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Las alertas políticas en Italia aumentan la aversión al riesgo, mientras que el dólar se refuerza ante las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China
21/05/2018 - 09:21hs

La semana comienza con nuevos síntomas favorables al dólar y negativos para el euro. Las alertas políticas en Italia generalizan la aversión al riesgo en el conjunto de la deuda periférica europea, mientras que el dólar sale reforzado de los avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China.

Los temores a una guerra comercial entre las dos potencias se diluyen, y los inversores optan una vez más por aumentar sus posiciones en el dólar. Las rebajas de impuestos apuntalan unas presiones inflacionarias que se traducen en máximos desde 2011 en el interés exigido al bono a diez años de EE.UU., por encima del 3%.

El euro, a su vez, acusa la desconfianza que genera el nuevo Gobierno en Italia, la tercera mayor economía de la eurozona, y el efecto contagio que está provocando en la deuda periférica.

Los recelos de los inversores hacia el euro desinfla su cotización hasta registrar nuevos mínimos del año en 1,171 dólares. Este nivel eleva al 2% las caídas acumuladas en el año frente al dólar. Los descensos se acercan al 7% respecto a los máximos anuales que se anotó hace tres meses, el pasado 16 de febrero, cuando tocó los 1,255 dólares.

La escalada del dólar es mucho más contundente aún en su cruce con la libra. La divisa estadounidense ha recuperado también cerca de un 7%, pero en este caso, en apenas un mes, desde que el 17 de abril la libra tocara máximos desde el Brexit en 1,437 dólares.

En la jornada de hoy las caídas de la libra han borrado incluso el nivel de los 1,34 dólares. Los 1,339 dólares de hoy suponen sus cotas más bajas desde el pasado mes de diciembre.

La cotización de la libra afronta una semana clave, marcada por la publicación de referencias macro como el IPC y el PIB británico. Los síntomas de debilidad de los últimos datos macro publicados en Reino Unido provocaron un vuelco en las expectativas del mercado sobre la política monetaria llevada a cabo por el Banco de Inglaterra.

Hasta mediados de abril los inversores descontaban una suba de tasas en la reunión del 10 de mayo. El propio gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, se encargó de enfriar estas expectativas, después de constatar la mayor debilidad reflejada por los datos macro. Finalmente, el 10 de mayo, el Banco de Inglaterra aplazó la subida de tipos, y el mercado, en guardia por los efectos del Brexit, se cuestiona ahora incluso la posibilidad de que finalice el año sin nuevos repuntes en los tipos.