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Hay mujeres que dicen haber recibido amenazas directas o indirectas de violencia física o sexual y el envío de imágenes íntimas sin su consentimiento
22/03/2018 - 13:29hs

Amnistía Internacional publicó un extenso informe detallando el acoso sufrido por las mujeres en Twitter.

La red social de los 280 caracteres fue un actor excesivamente permisivo con este problema y permitió que este segmento demográfico se sienta desprotegido.

Aunque el abuso y la violencia en redes sociales es algo que cualquier persona puede encontrarse y sufrir, el “experimentado por las mujeres es a menudo sexista o misógino en su naturaleza, y las amenazas online a mujeres están a menudo sexualidades e incluyen referencias específicas a sus cuerpos de mujer”, según advirtió Amnistía en un informe lleno de escabrosos detalles y experiencias sufridas por mujeres en Twitter.

Según una encuesta realizada por la propia organización, un amplio porcentaje de las mujeres en plataformas sociales sufrió de algún tipo de abuso o acoso.

El 53% afirma haber experimentado el “lenguaje o comentarios generalmente abusivos dirigidos a su persona” y el 49% calificaba estos mensajes de “misóginos o sexistas”. Esto indica que la mayor parte del acoso sufrido se centra o basa en su género.

Hay mujeres que dicen haber recibido “amenazas directas o indirectas de violencia física o sexual” (27%), el “envío de tus detalles personales con el objetivo de causarte estrés o alarma” (21%) y el “envío de imágenes íntimas tuyas sin tu consentimiento” (8%).

Los números son constantes entre todos los países donde Amnistía ha realizado la encuesta, lo que indica que es un problema global, que afecta a países desarrollados y emergentes por igual, con culturas desproporcionadamente distintos a nivel de “igualdad” como Suecia o Estados Unidos.

Entre las entrevistas, un tema general emerge en la forma de oleadas de abuso cuando una mujer aparece en la televisión. Sus menciones y su sección de actividad se llenan de mensajes con amenazas y acoso en general.

Emily Grossman, una científica británica, relató que tras sus apariciones en la TV se encontraba en Twitter con “gente hablando sobre su pene y pasándolo por mi cara, cosas que me harían (...) Y luego estaban los comentarios sobre mis calificaciones y mi carrera socavándome como científica.”

Más allá de la identidad de género, el acoso a mujeres en plataformas sociales y especialmente en Twitter puede tomar como “armas” otras características de las personas como su orientación sexual, etnia o nacionalidad.

El informe cita una definición clave de esta discriminación del comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación a las Mujeres: “violencia que está dirigida hacia una mujer porque es una mujer o que afecta a mujeres de forma desproporcionada, y que como tal, es una violación de sus derechos humanos” centrándose pero no limitado a amenazas en lo físico, sexual, psicológico o económico.

El informe menciona específicamente la falta de acción tomada por Twitter durante sus 12 años de existencia. En una extensa disertación sobre los procesos técnicos de cómo funcionan los sistemas que permiten a sus usuarios reportar amenazas o acoso, revela que casi el 30% de las mujeres usuarias de Twitter encuestadas afirmaban que la respuesta de la compañía era inadecuada.

La ejecución inconsistente de la reglamentación de abuso en Twitter deja a este segmento demográfico especialmente desamparado por su condición de ser mujeres. Entre las encuestadas, persiste la idea de que reportar tweets es un proceso agotador y sin efecto.

“De más de 100 mensajes que he reportado a Twitter, creo que han eliminado dos. Uno era una amenaza y otro tenía una imagen pornográfica”, explicó Allison Morris, una periodista estadounidense.