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El mayor endeudamiento de la compañía es recibido con cautela por los analistas, pues consideran que se está gastando en exceso
25/04/2018 - 08:43hs

Netflix planea levantar u$s1.500 millones con la emisión de deuda en la Bolsa de Nueva York, con el fin de fondear nuevos contenidos. Dicha cantidad, agrega, se suma a los u$s5.540 millones de deuda de largo plazo con la que ya cuenta la compañía, según reportó la semana pasada en sus resultados trimestrales.

Las acciones de la empresa, que había anunciado a principios de mes ingresos por encima del estimado de Wall Street, cayeron 2,8% al conocerse la novedad.

La baja de la cotización demuestra que hay preocupación entre analistas de que Netflix se encuentre con un alto nivel de apalancamiento y de que esté "quemando" mucho dinero.

"Los inversionistas están preocupados de que Netflix gasta dinero rápidamente y en grandes cantidades", dijo a Business Insider Michael Pachter, analista en Wedbush securities y uno de los principales conocedores del mercado de streaming al que pertenece Netflix.

El plan de colocación de deuda sigue a un trimestre en el que agregó 7.41 millones de suscriptores, su inicio más fuerte de un año desde que saliera a la bolsa hace 16 años.

Moody's elevó su recomendación para la compañía a principios de este mes citando expectativas de que el crecimiento continuará y, finalmente, convertirá a positivo su flujo de efectivo.

"Esperamos que Netflix gaste dinero para fondear contenido propio por muchos años por venir, pero no toma en cuenta que ya ha elevado el precio a sus suscriptores tres veces, mientras aumenta el ritmo en el que gasta el dinero", dijo Patcher.

Aun así, se comprometió a invertir fuerte en nuevos contenidos para poder "sacudirse" de su competencia, y para ello planea invertir u$s8.000 millones en hasta 700 nuevos programas y películas propios este año.

Sus competidores han enfrentado la lucha por la audiencia de una manera diferente a la de Netflix. "En un mercado sobresaturado, lo que importa es la manera en la que se presentan los contenidos a la audiencia", dijo Casey Bloys, jefe de Programación Original en HBO.

"Nosotros no sacamos un programa nuevo cada semana y hacemos que cada estreno sea todo un acontecimiento", agregó.

Pese a las dudas que genera su alto endeudamiento y la competencia creciente, el consenso de analistas de Wall Street mantienen el precio objetivo de Netflix en u$s324 para este año.

Con un valor bursátil de u$s142.000 millones y las acciones con mejor rendimiento en el S&P 500 este año, pues han ganado un 66%, Netflix a menudo ha promocionado su "grueso" colchón accionario como la razón para respaldar su deuda.

Históricamente ha tomado prestado dinero para invertir en contenido original y planea seguir haciéndolo, de acuerdo con un comunicado enviado a los accionistas la semana pasada. El financiamiento de la deuda tiene un costo de capital menor al de las acciones, dijo. 

Al final de marzo, Netflix había emitido deuda por u$s17.900 millones en obligaciones para desarrollo de contenidos, de los cuales cerca de u$s4.000 son a largo plazo.

Lo interesante de la iniciativa es que, si bien en el primer tercio de 2018 la empresa incrementó un 74% el pago de intereses por deuda en comparación con el mismo período de 2017, el porcentaje de su recaudación dedicado a ello es el mismo, un 18,2, gracias al incremento en los ingresos. La nueva deuda vence en 2028 y la firma comenzará a pagar intereses en noviembre de este año.

Ahora bien: lo que hay detrás de esta iniciativa es la necesidad absoluta de seguir mandando en el mundo de los contenidos. En breve, se enfrentará con el inicio de las operaciones en el SVOD de firmas como su ex partenaire Disney, que anunció que comenzará a operar en ese campo en 2019.

Disney hoy tiene algunas de las franquicias de contenidos más fuertes del mercado audiovisual. Pero además de sus propios nombres, Pixar, Lucasfilm, Marvel o los Muppets, suma toda la biblioteca y las marcas de Fox con la compra de ese paquete de enorme valor.

La otra gran biblioteca está en manos de Warner (incluyendo los desarrollos de HBO). Si Netflix quiere seguir siendo árbitro tiene que desarrollar marcas propias. Y el capital no se dedica solamente a filmar o producir sino -el juego más complicado, aunque Netflix lo está jugando bien- instalar marcas.

Necesita, pues, contenidos de peso para un mercado global en el que no deja de expandirse, porque la competencia que viene será feroz y aún resta saber si hay un mercado que pueda soportar más de un abono de estas características por mes.

Una prueba de cómo recrear contenidos es el reciente lanzamiento Perdidos en el espacio, una versión con toda la tecnología de estos tiempos de la célebre serie de aventuras de la década del 60.

Las reseñas son positivas y es un tipo de contenido (ciencia ficción y aventuras para gran público) que tiene mucha aceptación. También sigue apostando por contenidos locales (la francesa Marseille tiene segunda temporada reciente, el lanzamiento de marzo de la argentina Edha, la testimonial brasileña El mecanismo, etcétera) que fideliza a través de talentos de cada país en donde opera la firma.

Pero en ese territorio aún no hay un fenómeno demasiado grande (quizás, en el espacio hispanohablante, la española La Casa de Papel). Netflix hoy sabe cómo seguir enganchando al nuevo público de series e instalar títulos. Pero el futuro es duro, de allí que esta toma de dinero sea capital para acelerar antes de que llegue la competencia.