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Entre los planteos que trascendieron, se contempla desde un congelamiento de los valores de por 60 días a un aumento espaciado que amortigue el impacto
07/05/2018 - 16:22hs

En el marco de su estrategia del Gobierno para amortiguar el impacto de la corrida del dólar en los precios, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, se reunirá este lunes cerca de las 18 con ejecutivos de las principales petroleras del país. Busca sellar un acuerdo que permita moderar las subas en el combustible, que al alza de la divisa suma la presión del aumento del precio del crudo.

Desde el punto de vista técnico, las aspiraciones del Gobierno están en una situación difícil. Sucede que el 80% del costo de los combustibles están atados al crudo, que se compra y vende en pesos, pero a una cotización atada al dólar. Ante el panorama actual, implica que las petroleras deban juntar más pesos para pagar la materia prima. La única forma de hacerlo es con un aumento de combustibles, publicó La Nación.

Hay otras presiones sobre los surtidores que están más relacionadas con la situación internacional que con problemas internos. Entre ellas, el incremento del petróleo Brent.

Desde fines del año pasado, el mercado de combustibles en la Argentina se rige con una mínima intervención de la política. Por eso, las naftas y el gasoil deberían bajar cuando cae la cotización internacional del crudo, pero también aumentar en caso contrario.

Tanto Aranguren como la Jefatura de Gabinete creen que una nueva intervención oficial para contener los aumentos sería una mala señal para el mercado.

Las petroleras descuentan que Aranguren les pedirá espaciar los aumentos. A cambio, esperan que les compensen el quebranto con una posible reducción de gravámenes sobre los combustibles mientras dure la presión cambiaria, algo que también está en la agenda del Gobierno.

La reunión de hoy explorará alternativas, para no trasladar a precios una devaluación del 9%.

Las petroleras, por caso, le plantearán al Gobierno que necesitan una recomposición, pero que sería más tenue de lo que subió el tipo de cambio.

Incluso se especula que hasta podría haber un congelamiento por 60 días, publicó Clarín.

En 2017, la suba del precio de las naftas estuvo por encima de la inflación: fue de 32% contra un 25% del alza del costo de vida. Este año hubo ajustes en los combustibles en enero, febrero y abril. Este último fue del 4,5%. En todos los casos, las petroleras esgrimieron que lo hicieron por la devaluación del peso y un mayor costo del petróleo crudo, cuyo precio es internacional. Situación que se repitió en los últimos meses.