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Subió fuerte la tasa de corto plazo en los bancos y diciembre presenta un panorama de baja liquidez. Con todo, el Central ratifica la meta de inflación
10/12/2017 - 17:23hs

La tasa para operaciones entre bancos trepó al 32% anual el jueves pasado, superando la renta de las letras del Banco Central y poniendo en evidencia que diciembre se presenta muy duro en materia de liquidez en el mercado financiero.

El último mes del año se caracteriza porque tanto las familias como las empresas aumentan su demanda de efectivo. Unas para atender las vacaciones o las fiestas de fin de año, las otras por el pago de aguinaldos y compensaciones. Tradicionalmente es un período contractivo y este año cuenta con una novedad cuyo alcance se desconoce.

A diferencia de años anteriores en los que los bancos podían "promediar" sus exigencias de efectivo mínimo entre diciembre y febrero, el Banco Central les exige cumplir con los encajes (porción de los depósitos que no pueden prestar) en forma mensual y este diciembre arrancó con una impronta de liquidez escasa y suba de tasas, señala Clarín.

El despunte del mes llega en medio de la polémica en torno a la política de tasas altas para combatir la inflación y justo cuando arrancan aumentos en las tarifas de luz y gas y en los combustibles y cuotas de prepagas que podrían llevar la inflación al 3%.

Desde afuera, varios economistas le están sugiriendo al Gobierno que afloje la meta de inflación de 10% del año próximo para salir del corsé que se autoimpuso y que lo obliga a seguir con la política de tasas altas que no sólo está haciendo subir el costo de los créditos sino, también, favoreciendo el atraso cambiario.

"Hay que mantener las metas originales para anclar las expectativas y contener los reclamos salariales", decía el jueves una nota en Clarín de Gustavo Bazzan sobre la visión de altos funcionarios del Central respecto a la necesidad de mantener elevadas las tasas de las Lebac (pagan 29% anual) para enfrentar la inflación. Las Lebac, por su parte, son las vedettes de las inversiones y, más aún, después del informe de la consultora Quantum de Daniel Marx que calculó que el rendimiento real en dólares que dejan es del 10%. Una renta muy difícil de conseguir con el bajo riesgo que implica prestarle la plata al Central.

Las tasas altas en pesos favorecen el dólar barato (el jueves el mayorista cerró en $17,30 bajando 2,2% en un mes) y contribuyen a cimentar el déficit externo de la Argentina: durante el primer semestre de año la cuenta corriente tuvo un rojo de u$s12.700 millones, contra los u$s7.700 millones del mismo período del año anterior. Entre las causas de ese aumento del déficit está la modorra para subir de las exportaciones y son clave el fuerte aumento del uso de dólares para turismo y los destinados al pago de intereses de la deuda.

En un contexto caracterizado por el dominio de las tasas de las Lebac, y entrando fuerte en la disputa por conseguir pesos, el Ministerio de Finanzas anunció el jueves que sale a la cancha esta semana para colocar letras del Tesoro en pesos y dólares, avanzando en un cambio en la forma de financiar el déficit que ya habían anunciado los ministros Luis Caputo y Nicolás Dujovne.

La idea oficial es intentar un cambio en la fórmula que viene usando el Tesoro para cubrir el déficit tratando que haya más pesos y menos dólares ante la evidencia de que hacerlo con dólares genera un atraso del precio del dólar del que le está costando salir al Gobierno.

Hasta ahora la fórmula era que Caputo colocaba bonos en el exterior, traía los dólares y se los vendía al Banco Central o al mercado. Así el Central aumentó las reservas pero tuvo que emitir los pesos que después, vía las Lebac, buscó absorber para combatir la inflación.

Pero la inflación se muestra rebelde y el Gobierno intentará cambiar la vía de financiamiento buscando colocar bonos en pesos en las compañías de seguros y eso será en simultáneo con la necesidad de los bancos de buscar más pesos si quieren seguir aumentando el otorgamiento de préstamos, indica Clarín.

El resultado final de esta disputa por los pesos dependerá de la intensidad que cada jugador (Central, Tesoro y bancos) le ponga y de cuánto están dispuestos a forzar la máquina. En la Argentina curiosa, ahora y a corto plazo, sobran los dólares y los pesos son materia escasa. Una carrera con final abierto pero con costos altos.