La temperatura del mercado cambiario está más agitada que la sensación térmica en la calle: el billete verde escaló en la jornada hasta 80 centavos, una "potencia" que hace muchos años no se veía. En este caso, por los anuncios políticos de la mañana del jueves en el que el Gobierno ajustó al alza las metas de inflación para el 2018 del previo 10% a un final de 15% para todo el año que viene.

En la City, tras casi tres semanas de presión sobre el dólar, se preveía que cualquier anuncio que pudiera implicar un relajamiento en las metas inflacionarias -y, por ende, en la política monetaria- podría poner un incentivo adicional para el recalentamiento del billete. Y, de hecho, fue lo que ocurrió: la suba se empezó a sentir con fuerza ni bien los funcionarios dieron a entender que habrá una baja de las tasas de interés como consecuencia de haber "recalibrado" sus objetivos esperados de subas de precios. 

En otras palabras, para los inversores quedó claro que el atractivo de las Lebac ya no será tan grande y que habrá que recomponer portafolios con una mayor participación de activos en dólares. Lo llamativo de la jornada es que fue el propio Banco Central el que dio el puntapié inicial, al convalidar una baja de tasas en el mercado secundario de las Lebac.

Este retroceso en la rentabilidad de las Letras, en pleno "día de furia" para el billete estadounidense, despertó serias sospechas en varios operadores respecto a que, en realidad, el Gobierno habría realizado una "devaluación inducida" para frenar el notorio atraso cambiario y el desfasaje en la balanza comercial, que marcó días atrás la más alta cifra negativa en varios años. En síntesis, aspectos que estaban trayendo serios trastornos a la actividad productiva y favoreciendo a la salida de dólares del sistema.

La presunción de esto se sostiene en que tras la baja en las tasas efectuadas por el BCRA en la plaza secundaria, hubo una consecuente mayor demanda de divisas por este desaliento a realizar posiciones en moneda doméstica.

Esto se suma al incremento de la demanda de divisas de empresas y bancos por coberturas de fin de año y pagos de dividendos, más las compras de particulares para las vacaciones de verano y por la disponibilidad de más pesos por el cobro del medio aguinaldo.

A esto se agrega el factor "susto" que en Argentina, cuando el dólar sube con fuerza, los ahorristas salen de forma masiva a comprar, por temor a que el precio siga en escalada, tal como viene sucediendo en los últimos días.

Desde el 11 de diciembre, fecha en la que comenzó su ritmo ascendente ininterrumpido, ya ha avanzado $1,90, o lo que es lo mismo a 11,7%. Y en todo el 2017 ya acumula un avance de 21,2%, prácticamente en línea con la suba de precios de la economía.

A pesar de haber una rueda agitada, el volumen total negociado fue apenas inferior al de la jornada previa, ya que se registraron transacciones por u$s732 millones, un nivel elevado pero no es el más alto de todo el año.

En resumen, el dólar minorista trepó nuevamente este jueves a $19,46 promedio, de acuerdo a las pizarras de bancos y agencias de la city porteña, según el promedio que elabora habitualmente el BCRA. Es decir, escaló 68 centavos sólo esta jornada.

En el Banco Nación la cotización al público fue de $18,95 para la compra y $19,45 para la venta.

En cuanto a los precios que fija cada entidad, la delantera, en cuanto a la referencia más elevada, la llevó el ICBC, que lo ubicó en $19,60, seguido por el Itaú y Galicia, a $19,55, y seguido por los $19,50 de BBVA Francés, Santander y Patagonia.

Este nuevo incremento, el décimo consecutivo, se produce tras conocerse los anuncios económicos sobre metas de inflación.

Día de furia

El mercado cambiario comenzó a ascender con fuerza durante el inicios de las operaciones del jueves, luego de la conferencia de prensa en la que participaron los tres máximos referentes de la economía local (Luis Caputo, Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger) y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

En palabras del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el Gobierno decidió "recalibrar" las metas de inflación y pronosticó que en 2018 será del 15%, bajará al 10% en 2019 y alcanzará un dígito en 2020.

"Decidimos recalibrar las metas de inflación, para demorar un año la llegada del 5% de inflación, de 2019 a 2020. El objetivo del 10% ha sido trasladado a 2019, y para 2018 la meta de inflación será del 15%. Ahora vamos a trabajar con números específicos y no con rangos", sostuvo el funcionario.

A partir de estas proyecciones, el mercado mayorista mostró sólo este jueves una suba de 80 centavos, o 4,4%, pues los negocios se pactaron a $18,25, con gran volatilidad y una velocidad de escalada que desde hace mucho tiempo no se veía en la City.

Con esta nueva suba, la divisa oficial avanza un 11% en diciembre, lo que representa alrededor del 50% del avance total registrado a lo largo del año.

Para la City, la baja de tasas en la plaza secundaria durante la misma jornada del salto del billete verde, fue una clara acción del organismo dirigido por Federico Sturzenegger para devaluar la moneda para equiparar su depreciación al mismo nivel de inflación del año, para acabar con el desfasaje cada vez más evidente en el comercio exterior y turismo, al tener un tipo de cambio que se atrasaba cada vez más hasta inicios de diciembre.

"Acción del Banco Central que indujo baja de tasas en el mercado secundario de Lebac generó reacción en el cambiario potenciando la demanda de divisas", coincidió con esta perspectiva el operador Gustavo Quintana de PR Cambios.

De hecho, en el plazo más corto de las Lebac, a 20 días, las tasas quedaron en 27,50% al año, lo que implica un descenso de 125 puntos básicos respecto a la previa. Y en el período más extenso negociado en la curva, a 265 días, el interés fue de 26,24%, casi 400 puntos básicos. En esta plaza se operó un equivalente en pesos de u$s550 millones.

Y agregó Quintana: "La divisa norteamericana cerró en el máximo histórico desde la salida de la convertibilidad y rompió la barrera de los $19, bastante antes de lo previsto".

Al respecto, Fernando Izzo de ABC Cambios dijo: "Nos queda la duda si esta corrida que asusta a los compradores, si terminó hoy o continuará mañana. También, en el caso de que siga subiendo, queda la incógnita si pudiera salir el BCRA a poner un freno a la escalada, con alguna intervención oficial".

Justamente, la semana pasada el economista y ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, mencionó que el dólar tendría que valer entre 22 y 23 pesos. Aunque consideró que "no es conveniente" realizar una devaluación en estos momentos.

Según su opinión, no recomendó esta depreciación "dado el déficit fiscal y el desequilibrio macroeconómico que todavía tiene la Argentina, ocasionaría que toda la devaluación se iría a precios", acotó.Otros referentes

Por su parte, en el circuito marginal, el blue operó también en alza, pero con un ritmo inferior al del oficial, ya que las cuevas lo ofrecieron a $19,27 para la venta. Es decir, avanzó 22 centavos. En resumen, la brecha del billete informal con el promedio oficial minorista quedó 1% negativo, o inferior en 19 centavos.

El dólar de contado con liquidación, negociado con la compra y venta de acciones argentinas que cotizan tanto en Buenos Aires como en el exterior, quedó a un precio implícito de $18,73.

En el mercado de dinero, se operó entre bancos el call-money al 27% y en swaps cambiarios se pactaron u$s206 millones, para liquidar este viernes y el martes próximo. 

En las negociaciones de dólar a futuro del Rofex se operaron 1.324 millones, de los cuales 41% fue en roll-over de diciembre a $19,03 a enero a $19,27, con una tasa de 14,8% anual.

El período más extenso operado fue mayo a $20,40, mientras los precios de todos los plazos subieron más de 40 centavos en promedio.