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Es el único crucero residencial del mundo. Alberga a 300 pasajeros con patrimonios mayores a los u$s10 millones que navegan durante todo el año
28/02/2018 - 10:44hs

"Experimente la ciudad famosa por el sensual baile del tango, Evita Perón y los discursos que ella dio desde La Casa Rosada. Deténgase a admirar el Teatro Colón y el Obelisco de Buenos Aires. Visite La Boca, repleta de tanguerías, artistas callejeros, murales y brillantes pinturas exteriores".

Con esta frase, la compañía dueña del crucero residencial The World promociona la llegada del bautizado "crucero de los millonarios" al puerto de Buenos Aires en marzo próximo. Se trata de una especie de comunidad flotante de tan sólo 300 pasajeros que recorre los mares del mundo visitando decenas de países y sólo deteniéndose en algunos puertos por un par de días. 

Con una tripulación de 250 personas a su disposición, sus pasajeros no son turistas a bordo sino residentes con un altísimo nivel de ingresos que se convirtió -y permanece- como el único crucero enteramente residencial del mundo en donde viven desde abogados, médicos, arquitectos y empresarios, con una misma característica, ser multimillonarios. 

Eso sí, con un muy bajo perfil y respetando un estricto código de confidencialidad y privacidad, que aleja a los paparazzi del barco, considerado por sus propios habitantes como un refugio, un santuario. Pero ninguno está eximido de pagar impuestos, porque las reglas del buque los obligan a tener también una residencia en tierra.

Todos son accionistas que votan desde los itinerarios que The World debe tomar cada año, hasta el tipo de combustible que se usa y la decoración de navidad. Este año, una de las rutas que eligieron es por el Atlántico Sur. Y antes de arribar a la capital argentina habrá pasado por varias costas de la región como Cozumel (México); Moin (Costa Rica); Boca del Toro (Panamá); Cartagena (Colombia); Barbados. También por ciudades brasileñas como Natal, Ilheus, Salvador, Buzios, Cabo Frío y Porto Belo, para luego recalar en Punta del Este y Montevideo

Desde la capital uruguaya trasladará sus 12 cubiertas, sus 220 metros eslora y sus 43.000 toneladas hacia la Ciudad de Buenos Aires donde se tendrá la posibilidad de conocer, aunque sea por fuera a este coloso del mar al que algunos también llaman el Titanic del Siglo XX, más que nada por su lujo y tamaño que por predecir un final similar.

The World ya pasó por la Argentina en 2015, cuando sus pasajeros tuvieron la posibilidad de admirar los paisajes de Puerto Madryn, Ushuaia y las Islas Malvinas.

Con una tripulación compuesta por 260 empleados, en The World todo es opulencia: piscinas, boutiques, restaurantes, canchas de tenis y un simulador de golf. El barco ofrece a sus huéspedes excursiones personalizadas en cada destino e incluso organiza eventos culturales con reconocidos artistas locales e invitados especiales.

Según algunas páginas especializadas en negocios marítimos, la idea de The World fue de Knut Utstein Kloster, un magnate noruego proveniente de una familia de larga tradición marina, nieto del fundador de Kloster Rederi, germen de lo que hoy en día es la Norwegian Cruise Line. La embarcación fue construida en el astillero noruego de Fosen Mekaniske Verksted, en Rissa y su construcción costó u$s380 millones. Y desde su creación en 2002, ha visitado más de 1200 puertos en 140 países y ha navegado 641.000 millas náuticas. Es decir, ha circunnavegado el globo, parando en los puertos más exóticos. 

Sus camarotes, 165 en total, son todos de lujo y van desde pequeños ambientes hasta espacios de seis dormitorios para 12 pasajeros. Todos decorados de manera personalizada y propiedad de personas de alto poder adquisitivo que se reparten entre las 12 cubiertas que posee la embarcación

Las más económicas se pueden alquilar desde u$s1.200 la noche. Pero la gran mayoría de sus pasajeros residen de manera permanente en el crucero. Son dueños de alguna de los departamentos por los que han abonado entre u$s3 millones para los de un ambiente y u$s15 millones los de tres, sin incluir los costos de viaje ni de mantenimiento a modo de expensas que van del 5% al 15% del valor de cada propiedad.

De contar con el dinero y querer participar de esta comunidad, la mala noticia es que no hay chances de convertirse en uno de ellos ya que todos los departamentos se encuentran vendidos a 142 familias de 19 países diferentes. Todas con un patrimonio neto de al menos u$s10 millones

El perfil de los pasajeros es de una edad media de 52 años y la mayoría proviene de América del Norte (49%), Europa (36 %) y de Asia, Australia y Sudáfrica (15 %). A todos los une su afición por los viajes, valoración del lujo, el éxito en los negocios y el dinero. Todos debieron pasar por un estricto proceso de selección por un comité de ética antes de que se les permita comprar la propiedad. 

En promedio, la mayoría de los residentes de The World pasa seis meses por año en el crucero que lleva bandera de las Bahamas y se adhiere a las leyes de ese país cuando navega por aguas internacionales. La ocupación aumenta en Navidad, cuando muchos propietarios invitan a sus familias y amigos abordo.

The World navega de manera contíuna sin perder la conexión de wifi, que es permanente. Hace escala en sus destinos durante más tiempo que los cruceros tradicionales, lo que le permite a sus residentes explorar las ciudades en las cuales recala de manera más relajada.  De hecho, en Buenos Aires se espera que permanezca cuatro días a partir de la segunda semana de marzo. Durante esos días se podrán apreciar sus 196 metros de largo, la única cancha de tenis de tamaño completo que navega, su spa de 650 metros cuadrados, el centro de fitness, su colección de 12.000 botellas de vino y hasta wifi permanente. 

Cada departamento recibe turnos de cortesía dos veces al día y sus artículos de tocador son provistos por la marca de lujo Bvlgari. Sus ocupantes pueden elegir dormir bajo las estrellas en una noche clara en el mar con camas de Balí. Hay médicos a bordo y hasta una profesora de pilates. Y mientras navegan los residentes pueden disfrutar de todas las comodidades propias de un crucero de estas características como sus seis restaurantes, un simulador de golf, boutiques, varias piscinas y un supermercado para quienes prefieren cocinar en sus departamentos.

Tiene también una discoteca, salas de cine, biblioteca, una capilla, clases y talleres sobre temas tan variados que van desde buceo, baile, golf, hasta idiomas, artesanía y música. Hay además posibilidad de realizar safaris fotográficos entre delfines y tomar un kayak para remar cuando el crucero se encuentra cerca de la costa.

ResidenSea Ltd. es la compañía, con base en Miami, que vende, promociona, opera y administra "The World", ofreciendo un estilo de vida y experiencia única. "Un yate privado y una casa de vacaciones de lujo‘ para ‘explorar el mundo con seres queridos desde el confort de un hogar decorado por uno mismo‘, según se lee en el sitio web del barco.,

"Imagine un estilo de vida que combine el de un yate privado con una casa de vacaciones de lujo, que lo lleve alrededor del mundo, permitiéndole tener una vista nueva desde su balcón cada pocos días", agrega la web de la empresa.