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Tras la salida de Valentí­n Dí­az Gilligan por la cuenta offshore, el Gobierno tuvo que salir a defender al ministro Caputo

El secretariode la Presidencia, Fernando de Andreis, diferenció la situación del funcionario que renunció por ocultar u$s1,2 millones de la del ministro
20/02/2018 - 17:44hs
Tras la salida de Valentí­n Dí­az Gilligan por la cuenta offshore, el Gobierno tuvo que salir a defender al ministro Caputo

Valentín Díaz Gilligan finalmente presentó su renuncia luego de la polémica que generó la omisión de una cuenta con u$s1,2 millones en un banco de Andorra. Fue a través de una carta abierta que publicó en las redes sociales, luego de que los aliados del PRO, la UCR y la Coalición Cívica, presionaran por su salida.

Luego de esta renuncia, su superior directo, el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, señaló que Gilligan "no conoce a Macri" y que tenía a su cargo diferentes áreas, pero diferenció su caso con la situación del ministro de Finanzas, Luis Caputo, a raíz de las versiones que sindican a este funcionario como accionista de dos compañías offshore en Islas Caimán y como dueño de una gerenciadora de fondos de inversión en Miami, algo que no habría quedado reflejado en su declaración jurada al asumir como ministro.

"No tiene nada que ocultar; a mi entender, no hay incompatibiliad de su función previa a esta actualidad en la función pública", graficó De Andreis a radio Mitre.

En este punto, De Andreis destacó "la tranquilidad de siempre haber dicho la realidad de nuestras situaciones personales". También resaltó el funcionamiento "de la Oficina Anticorrupción y los diferentes organismos del Estado". Asimismo,  consideró que los aliados en Cambiemos "fueron bastante prudentes" y no influyeron en la renuncia de Díaz Gilligan.

"No hay ningún caso que se asimile a otro, todos tienen sus complejidades. En el caso de Caputo tenemos la tranquilidad absoluta de lo que dice y nos cuenta; no tiene nada que ocultar", amplió.

De Andreis, además, ratificó que el dinero en la cuenta que figura a nombre de Díaz Gilligan en Andorra no era de él. "Va a tener que terminar de explicar su situación jurídica y comercial con esa sociedad. En ningún momento tuvo ese dinero y entendió que no la tenía que declarar", señaló.

“Ayer, un poco por lo que es de público conocimiento, entendió que el mejor aporte que podía hacer al Gobierno era dar un paso al costado y profundizar su línea de ponerse disposición de la Oficina Anticorrupción y de la Justicia, para de esa manera ayudar a esclarecer lo que en el peor de los casos es una omisión en su declaración jurada, en una condición previa a ser funcionario", finalizó el hombre que integra la mesa chica del Presidente.

Quien también sumó su voz en el caso Gilligan fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Al evaluar la situación del funcionario, consideró algo elemental: que "no es lo mismo haber hecho una cuenta en la vida privada que haberla hecho en la vida pública".

"El que viene de una actividad privada quizás tiene cuentas antes y quizás es mejor tener cuentas antes y no tener cuentas producto de haber sido funcionario. No está bien no declararla pero no es lo mismo", afirmó Bullrich para poner distancia respecto al kirchnerismo.

"Muchos funcionarios de nuestro gobierno, cosa que es bueno, no son todos políticos, vienen de la vida privada, tuvieron actividades privadas", agregó.

La ministra consideró que en el caso de Díaz Gilligan, "el hecho importante" es el de "tomar decisiones a tiempo", al opinar sobre el desplazamiento del subsecretario general de la Presidencia.

"Es muy asimilable a lo que sucedió con (Juan José) Gómez Centurión, antes de generar la prueba, de tener algún informe decidió apartarse", dijo la ministra, que tuvo un rol preponderante en aquel episodio.

Tras aclarar que "prácticamente no lo conocía" a Díaz Gilligan, señaló que en el Gabinete se lo consideraba "una persona eficiente" y que su salida significó "una pérdida para todo el gobierno por su eficiencia y su capacidad".

La renuncia Según explicó De Andreis, Díaz Gilligan buscará "esclarecer lo que él entiende, y yo comparto, que en el peor de los caso habrá sido una omisión en su declaración jurada de una situación previa a que él fuera funcionario, en este caso en la ciudad de Buenos Aires".

Díaz Gilligan presentó el lunes su renuncia "indeclinable" al cargo tras el escándalo que desató la investigación del diario El País de España, en la que se difundió que el ahora ex funcionario no había declarado ser parte de una sociedad radicada en el Reino Unido, con una cuenta de $1,2 millones en la banca de Andorra.

El secretario general de la Presidencia remarcó que la cuenta que se vincula a Díaz Gilligan "no era de él, era de una sociedad de la que era director" y que "en ningún momento tuvo ese dinero y entendió en su momento que no la tenía que declarar".

"Cuando yo lo invito a formar parte del equipo en turismo de la Ciudad, estaba intentando desarrollar un negocio en Londres con estas personas vinculadas al fútbol. Le interesó más la propuesta de la Ciudad y encaró un proceso de salida de esa sociedad", dijo De Andreis.

Se refirió de esta manera a la participación del ex subsecretario de la Presidencia en la empresa británica de intermediación de jugadores de fútbol Line Action, a cuyo nombre estaba la cuenta en Andorra con los u$s1,2 millones.

"Lo que dura su participación en esa sociedad durante la mitad de nuestro primer año de gestión es lo que le llevó a él salir de la sociedad", argumentó De Andreis.