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Las ventas en línea en el país asiático duplican las de EEUU. Los chinos envían 11 veces más dinero a través de móviles que los estadounidenses
22/02/2018 - 13:16hs

Estados Unidos ocupa la cima de la creación tecnológica desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los grandes presupuestos dedicados a la investigación durante la Guerra Fría, el fichaje de los mejores científicos del mundo y la iniciativa de algunos visionarios cimentaron esta visión como el líder tecnológico internacional.

Pero el auge de China puede estar a punto de cambiar esto. Los expertos auguran que el cambio de liderazgo puede llegar en apenas diez o quince años.

De la irrelevancia a copiar las invenciones de otros, y de ahí a crear tecnologías novedosas pero a menudo difícilmente exportables. Ese es el camino que el gigante asiático ha recorrido en el ámbito tecnológico en los últimos 20 años.

De hecho, actualmente sólo Alibaba y Tencent pueden estar al nivel de las grandes del resto del planeta, como Amazon, Facebook o Apple. Sin embargo, la diferencia se acorta cada vez más, tal y como analiza The Economist.

Las ventas en línea en China suponen el doble que sus homólogas en EEUU, y los chinos envían 11 veces más dinero a través de dispositivos móviles que los estadounidenses, en lo que supone tomar la delantera del comercio electrónico.

Las empresas chinas están siguiendo las directrices oficiales imitando al impulso de Japón en la década del 60 del pasado siglo que convirtió al país en un gigante de la electrónica de consumo.

La hegemonía tecnológica es importante no solo para el sector. Otras industrias se benefician incrementando su productividad. Según los cálculos de McKinsey, las empresas estadounidenses están un 50% más digitalizadas con las europeas.

Las empresas chinas no tecnológicas están todavía más lejos, con sistemas de producción primitivos que deberían multiplicar por cuatro su digitalización para llegar a los niveles de EEUU.

Además, EEUU se beneficia de controlar las normas tecnológicas y establece los estándares que luego se aplican a nivel global. Y aunque los americanos siguen claramente en cabeza -la industria tecnológica crea 7 millones de empleos en EEUU en los que se paga el doble del salario medio del resto de sectores- , China reduce la distancia a pasos agigantados.

Por ejemplo, las investigaciones chinas sobre inteligencia artificial suponen ya en número el 89% de lo que publican los estadounidenses, pese a que su presupuesto para tecnología es tan solo el 30% del de EEUU.

Entre las 3.000 tecnológicas más grandes del mundo, el gigante asiático cuenta con el 58% menos que los americanos, pero hace apenas un lustro la diferencia ascendía al 85%.

Y este gran salto evolutivo se está generando pese a que su nivel de exportaciones en el sector es del 18% de lo que lo hacen los estadounidenses.

De hecho, Apple vende más en el extranjero en sólo tres días que lo que hace Tencent en todo un año, y se calcula que las tecnológicas estadounidenses logran unos beneficios anuales de 180.000 millones de dólares fuera de sus fronteras.

Pero todo apunta a que, según las empresas chinas se vayan abriendo a nuevas fronteras, la conquista del planeta a nivel tecnológico será inevitable.

Ahora mismo, el poder de su industria no es ni la mitad que el de EEUU, según las estimaciones de The Economist. Pero hace cinco años, solo era el 15%. Sólo es cuestión de esperar.