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ARA San Juan se convirtió en tragedia: la Armada admite que ya no se podrá rescatar con vida a los tripulantes

El ARA San Juan se convirtió en tragedia: la Armada admite que no se podrá rescatar con vida a los tripulantes
01/12/2017 - 00:34hs
ARA San Juan se convirtió en tragedia: la Armada admite que ya no se podrá rescatar con vida a los tripulantes

"Se ha llegado al doble de la cantidad de tiempo en que era posible rescatarlos", sentenció este jueves el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, al dar a conocer el último parte sobre la búsqueda del submarino perdido ARA San Juan.

De esta manera, la fuerza naval argentina justificó el abandono de las expectativas de rescate de los 44 tripulantes, tras 15 días de rastreo aeronaval intenso en el Mar Argentino.

"El Ministerio de Defensa y la Armada Argentina continuarán con la siguiente fase: la búsqueda del San Juan en el lecho submarino", afirmó Balbi.

Horas antes, había llamado la atención de analistas y prensa el hecho que barcos con equipos de rescate de personal, como el Sophie Sem y el Skandi Patagonia, comenzaron a abandonar la zona de búsqueda dirigiéndose hacia el puerto de Comodoro Rivadavia.

Y en jornadas anteriores se habían moderado las patrullas aéreas sobre la zona, dándose ya por cierto que el San Juan no se encontraba flotando en la superficie, una de las hipótesis que se barajaron en los primeros días del operativo.

Según el parte oficial de la Armada se declaró "finalizado el caso SAR". El plan SAR (Búsqueda y rescate, Search and Rescue) tiene como misión ejecutar la búsqueda y salvamento de personas en riesgo "con el fin de preservar la vida en el mar", explicó el capitán Balbi, quien detalló que ahora se pasa a la fase de "búsqueda".

El vocero naval aclaró que todavía se seguirá realizando el rastreo en la zona delimitada en base a la información provista por dos organismos internacionales que detectaron una anomalía hidroacústica consistente con el escenario de una explosión.

El supuesto accidente del San Juan disparó un colosal operativo internacional de búsqueda y rescate en el que participaron cerca de 4.000 personas y unos 30 aviones y barcos de Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Chile, entre otros países.

A partir de este jueves, la búsqueda de los restos se mantendrá, pero sin los equipos necesarios para rescatar a personas con vida.

Muchos de los familiares de los tripulantes, que esperaban al submarino en la ciudad turística de Mar del Plata -a la que debió llegar hace 10 días-, ya habían dado por muertos a los marineros. Sólo unos pocos seguían en la base naval local con la esperanza de que los encontraran con vida.

"No tengo palabras, es un momento horrible. Directamente nos están diciendo que no van a buscar más", dijo Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes.

"Nos mintieron desde el primer día (...) no les creo nada", agregó, quejándose de la Armada después de enterarse por televisión que las autoridades abandonaban el rescate de la tripulación.

El ARA San Juan era el más nuevo de tres submarinos de la flota argentina y fue botado en 1983. Tiene un largo de 65 metros y funciona con propulsión diésel-eléctrica.

En 2008, la nave comenzó un proceso de “reparación de media vida” que hoy es objeto de cuestionamientos y sobre la que probablemente se conduzca una investigación.

Después de zarpar de la ciudad austral de Ushuaia, el submarino emitió su última señal el 15 de noviembre a 430 kilómetros de la costa de la Patagonia argentina.Cómo es el submarino perdido

El submarino ARA San Juan que perdió contacto con la Armada Argentina, es un buque de ataque construido en Alemania que está al servicio del país desde 1985, cuando comenzó con pruebas de mar para abocarse luego a operaciones navales en aguas del Caribe, Atlántico Norte y ejercicios desde su apostadero en la Base Naval de Mar del Plata.

Concebido para ataque contra fuerzas de superficie, submarinos, tráfico mercante y operaciones de minado, la nave es de propulsión diésel eléctrica convencional y sistema snorkel, tiene 66 metros de eslora y siete metros y medio de manga (ancho).

Fue construido en el astillero alemán Thyssen Nordseewerke de Edem, desde donde partió para ser recibido por la Armada Argentina en diciembre de 1985. Tiene un gemelo, el ARA Santa Cruz, también construido en Alemania. El contrato con el país europeo incluía construir cuatro unidades adicionales en Argentina, pero los vaivenes políticos y económicos impidieron su concreción.

En 2008 ingresó en una "reparación de media vida", por lo que fue sometido a dos años de trabajos de ingeniería en las instalaciones del Complejo Industrial Naval Argentino (Cinar), donde para el recambio de los motores fue necesario cortar el casco de la embarcación por la mitad con oxigeno-acetileno y separarlo en dos partes. Las reparaciones se completaron en 2014, cuando finalmente volvió a la navegación.

Se reemplazaron los cuatro motores diésel MTU de 16 cilindros en V y 1200 Kw de potencia (1610 CV), que mueven una igual cantidades de alternadores de 4000 amperes, según información del astillero Tandanor.

Corte esquemático. Ilustración de Adrián Dueñas.

Los motores eléctricos responsables del movimiento de la hélice recibieron un mantenimiento integral -que incluyó su desarmado completo, limpieza, medido, calibrado y posterior rearmado- con un reemplazo de los montajes que amortiguan la vibración.

También se le realizó un replacado y la reparación integral de cada una de las 960 baterías que hacen funcionar al submarino y se repararon las válvulas y demás mecanismos.

La tarea de volver a unir el submarino, que se realizó a fines de 2011, entrañó complejidades desde el punto de vista técnico: no podía haber ningún error que comprometiera la vida y la seguridad de los tripulantes del buque.