iProfesionaliProfesional

El diseño tendría bordes redondeados en lugar de los ángulos rectos de la actual Surface y utilizaría una única conexión USB-C para carga y conexión
17/05/2018 - 08:14hs

Surface Pro, la tableta de Microsoft, es una PC disfrazada de tableta, que esconde en su interior los mismos componentes -o al menos unos muy parecidos- que se encuentran dentro de una portátil de gama alta. Esto explica en parte su precio: es una tableta que arranca en los 919 euros para su configuración básica.

La compañía prepara un modelo más simple que verá la luz en el otoño boreal de este año y cuya misión será competir con la iPad de Apple, con diferencia el modelo de tableta más vendido y que en su última encarnación presume de un precio de solo 349 euros.

La nueva tableta de Microsoft tendría, según los rumores, un precio parecido y una pantalla de dimensiones similares, aproximadamente 10 pulgadas frente a las 12 que tiene el modelo Surface Pro.

El diseño se aproximaría al de una iPad, con bordes redondeados en lugar de los ángulos rectos de la actual Surface y la tableta utilizaría una única conexión USB-C para carga y conexión de periféricos.

Al igual que la Surface Pro actual, el sistema operativo sería Windows 10 y es probable que la tableta sea compatible con una funda protectora que incluye un teclado, la seña distintiva de estos dispositivos.

No es la primera vez que Microsoft trata de arrebatar a la iPad el mercado. El primer modelo de Surface, anunciado por Steve Ballmer en 2012, aspiraba también a ello con un precio bajo, un procesador de arquitectura ARM y características algo inferiores.

Se llamaba Surface RT y sirvió de embajadora de la versión 8 del sistema operativo Windows, diseñada para interfaces táctiles. Las ventas de Surface RT fueron bajas. Ballmer llegó a calificarlas de "modestas".

A partir del año siguiente Microsoft centró sus esfuerzos en tabletas más potentes pero también más caras capaces de ejecutar con soltura la misma versión de Windows que los computadoras portátiles y de escritorio.

El aumento en potencia de los procesadores ARM de los últimos años y el salto a Windows 10, un sistema operativo mucho mejor optimizado, podrían permitir a Microsoft volver a estos puntos de precio sin que el rendimiento del dispositivo se vea afectado de forma significativa y, tal vez, plantar cara a la única tableta que ha conseguido una amplia adopción en el mercado.