De manera coincidente con la visita de la titular del FMI a la Argentina, la francesa Christine Lagarde, ejecutivos de uno de los principales grupos mineros y metalúrgicos de esa nación europea también visitan el país.

Se trata del Grupo Eramet, especializado en la aleación de metales, considerado el séptimo productor a nivel mundial de níquel, el primero de ferroníquel y el segundo de manganeso de alto grado.

Sus máximos referentes se reunieron este jueves con el presidente Mauricio Macri para anunciarle una inversión de u$s380 millones destinada al desarrollo del proyecto de producción de carbonato de litio Centenario-Ratones, radicado en la zona de la Puna, en la provincia de Salta.

Según informaron fuentes del Ministerio de Energía y Minería que orienta Juan José Aranguren, la iniciativa generará una producción anual estimada de 20.000 toneladas de carbonato de litio con grado batería, que se utiliza en el desarrollo de energías renovables no convencionales y como parte esencial de automóviles eléctricos y dispositivos móviles como celulares y tablets.

A través de su filial local, el grupo comenzó en 2010 a testear la factibilidad de producir litio con grado batería en Salta. Sin embargo, recién en el 2016 llevó a cabo un programa piloto pre industrial y definió concretar la inversión mediante la cual buscará producir 20.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE).

De acuerdo a las proyecciones del grupo francés, que realizó el estudio técnico con Techint, el proyecto estará terminado a principios del segundo trimestre del 2018.

El plan le fue presentado a Macri y Aranguren en la residencia de Olivos por Christel Bories, CEO de Eramet, multinacional con presencia en todo el mundo, 12.600 empleados y que opera en la Argentina a través de la subsidiaria Eramine Sudamericana. Del encuentro también participaron el director de Estrategia de Eramet, Philippe Gundermann; el director de Eramine Sudamericana, Archibaldo Lanús, y el jefe financiero oficial de Eramet, Thomas Devedjian.

De acuerdo a lo informado por Energía, la Argentina posee recursos naturales en las provincias del norte que favorecen el desarrollo en gran escala de la producción de litio, un metal blando altamente reactivo y de creciente demanda en la industria moderna.

De hecho, en 2016 el país fue el tercer productor en el mundo, con alrededor de 30.000 toneladas a través de los proyectos Fénix en Catamarca y Olaroz en Jujuy y un volumen de exportaciones de u$s191 millones. El año pasado y debido al alza del metal, las ventas al exterior ascendieron a u$s224 millones, un 17% más que el año anterior.

"En cinco años podremos ser el mayor proveedor de un recurso estratégico como es el litio en todo el mundo", dijo el presidente Macri en enero último durante una visita a Catamarca. El Jefe de Estado se basó en un estudio público que identifica a un gran cantidad de empresas americanas, asiáticas y europeas que buscan ganar posiciones en los mercados del litio.

Según el documento, esta "fiebre del oro blanco" se refleja en medio centenar de proyectos similares a los Eramet localizados en 29 salares y depósitos pegmatíticos de Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Córdoba y San Luis.

Las proyecciones técnicas indican que en cinco años la producción argentina del insumo con el que se fabrican baterías para celulares, tabletas y autos eléctricos, además de polímeros, grasas y lubricantes, saltará a 145.000 toneladas anuales.