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Marcos Peña, Sturzenegger, Dujovne y Luis Caputo brindará una conferencia de prensa hoy a las 8.45 en Casa Rosada. Qué dirán los funcionarios de Cambiemos
28/12/2017 - 13:17hs

"Es un momento importante. Estaremos realineando las variables macroeconómicas. Veníamos trabajando en este consenso desde hace mucho tiempo y creo que hemos logrado una estrategia que irá dando previsibilidad". Así, un altísimo funcionario de Jefatura de Gabinete le confirmó anoche a iProfesional lo que será el cambio más resonante en la conferencia que se dará este jueves por la mañana en Casa de Gobierno: un aggiornamiento de las metas de inflación que tenía el Banco Central.

El rumor, que venía dando vueltas en las últimas semanas, se intensificó a tal punto de que hubo momentos de tensión en el Central por la inminente medida.

Según pudo reconstruir este medio, el clima en el entorno de Federico Sturzenegger no era el mejor hace un tiempo. Las "internas" dentro del Gobierno eran inmanejables y eso preocupaba al número uno del Central. Tal como adelantó iProfesional esta semana, el banquero central estaba solo en su política de dureza extrema para alcanzar las ambiciosas metas que ya incumplió este año.

Si bien no trascendió oficialmente cuál sería la nueva meta, fuentes cercanas al anuncio deslizaron que podría estar en torno al 15% o 16% para el 2018.

"Eso lo dirá la persona encargada en su momento", se excusó la fuente de Gabinete ante este medio. De todas formas, se buscararía que el "nuevo" objetivo no esté fuera de la inflación promedio que se aprobó hace horas en el Presupuesto Nacional, en torno al 15,7%.

"Si son prolijos, tendría que estar en línea con eso para que no sea algo tan forzado", ratificó un observador bien informado con "oídos" en pasillos oficiales.

Sea como fuere, esto difiere de la banda de 8% a 12% que estableció la hoja de ruta de Sturzenegger para el año próximo.

"Está bien la relajación. Llegó tarde y forzada. Quizás para Sturzenegger el hecho de perder la pulseada con (Mario) Quintana y (Gustavo) Lopetegui le traiga algún tipo de problema de credibilidad. Pero lo cierto es que lo van a vender como una cohesión del Gobierno y no una debilidad", afirmaba anoche otra fuente.

Lo que se desprende de lo que sucederá este jueves es que el Gobierno blanqueará que las metas de Sturzenegger son tan inalcanzables que necesitaban ser modificadas. Y que el dogma del número uno del Central tuvo su final, forzado por la realidad y por la política. Lo que intenta hacer ahora el Gobierno es encauzar algunas variables que estaban completamente desfasadas por la dureza monetaria del Central.

Que ahora el banco tenga una meta más alcanzable hará, en la teoría, que las tasas de interés puedan bajar más rápido desde niveles de casi 29% anual. Esto afectará al dólar y al nivel de crecimiento de la economía que, según la visión política, estaba en peligro por la "intransigencia" de Sturzenegger.

"No es un triunfo de uno sobre el otro. Los cambios serán un triunfo para la Argentina", enfatizó un importante funcionario del área económica a iProfesional.

Lo cierto es que el objetivo de inflación, implícito o explícito, viene siendo un problema para el macrismo. El ex titular de Hacienda, Alfonso Pray Gay, había estimado en enero del 2016 que los precios ese año iban a crecer 25%. La realidad mostró que, después de haber liberado el cepo, el "pass through" fue mayor y el IPC de ese año terminó arañando el 40 por ciento.

Este año, si bien el BCRA proyectaba (esta vez sí en las metas oficialmente) una banda de 12% a 17%, terminará cercana al 24%. Por eso, el Gobierno acelera los cambios para no tener otro blooper en 2018 cuando el objetivo del Central era, en promedio, un aumento de precios del 10%.

Con las subas de tarifas que se proyectan y la inercia inflacionaria, la única manera de tratar de acercar la realidad a ese número era mediante un ajuste feroz de las tasas de interés. Algo que ahora se relajará porque el objetivo es algo más palpable: pasar del 24% proyectado para este año al 16% en 2018.

Otra cuestión que terminó de convencer a Sturzenegger de que tenía que ceder fue, según cuentan, el fracaso en las negociaciones paritarias de los Bancarios.

El presidente del BCRA venía hablando con Sergio Palazzo de su intención de que el sector aceptara un aumento salarial del 9% más la cláusula gatillo. La negativa de los bancarios prometía ser la primera derrota del ex titular del Banco Ciudad de cara al resto de las negociaciones salariales. Estaba, otra vez, solo en su idea de que todo se alineara a la proyección de sus metas. No funcionó.

Si bien el Gobierno mostrará que el cambio de las metas es algo consensuado entre todos los actores y que eso redundará en una mejor coordinación, lo cierto es que no puede olvidarse la frase que hasta hace poco repetía Sturzenegger.

"Cambiar la meta de inflación es no tener meta", decía el banquero central ante la insistencia de la prensa por las versiones que no eran nuevas. ¿Se quedará Sturzenegger en su cargo después de esto? Algunos creen que evidentemente su relación con el presidente Mauricio Macri, el último aliado que tuvo, quedó diezmada. Después de todo, lo obligaron a cambiar, algo que era visto como un sacrilegio no sólo por "Sturze" sino por su círculo más cercano, como Mariano Flores Vidal (el gerente general) y Demian Reidel (el vicepresidente segundo). Ahora, quedará un BCRA más débil y con el antecedente de haber perdido una batalla política. Quizás, de esas que los técnicos no saben pelear.