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Hay que poner atención y enfocar en el centro. Después de unos segundos el patrón se desvanece, también los colores y, finalmente, la imagen deja de verse
13/04/2018 - 13:21hs

La percepción proviene del latín perceptio que significa la acción y efecto de capturar por completo las cosas. Por ello es que puede parecer magia lo que esta imagen puede hacer.

Para que poner su mente a prueba hay que mirarla con atención, enfocar el centro y ver que después de unos segundos el patrón se empieza a desvanecer y empiezan a intensificarse los colores.

Después de un minuto, la imagen empieza a tornarse blanca o gris y desaparece por completo. En cuanto se parpade y focalice su atención otra vez verá que la imagen vuelve a aparecer.

Aunque parece magia esta ilusión óptica tiene un nombre: el efecto Troxler.

Para poder conseguirlo es necesario que la imagen ya esté difuminada, pues al fijar un campo visual estático, la percepción visual se vuelve un tanto homogénea y empiezan a desaparecer los contenidos de ese campo, esto provoca que se vea solo una silueta blanca o gris.

Fue inventado por un hombre llamado Ignaz Troxler un filósofo suizo que vivió a finales del siglo XIX y que también se desempeño como médico y político y que no dejó este ejercicio como una trampa cerebral.

Troxler tuvo una larga y prolífica carrera, pero es mejor conocido por esta particular algarabía de una ilusión. Por supuesto, la imagen nunca desaparece realmente. Es solo una ilustración de la forma en que el cerebro enfrenta miles de sensaciones a las que uno se expone de manera constante, un fenómeno conocido como procesamiento selectivo.

El cerebro filtra información extraña para que el ser humano se centre en las cosas importantes, por ejemplo, un depredador potencial arrastrando los pies en los arbustos o un automóvil doblando la esquina cuando se está por cruzar la carretera. O sea, gracias a esta selección uno puede enfocar en cosas más importantes y sobrevivir.

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