"La reforma impositiva es una amenaza para los
fondos comunes de inversión (FCI) locales porque sin quererlo promociona los
fondos del exterior o la desnacionalización del ahorro. Lo peor es que sé con seguridad que tanto el gobierno como los congresistas opositores están al tanto del tema y coinciden que es medio una locura, pero tapados por todos los otras discusiones terminaron sin hacer nada al respecto".
Así lo señala el directivo de uno de los FCI más grandes de la City a El Cronista escudado en el off the record, para evitar problemas con el Gobierno. A su juicio, antes de la ley, todos los activos argentinos
tenían beneficios impositivos.
Para los individuos, los
bonos públicos, las acciones, y los fondos comunes no pagaban impuesto a las
ganancias, mientras que los activos externos pagaban 35% sobre la renta y 15% sobre la ganancia de capital. Con la nueva ley, los bonos públicos pasan a pagar 15% (o 5% en pesos por ahora) y los fondos pagan por el subyacente, que en principio será también 15 por ciento.
El problema es que los impuestos para los
activos externos no cambiaron y esto
desprotege exclusivamente a los fondos comunes argentinos, porque la gran mayoría de
fondos del exterior no distribuyen renta y todo lo que ganan lo acumulan como ganancia de capital (justamente para evitar pagar impuestos sobre la renta).
Conclusión, mientras que las
acciones argentinas todavía están protegidas impositivamente, y los bonos argentinos también (porque un bono externo paga 35% sobre el cupón mientras que el argentino, 15%), los fondos comunes argentinos pasan a
pagar los mismos impuestos que los fondos extranjeros que capitalizan renta, que son la gran mayoría.
En otras palabras, en la industria sostienen que le están
quitando las ventajas a un sector que tenía toda la perspectiva para crecer. Básicamente están igualando cualquier fondo común argentino con los grandes del mundo internacional, sea
Blackrock, Templeton, o cualquier gigante de afuera que pareciera representar una competencia desbalanceada.
Lo que alarma a los
FCI locales es el nuevo equilibrio que dejaría la reforma impositiva en su versión actual, igualando la
carga impositiva de estructuras locales con estructuras constituidas en el extranjero.
En realidad esta propuesta sólo trata de mantener cierto beneficio impositivo en todos los activos locales, principio que revela la reforma oficial pero con una importante omisión: la
reforma impositiva como está escrita todavía mantiene la ventaja impositiva de acciones argentinas, reduce pero todavía preserva cierta ventaja para los bonos, pero iguala (exclusivamente) la carga impositiva de las estructuras que son de producción local con aquellas extranjeras con acumulación.