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Alumnos de la carrera de Ingeniería Naval desarrollaron un remolcador oceánico para plataformas petrolíferas adecuado al mar del sur argentino
09/02/2018 - 14:14hs

Martin Jacoby, Nicolás Maslein, Ignacio Agustín Lozano y Federico Cascon, estudiantes de Ingeniería Naval de la UTN Buenos Aires, lograron el primer lugar de la Competencia de diseño de buques de la Society of Naval Architects and Marine Engineers (SNAME), la organización de profesionales navales y marítimos más importante del mundo.

Los jóvenes participaron de la competencia con un remolcador oceánico para plataformas petrolíferas que operan en el sur argentino: su función es provisionarlas, combatir incendios, posicionarlas, asistirlas, tendido de campo de anclas y combatir la contaminación, entre otras.

Esta fue la primera vez que la UTN Buenos Aires se presentó en la competencia aunque hace ya siete años, la Facultad se asoció a la SNAME, a través de un capítulo estudiantil, denominado Argentinean National Technological University (ANTU). La UTNBA tiene la única representación en Sudamérica.

"A fin de año Silvina Logarzo, representante de la Facultad ante SNAME, nos propuso participar de esta competencia. Con Nicolás Maslein íbamos desarrollando un Proyecto Final de carrera que se ajustaba a los requerimientos", comentó Martín Jacoby.

En ese sentido, Jacoby comentó que "acordamos con los docentes que podríamos ir presentando los trabajos en inglés. Ya para febrero nos dimos cuenta el trabajo que todo esto implicaba. Por eso hicimos una convocatoria a través del Departamento de Ingeniería Naval, para sumar estudiantes de años inferiores", continuó. Así se incorporaron al grupo Ignacio Lozano y Federico Cascon.

"Fue la primera vez que participamos de un proyecto. Es una experiencia increíble con un resultado que no imaginábamos. Lo que más nos costó fue la distribución del tiempo entre la cursada, el trabajo y el proyecto. La organización fue la clave", afirmó Lozano.

Cascon por su parte agregó que "este tipo de proyectos te permite aplicar e integrar los conocimientos que se ven durante la carrera, y que en la mayoría de los casos se dictan de manera aislada".

"Federico e Ignacio hicieron un aporte muy importante. Trabajamos con distribución de trabajo, y pusimos sobre la mesa los problemas que salían, y así lo fuimos armando", comentó Jacoby, quien destacó la ayuda de docentes y autoridades del Departamento que colaboraron para que pudieran realizar la entrega en el mes de junio.

"El resultado nos sorprendió. Sabíamos que habíamos preparado algo interesante, porque muchos docentes que nos prestaron ayuda, fuera de horario de clases, nos habían dicho que era un buen proyecto", agregó el estudiante.

La entrega de premios se realizó en octubre en Houston, EEUU. Durante la ceremonia, a la que pudieron asistir gracias a la ayuda de la Facultad, conocieron al resto de los competidores. Participaron 10 universidades, y alrededor de 25 proyectos.

"Nos reconocieron como pioneros, ya que hay otras universidades, como las noruegas, que se presentan año a año y que no siempre logran entrar en la terna ganadora", mencionó Jacoby.

"Corríamos con la desventaja del idioma, porque el proyecto debía presentarse en inglés. Y con el hecho de que los cuatro estudiamos y trabajamos, algo que no sucede en el resto de las universidades del mundo y que supone un mayor esfuerzo para que alcance el tiempo dedicado al desarrollo del proyecto", resaltó Cascon.

Sobre este punto, los estudiantes afirmaron: "En cuanto al nivel académico, y contra el propio prejuicio, nos sentimos a la par del resto de las universidades. Creíamos que iba a haber diferencia en ese sentido. Pero la verdadera diferencia está en los recursos, ya sea en programas informáticos o en la posibilidad de contar con un canal de ensayos para hacer pruebas y laboratorios".