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El Gobierno del país asiático aplica una agresiva censura en Internet, cortando el acceso de sus ciudadanos a Facebook, Google, Twitter y YouTube
18/01/2018 - 14:32hs

China tapó los últimos agujeros de su aparato de censura en Internet, el "Gran Cortafuegos", y con ello dificulta la capacidad de los grupos para operar en el país.

Cinco compañías y organizaciones internacionales explicaron al diario Financial Times que el acceso a la red de Internet global desde sus oficinas chinas se ha visto interrumpido en los últimos meses.

Algunas de las empresas culparon a los proveedores de telecomunicaciones chinos, señalando que éstos bloqueaban software crucial utilizado para eludir la censura.

China aplica una agresiva censura en Internet, cortando el acceso de sus ciudadanos a Facebook, Google, YouTube y muchas más páginas, con el fin de controlar las noticias que llegan a su población.

Un estudio de Freedom House, una organización estadounidense sin ánimo de lucro financiada por el Estado, situó en noviembre a China en el último puesto mundial con respecto a la libertad en Internet, por tercer año consecutivo.

Las multinacionales utilizaron un software conocido como redes privadas virtuales (VPN, sigla en inglés) para eludir la censura y proteger sus comunicaciones del pirateo y la vigilancia del Gobierno. Pero en los últimos meses, según explicaron las compañías, han tenido dificultades para utilizar sus VPN propias.

Al mismo tiempo, los reguladores han presionado a las multinacionales para que compren y utilicen VPN aprobadas por el Estado. Estas versiones pueden costar decenas de miles de dólares al mes, y exponer las comunicaciones de los usuarios al escrutinio de Pekín.

En batallas previas contra la censura, como la que obligó a Google a salir de China, el Gobierno aumentó gradualmente las alteraciones hasta que a sus objetivos les resultó imposible operar.

"En ocasiones, China intenta conseguir lo que quiera sin decirlo de forma explícita, para evitar así la posibilidad de sufrir reacciones adversas", explicó Lester Ross, socio del despacho WilmerHale en Pekín.

Las compañías utilizan las RPV privadas para acceder a noticias no censuradas y a páginas bloqueadas como Google, además de a plataformas de intercambio de archivos y correos electrónicos prohibidos.

"Esto supone un endurecimiento significativo con respecto a medidas previas", advirtió Carley Ramsey, director adjunto de la consultora Control Risks en Shanghái.