los sistemas en los que se basa el bitcóin, como Blockchain, sean seguros si los usuarios no toman medidas básicas de protección para impedir que los cibercriminales les roben sus datos, advirtió a la agencia Efe el director general de Check Point para España y Portugal, Mario García.

No es el sistema, sino la persona “el punto débil”, habitualmente convertida en puerta de acceso del cibercriminal para sus ataques. Los ciberdelincuentes lo saben, y por esto “lanzan multitud” de ataques de “phishing” y de ingeniería social, con el objetivo de que la víctima les dé sus claves” añade el experto.

Dado que cada día es más común realizar pagos digitales con estas divisas, es de esperar que los ciberdelincuentes vuelquen sus ataques a los bitcoines.

Mayor atractivo para ciberdelincuentesTeniendo en cuenta que el bitcóin es más habitual y su uso se extiende por todo el mundo, su atractivo es cada vez mayor para los delincuentes, aseguran fuentes de la empresa de seguridad Kaspersky.

Para alterar la tecnología blockchain, los ciberdelincuentes deberían comprometer muchos cientos o miles de ordenadores a la vez; esta descentralización y cifrado hace que las criptomonedas sean resistentes a la manipulación.

Sin embargo, últimamente se observa un aumento en los ataques de “malware” o código malicioso dirigidos a diferentes tipos de criptomonedas y la tendencia parece que continuará, añaden desde Kaspersky.

Concebido como un sistema mundial, sin limitaciones regionales, su velocidad de funcionamiento es a golpe de “clic”: resulta tan rápido enviar dinero con este sistema como mandar un correo electrónico.

Conocido como “el oro 2.0”, el bitcóin se trata del sistema “más seguro” que existe, su código está en mejora continua por parte de expertos de todo el mundo y cada vez resulta más popular su uso por sus infinitas ventajas, aseguró Leif Ferreira, director general de la empresa Bit2Me, pionera por conectar por primera vez todos los cajeros de los bancos tradicionales en España a esta criptomoneda.

El responsable de esta empresa, dedicada a convertir euros en bitcoines y viceversa, explica que, al basarse en tecnología blockchain, todo el núcleo de contabilidad de esta divisa está replicado en miles de ordenadores del mundo: si uno falla o es atacado siempre permanecerá el resto para mantener el sistema.

No necesita bancos, ni gobiernos, sino que funciona directamente entre los usuarios, cuya privacidad está asegurada, lo cual es muy importante, aunque tiene el problema del atractivo que eso supone para muchos cibercriminales a la hora de ocultar su identidad, explicó.

Como todas las tecnologías, su utilidad puede ser buena o mala dependiendo de cada caso, añade el director general de esta empresa, que moviliza actualmente más de dos millones de euros mensuales, mientras que a principios de este año la cifra era de 150.000 euros al mes.

A mayor volumen de usuarios, dada su creciente popularidad, más posibilidades también de una mala utilización, aunque también aumentan al mismo tiempo las personas que actúan de buena fe.

“Es como los coches, cuantos más vehículos, más accidentes”, aunque los vehículos sean cada vez más seguros, precisó el responsable de Bit2Me.

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