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Hay oportunidades en algunos segmentos profesionales, aunque se espera que con el aumento de la inversión privada haya más búsquedas
18/02/2018 - 17:56hs

“Sólo un régimen laboral moderno y adaptado a las nuevas necesidades del mundo productivo, que cambie el viejo paradigma de la dialéctica confrontativa por el nuevo modelo de colaboración y productividad, permitirá a nuestro país tener una fuerza de trabajo competitiva, con un empleo registrado y socialmente protegido", advierte Daniel Funes de Rioja, Presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL).

Con un empleo privado formal, sobre todo asalariado, que no termina de arrancar, la perspectiva tiene algo de incertidumbre, aunque la expectativa es buena. La diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirlas arrojó en diciembre de 2017 un valor de 6%, según datos del Ministerio de Trabajo. Se relevaron en ese mes un total de 3.234 empresas en los principales aglomerados del país, aunque el Gran Buenos Aires tiene un peso en la participación del empleo del 66%, indica La Nación.

En términos interanuales, el empleo privado formal tuvo un aumento del 1,8%. Los sectores que más crecieron fueron los de la construcción (+11,8); servicios comunales, sociales y personales (+2,6%); comercios, restaurantes y hoteles (+2,3%), y servicios financieros (+1,6%). Del otro lado del péndulo, decrecieron la industria manufacturera (-1,4%) y transporte, almacenaje y comunicaciones (-0,7%).

"Las estadísticas del INDEC dicen que poco a poco hay algo de creación neta en el empleo. La tasa de desocupación (8,3% para el tercer trimestre de 2017; la información para el cuarto trimestre estará disponible el 27 de marzo) baja lentamente. Empleo y subempleo están entre estable y un poquito mejor", dice Ernesto Toker, a cargo del Servicio de Empleo de la AMIA.

El crecimiento del empleo se da, sobre todo, en las actividades no calificadas (+4,0%), técnicas (+1,9%) y operativas (+1,3%), mientras que para los profesionales hay un mercado con mayor complejidad (+0,1% es su crecimiento interanual), según los datos oficiales.

De aquí se desprende la preocupación del Gobierno y su expectativa sobre los empresarios para que sean generadores de empleo de calidad. De su lado, todavía no ven beneficios en materia de costos laborales.

Un nuevo informe de Ieral, realizado por Jorge Vasconcelos, consigna las razones de la falta de creación de empleo en el sector asalariado privado formal: "Es probable que Hércules, de poder elegir, hubiera preferido enfrentarse a la Hidra de Lerna, una monstruosa serpiente acuática a la que la mitología le atribuyó siete cabezas, antes que acometer con el 'costo argentino', una tarea tan difícil como relevante para el país.

La capacidad de competir y atraer inversiones está jaqueada por la incidencia de la logística, industrias del juicio varias, altísimos impuestos, trabas burocráticas, duplicación de gastos y demás. La falta de preocupación del gobierno anterior por la productividad acentuó muchos de estos problemas, y ahora que se intenta removerlos aparecen múltiples focos de resistencia...".

Como ejemplo, agrega que "transportar productos locales al puerto de San Pablo en un contenedor cuesta cinco veces más que hacerlo desde Europa, por lo que no sorprende que la participación de la Argentina en el comercio mundial se haya achicado de modo dramático, fenómeno que obtura por diferentes vías los mecanismos que alimentan la inversión, la productividad y los ingresos de la población".

Para el abogado Funes de Rioja, "la Argentina tiene un problema de baja productividad que también influye - por los altos costos de la formalización del empleo - en las tasas elevadas de trabajo no registrado.

"Hay cuestiones de productividad, altos costos laborales no salariales y -además- somos en la región un país de salarios relativamente altos, con lo que Brasil y México, los otros dos grandes países industriales de América Latina, tienen ventajas muy marcadas". Pero hay oportunidades. Es importante saber dónde buscar.

En este momento, el sector más dinámico en materia de creación de empleo es el de la construcción, "que crece a una tasa de dos dígitos y no parece que fuera a detenerse", añade Toker.

Desde la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), su vocero, Ricardo Caamaño, dice que la cantidad de trabajadores en actividad y registrados en el sector de la construcción en la actualidad ronda los 380.000 aproximadamente. Respecto de la forma de contratación, lo hacen directamente las empresas a través de los antecedentes laborales de trabajadores. "En cuanto a requisitos, la empresa busca personal de acuerdo con las distintas especialidades que la obra y sus etapas de ejecución demanden".

El sistema laboral en el sector se caracteriza por la temporalidad y la empleabilidad según las diferentes habilidades. "Son raros los casos de trabajadores que inician una obra y siguen hasta que se termine porque a lo largo del desarrollo de ella van cambiando los frentes de obra y las especialidades", dice Caamaño.

Es decir, se trata de un trabajo temporal que hoy vive un auge pero cuya continuidad depende mayormente del éxito del plan de participación público-privada (PPP) que fomenta el Gobierno. Es un sector que crece y decrece con mucha velocidad y que funciona como pulso de la economía.Los que crecen más"El empleo industrial podrá crecer moderadamente si el sector se expande, pero en ningún caso lo suficiente como para absorber el más de un millón de "ni-ni" (jóvenes que no estudian ni trabajan)", dice Funes de Rija. "El desafío será crecer en sectores como el de la construcción, energético, minería y agroindustria, a la par que responder a las necesidades concretas de la robotización y la inteligencia artificial, así como del sector servicios en general".

Agrega que "si a ello sumamos la transformación tecnológica que viene como consecuencia de la llamada cuarta revolución industrial, también tenemos que computar la llamada "brecha de formación", es decir que para los nuevos puestos tecnológicos no hay -en muchos casos- mano de obra suficientemente capacitada". Es aquí donde hay enormes posibilidades si se educa para ellas.

Dentro del perfil profesional, para los junior, son muy buenas las oportunidades que se generan en el marco de las universidades, con la propuesta de pasantías por parte de las empresas.

Por otro lado, como se vio, las compañías que hoy buscan gente se enfocan en sistemas, community managers, comerciales para e-commerce: También son protagonistas todas las ingenierías o personas que vienen de escuelas técnicas con muy buena formación y "químicos, farmacéuticos y veterinarios, puestos hoy difíciles de cubrir", dice Toker. "Además, se busca personal bilingüe para tareas administrativas calificadas, secretarias, traductores. Y personal para concesionarias de autos y servicios de posventa".

Se espera un buen desempeño del mercado financiero y también búsqueda de personal después de las licitaciones para la producción de energías alternativas o "limpias".

Además, "los que crecen despacio pero no dejan de hacerlo tienen relación con el comercio minorista: turismo y gastronomía, por ejemplo. Hay mas ocupación de locales comerciales", dice Toker.

"Para perfiles no universitarios, recomiendo circular por negocios en movimiento, presentarse con ganas de trabajar, contar que se puede tomar un puesto en una caja, como mozo o pastelero si se tiene algo de experiencia". Según el experto de la AMIA, la estrategia para buscar trabajo tiene múltiples aristas. Se trata de indagar en los portales y avisos, pero también hacer presentaciones espontáneas, señala La Nación.

También es un gran recurso decir a los contactos cercanos y no tanto que se está buscando trabajo. En la AMIA se realizan talleres gratuitos y abiertos al público todas las semanas para maximizar las herramientas de búsqueda laboral.

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