Los
agentes inmobiliarios no quieren perderse el
envión que muestra el mercado del ladrillo tras la aparición de los
créditos hipotecarios que ajustan por sistema
UVA.
Al punto que
evitan dejar detalle alguno en manos de la
suerte. Y es lógico que esto suceda, luego de tantos años de sequía que debió atravesar el sector en épocas de cepo cambiario y carencia de financiamiento a largo plazo.
Hoy en día, hay
algo que asusta bastante a los actores esta actividad, que no tiene que ver con la inflación, ni con la suba de cuotas de los préstamos (como la dispuesta hace poco por los bancos), ni con la escalada del dólar.
Es la
temida burocracia -una vieja conocida del rubro-, que hace que
se extienda más de la cuenta el
proceso que va desde la elección de una vivienda
hasta la escrituración.
"El
tiempo que transcurre desde que
se decide una propiedad y se firma la
escritura es
extremadamente largo y esto da lugar a complicaciones. Hay que hacer algo para cambiar esto", afirma el directivo de una importante red de inmobiliarias.
En relación con este punto, ¿qué es lo que
inquieta sobremanera? Los
cambios que en ese ínterin
ocurren, más en un país como la Argentina.
Si, por ejemplo, la
operación se apalanca con un crédito
hipotecario, el hecho de que e
l dólar suba en ese lapso puede hacer que el
monto que obtiene el tomador (y finalmente recibe)
resulte suficiente.
Es decir, que los
pesos que consigue no le alcancen para comprar esa propiedad, que cotiza en "moneda dura".
"Actualmente, las
operaciones demoran un promedio de
cuatro meses en ser aprobadas. Incluso, puede
extenderse hasta los seis meses", afirma a
iProfesional Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) y titular de la inmobiliaria que lleva su apellido.
"Es
demasiado tiempo, no tiene sentido", señala, en plena concordancia con la opinión de los referentes del sector.
En este marco, revela que en los próximos días se terminará de delinear una
propuesta novedosa: transformar a las
inmobiliarias en "
tasadores oficiales" de los bancos.
Este mecanismo, según señala, colaborará con la
agilización de procesos y la consecuente reducción de los tiempos.
"Queremos
ofrecernos para hacer la
precalificación de los
candidatos a los créditos y las
tasaciones. Hoy día, todo se demora bastante", indica el directivo de la CIA.
Él, al igual que sus colegas, está convencido de los
inconvenientes que acarrean
lapsos tan largos y que podrían reducirse de manera sustancial.
Si la
propuesta se aprueba y todo sale tal cual prevén las inmobiliarias, las
tasaciones pasarían a hacerse en
menos de cinco días. En tanto, el
proceso total demandaría entre
45 y 60 (días).
Primeros pasos de la iniciativa
El primer paso de este proceso que encaran las inmobiliarias se dará en breve.
Bennazar anticipa a
iProfesional que "
en pocos días" se presentará el
proyecto a un banco, de modo de afinar la propuesta y, llegado el caso,
comenzar a operar.
Luego llegará el turno de la
apuesta más grande: la CIA apuntará a lograr un
acuerdo con las
dos grandes agrupaciones bancarias, la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (
Adeba) y la Asociación de Bancos de la Argentina (
ABA).
En el
sistema actual, en la mayoría de los casos, las entidades
contratan empresas especializadas en
valuar inmuebles. Otras, en tanto, cuentan con tasadores propios.
La
Cámara Inmobiliaria Argentina quiere ser un
tercer jugador en este negocio con el objetivo de
acortar los trámites.
"Todas las gestiones las estamos haciendo desde la cámara. Luego,
cada banco podrá contratar a nuestros asociados en base a la
nómina de tasadores que nosotros conformaremos", adelanta Juan Bennazar.
La problemática en cuanto a los tiempos se da en los casos en los que las operaciones se apalancan con un préstamo hipotecario. Y la realidad muestra que hoy día la
mayor parte de las
transacciones está
motorizada por el crecimiento de los
préstamos UVA.

Esto lleva a los actores a buscar
mecanismos que permitan que el
sistema esté
más aceitado, para que así no decaiga la cantidad de operaciones.
Los especialistas del rubro insisten en que la
tendencia hacia un
mayor nivel de escrituraciones continuará.
De acuerdo con el último informe elaborado por el Colegio de Escribanos de Buenos Aires -correspondiente a octubre- durante ese mes casi
una de tres compras fueron
financiadas (1.907 sobre un total de 6.151 registros).
Si se compara el desempeño de los hipotecarios respecto al mismo mes de 2016, se observa un
crecimiento nada menos que del
240%.
El estudio del Colegio de Escribanos también refleja el
encarecimiento de los precios de los
inmuebles: "Aumentaron 44% en comparación con el año anterior".
Más tiempo pasa, más pesos hacen falta
En ese marco, es lógico que los referentes del sector apunten a acortar los tiempos, ya que en esos
cuatro a seis meses que pasan entre la búsqueda de una vivienda y su escrituración, el
precio puede quedar "
viejo".
De hecho, el
boom de los créditos
hipotecarios UVA hasta juega
en contra de quienes necesitan un
crédito.
Según una investigación de la UADE, el
furor por estos préstamos
impulsó al alza los valores de los
departamentos en Ciudad de Buenos Aires
hasta un 16%, según la zona.
Para
unidades a estrenar, las
cotizaciones más altas corresponden a:
- Recoleta (u$s3.900)
- Palermo (u$s3.800)
- Belgrano (u$s3.400)
- Núñez (u$s3.200)
Las
más bajas a:
- Barracas (u$s2.500)
- Flores (u$s2.400)
- Balvanera (u$s2.300)
Para el conjunto de barrios relevados, el
promedio (
u$s3.000) resulta ser
10% superior al de hace
un año.
Pese a todo, buenas perspectivas
La
suba de las
cuotas dispuestas por los bancos en las últimas semanas y el
avance del dólar son factores que
amenazan con complicar la
evolución del mercado de los préstamos UVA.
No obstante, Germán Gómez Picasso, director del sitio especializado Reporte Inmobiliario, mantiene una visión positiva sobre el devenir de los créditos.
"La
demanda y la consolidación de estas líneas es muy importante para cubrir la necesidad del mercado. En
2018 habrá una
evolución apreciable en cuanto a la solicitud de estos
créditos", visualiza Gómez Picasso.
"Hubo
críticas sobre el sistema de
ajuste por inflación y, de hecho, las sigue habiendo.
Aun así, las
personas los toman", señala el experto.
En cuanto al movimiento que días atrás se dio en las tasas, Gómez Picasso manifiesta que "se trata sólo de un reacomodamiento".
"Era esperable y lo vemos dentro de una lógica. La
tasa que se había establecido para darle un
empujón inicial al nuevo sistema era
muy tentadora", precisa.
Por lo pronto, se apunta al armado de un
equipo de trabajo entre
bancos e inmobiliarias para
agilizar procesos. Es que las estructuras, en ambos lados, habían sido desmanteladas años atrás, cuando casi no había actividad hipotecaria.
Ahora corren otros tiempos. Si bien la inflación sigue sin dar tregua, los referentes del sector creen que los
hipotecarios seguirán gozando de una
buena demanda en la medida en que la cuota se acerque a un alquiler.
Como parte de estos movimientos, también se da otro fenómeno que no sólo evidencia la reactivación del mercado de los préstamos a largo plazo sino también el letargo en el que se encontraba esta actividad.
Según confían desde bancos e inmobiliarias, en ambos lados se trabaja para
reforzar los
equipos encargados de operar con los créditos
hipotecarios.
Como parte de esta nueva realidad, los agentes inmobiliarios buscan la "
fórmula" para
agilizar el otorgamiento de préstamos y, de paso, "morder" una parte del negocio que se genera a su alrededor.