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Las ventas al exterior de las pequeñas y medianas empresas pasaron de casi u$s8.000 millones a poco menos de u$s6.000 millones anuales en los últimos años
18/12/2017 - 15:15hs

Las pymes nos encontramos ante el desafío del crecimiento productivo y laboral, con ideas puestas a disposición del desarrollo de un país que sueña en grande mientras piensa en las necesidades del día a día. 

En ese camino, los industriales apostamos en invertir para salir al mundo y demostrar la calidad de los productos argentinos, que tienen el valor agregado de una mano de obra calificada que permite distinguirse en el mercado mundial.

Para lograr con éxito el desafío de la inserción inteligente en el mundo, es importante aplicar medidas que vayan en la misma dirección, que potencien las cualidades de la producción local, que permitan exportar el conocimiento y la mano de obra, pero que además conserve y potencie al mercado interno.

Es conocida la necesidad que tiene el Estado de equilibrar sus cuentas producto del déficit fiscal. 

Los Industriales Pymes Argentinos (IPA) decidimos, desde nuestro nacimiento, participar en la transformación económica con ideas, herramientas y acompañamiento real a partir del conocimiento de la realidad de las fábricas del país.

Un análisis que realizó nuestro departamento económico mostró que las exportaciones pymes cayeron en los últimos años casi u$s2.500 millones producto de la falta de competitividad. 

Según los índices surgidos del cruce de distintos informes públicos y privados, las ventas al exterior de las pymes argentinas componen el 8% de las exportaciones totales, que en los últimos años pasaron de casi u$s8.000 millones a poco menos de u$s6.000 millones anuales, lo que significa una caída importante debido al factor multiplicador que las pymes tienen en el empleo, que afecta mucho más que esa misma pérdida registrada en las grandes empresas.

La caída de las exportaciones se combinó con una apertura de importaciones que dejaron un desbalance comercial, que empuja aún más los gastos del Estado y no permiten el despegue que necesitamos las industrias para volver a generar empleo. 

Pero lejos de pedir estar aislados del mundo con el cierre de las fronteras, desde el IPA pedimos mejores condiciones para salir a representar a la Argentina.

Con un crecimiento de los precios acumulado en 2017 del 23,5% (IPC-Indec) y un tipo de cambio promedio de $17,50 por dólar, se presenta una situación de atraso cambiario.

Este atraso cambiario, por la evolución de los costos locales a lo largo del año, le va restando competitividad a la actividad industrial y productiva nacional, principalmente de la pymes industriales que necesitan hoy un tipo de cambio de $22 para poder competir.

Sabemos que un tipo de cambio apreciado, sin herramientas para controlar los efectos no deseados como el traslado a precios, podría provocar perjuicios para los argentinos en general, lo que equivale a un golpe al mercado interno, y esa consecuencia es contraria a nuestros intereses.

Por esto, coincidimos en la necesidad de "poner el hombro" entre todos y seremos los primeros en firmar un compromiso de congelamiento de precios por 9 meses para garantizar que el dólar sirva para mejorar las exportaciones y a la vez fortalezca las inversiones locales con un país que tenga mejores condiciones de desarrollo.

Nuestra propuesta es un tipo de cambio actualizado, acompañado por la decisión del Banco Central de aplicar una disminución gradual y controlada de la tasa de interés, permitiendo que los pesos de las Lebac se vayan moviendo a dólares y manteniendo así una situación de equilibrio entre peso, dólar y tasa de interés.

Desde el IPA identificamos que la evolución ascendente de los precios viene más empujada por el lado de la oferta y del comportamiento de determinados actores en el mercado, y por la suba de costos de producción (energía, transporte, entre otros), que por el lado de la demanda interna. 

Eso demuestra que el dólar bajo, con un alto nivel de tasas de interés, no ha sido, en este caso, la mejor herramienta para mantener quietos los precios.

La situación externa es difícil dado que actualmente el saldo comercial es negativo en u$s6.115 millones y esta situación no es sostenible en el tiempo, y es mejor acotarla gradualmente que sostenerla artificialmente con endeudamiento y ajustarla bruscamente en un futuro.

Por eso necesitamos robustecer el crecimiento de la economía nacional, centrarnos en los cinco desafíos de la economía actual: mejorar la situación del sector externo; bajar las tasas de interés; mantener el equilibrio de los precios; bajar el déficit; y establecer un tipo de cambio competitivo.