Las ventas del iPhone X de Apple se redujeron y la empresa no sería el único perjudicado porque Samsung, su suministrador de pantallas OLED, es impactado de igual manera al quedarse con más "displays" de las que necesita.

Según un informe del diario japonés Nikkei, el gigante coreano buscaría nuevos clientes luego de que Apple redujera sus objetivos de producción durante los primeros tres meses de este año.

El diario digital Bussines Insider informó que Apple decidió producir menos teléfonos iPhone X por la caída en ventas que la llevó a reducir a la mitad su objetivo de producción del primer trimestre a 20 millones de dispositivos.

Esta decisión dejó a Samsung, que fabrica las pantallas OLED de gama alta para el iPhone X, con demasiado stock. Los paneles de Samsung cuestan más de 100 dólares cada uno, según el informe.

Es mucho más cara que las pantallas de cristal líquido utilizadas en otros teléfonos, incluido el iPhone 8 Plus de gama baja. Eso es en parte por qué el iPhone X cuesta 1.000 dólares.

Un problema relacionado es que los fabricantes de teléfonos inteligentes de rango medio evitan adoptar pantallas OLED debido a su precio, y los fabricantes se muestran reacios a pasar ese costo a los consumidores.

Samsung también enfrenta una mayor competencia, y los fabricantes OLED chinos pueden ofrecer la tecnología a un precio más bajo.

Los objetivos reducidos de Apple también afectarán a los resultados de Samsung. Se esperaba que la firma ganara 4.000 millones de dólares más que el iPhone X que de la fabricación de componentes para su propio teléfono inteligente Galaxy S8, según informó The Wall Street Journal.