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La semana en la City inicia con tendencia positiva, pero la volatilidad inquieta a los inversores

La reunión de la Reserva Federal, una nueva licitación de Lebac y la cumbre económica del G20 en Buenos Aires configuran el escenario 
18/03/2018 - 16:31hs
La semana en la City inicia con tendencia positiva, pero la volatilidad inquieta a los inversores

La semana próxima ofrecerá en sus cinco ruedas varios eventos relevantes para los inversores. En principio, una volatilidad que podrá volver a saltar, dentro de un escenario en que el mercado sigue buscando material para definir una tendencia más clara de corto. Esto sin invalidar que la tendencia de fondo se mantenga positiva.

Entre lo clave de las próximas horas no hay dudas que se destaca una nueva reunión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), que finaliza el miércoles, y dividirá de por sí la semana en dos. Lo que garantiza la lectura de análisis variados, con impacto prácticamente asegurado, sobre los precios, señala La Nación.No será una reunión más por varias cuestiones. Será la primera bajo el mandato de Jerome Powell, un republicano que se cree dovish (paloma, en inglés, lo que hace referencia a su suavidad o flexibilidad) para ser republicano, pero que aún deberá confirmarlo con acciones.

También es claro que un ajuste en la tasa esta semana está descontado, por lo que la atención no estará sobre este movimiento. En concreto, las miradas se las llevarán las señales sobre nuevas posibles subas que se pueden encontrar en el comunicado, la conferencia de prensa posterior o en las mismas proyecciones que vuelca trimestralmente el organismo (y que toca ahora en marzo).

Las expectativas se han concentrado recientemente en qué, refugiada básicamente en las presiones inflacionarias, la Fed podría ser más agresiva en el endurecimiento de su política monetaria. Se trata de un movimiento que no sólo tendría impacto sobre las acciones americanas, las tasas de interés y el dólar, sino que también derramaría sobre el resto de los activos. Entre estos últimos, la mayor presión podría estar sobre los emergentes, entre los cuáles se incluye a la Argentina.

A esta altura no debería hacer la diferencia si las subas son tres (como las proyectadas a fines del año pasado) o cuatro, pero no se puede dejar de destacar que luego de los movimientos recientes del mercado se opera con una sensibilidad importante a lo que se diga y como se diga -o en su defecto, a lo que no se diga-. En consecuencia, no se puede descartar sobre reacciones, con lo que ello implica. Una enseñanza que entendemos nos dejó los primeros meses del año, y que servirá a lo largo de todo el 2018.

Pero la reunión de la Fed no será lo único a lo que estarán atentos los inversores, aunque sí será el determinante de la coyuntura externa, que tomará como base el mercado local. De hecho, una nueva licitación de Lebacs (Letras del Banco Central de la República Argentina), algunos datos económicos y hasta el mismo G20 serán algunos de los datos que "condimentarán" lo que deje Estados Unidos. En particular, el primero de los puntos volverá a ser central en un momento en que las posiciones en pesos parecen renovar su atractivo, tras tres meses complicados.

Las estrategias de carry trade (vender una divisa a tasa de interés relativamente baja y comprar otra con una tasa alta) vuelven a mostrarse como opción, y parte de las recomendaciones de dolarización de las posiciones se dan vuelta. No obstante, con ciertas reservas. Nadie se anima a ir mucho más allá de los próximos dos o tres meses, entendiendo incluso que habrá que ir monitoreando el escenario día a día. Diferencia importante quizás con lo sucedido en el 2017, y me arriesgaría 2016.

El porqué de este viraje en las estrategias encuentra argumentos básicamente en la posición del BCRA, la devaluación acumulada, y las cada vez más altas expectativas de inflación existentes. Por un lado, el salto de cerca del 15,5% en el tipo de cambio en los últimos tres meses (se lo toma desde mediados de diciembre del año pasado) y la aparición del BCRA interviniendo en el mercado, permite apoyar la sensación de que se le marca al billete una zona de techo y de piso de corto plazo. En otras palabras, limitaría la devaluación esperada en las próximas semanas.Accionar azaroso

Por otro lado, claro está, que el accionar de la entidad no es azaroso. Su justificación se basa en las presiones inflacionarias (hoy las expectativas orillan el 20% para el año, contra una meta del 15%), y en el reconocimiento explícito del impacto de esta aceleración del dólar sobre los precios. Situación última que lo que limita, es la flexibilidad posible de la política monetaria.

Es decir, restringe la probabilidad de bajar más agresivamente las tasas de interés, aunque el BCRA parezca (obligado o no) a "cuidar" no sólo la inflación sino también el crecimiento. En consecuencia, tasas de interés arriba del 26% anual de corto, lucen interesantes. Positivas en términos reales, y que le ganarían a la devaluación esperada dentro de la clásica (aunque a veces compleja) ecuación de quién le gana a quién entre inflación, dólar y tasas.

Hoy, para tener como referencia, la curva del mercado secundario de Lebacs se mueve entre 26,5% y 25% anual para plazos de 33 a 250 días. Mantiene su pendiente invertida (es decir, más tasa, a menor plazo) por el comportamiento de los precios, pero más aplanada si se la compara contra la licitación primaria de un mes atrás, indica La Nación.

En la licitación de este martes, puntualmente, el BCRA buscará renovar unos cerca de $500.000 millones (lo que representa 40% aproximadamente del stock). Se espera que en este escenario exista demanda, aunque no se puede descartar que nuevamente -y como lo repite en las últimas colocaciones- vuelque plata al mercado, que volverá a sacar con futuras intervenciones.

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