Si algo caracteriza a la variedad Pinot Noir es su delicadeza. Bajo métodos de elaboración clásicos, su carga tánica, que define en buena medida el nivel la estructura, no adquiere tanta intensidad como sí sucede en otras cepas. 

Y si bien está básicamente esta uva está asociada a la elaboración de varietales y espumantes, también es posible encontrar en el mercado interno algunas alternativas que escapan de lo común. 

En efecto: en la actualidad hay más bodegas que destinan esta cepa a la producción de vinos tintos de corte, rosados sutiles y también blancos. 

En esta producción, seis etiquetas para descubrir lo versátil que puede ser esta variedad. 

¡A tomar nota! 

Blend blanco: Marcelo Miras Jovem Pinot Salvaje 2017 – Bodega Marcelo Miras – Precio sugerido: $330 

Exótico y diferente, con una aromática que escapa de lo común. La comunión entre el Sauvignon Blanc y el Pinot Noir permite alumbrar un ejemplar definitivamente "raro", un adjetivo que sin dudas atraerá a los amantes de los vinos curiosos. En nariz pelean por un rol protagónico las frutas blancas y las notas herbáceas, junto a un toque vegetal que lo lleva a un terreno distinto. En boca es un vino de largo recorrido, bien fluido, de paso bien seco y acidez filosa y persistente. Si bien nunca pierde la frescura, deja un recuerdo a compota de frutas de lo más particular. 

Blanc de Noir 100% Pinot Noir: Aniello Soil Blanc de Pinot Noir 2016 - Bodega Aniello - Precio sugerido: $350

Un vino patagónico con una propuesta distinta. Llama la atención desde el color, dorado, con reflejos brillantes. En nariz, resultará difícil de descifrar a ciegas. La fruta que aparece se mueve entre los tonos blancos y los rojos. Luego surge un trazo lejano a hojas secas, redondeando una paleta austera y elegante. En boca manda la fluidez, con buen volumen, pero cortado por una acidez intensa pero no desequilibrada. Conclusión: vino diferente y definitivamente fresco. Ideal para acompañar un almuerzo bajo el reflejo del sol.

Rosado: Humberto Canale Old Vineyard Rosé de Pinot Noir 2017 – Bodega Humberto Canale – Precio sugerido: $270 

La bodega patagónica alumbró una partida limitada de 9.000 botellas. Desde el vamos se nota la búsqueda por alumbrar un vino más Viejo Mundo, de la mano de su color salmón bien pálido. Austero de aromas, este ejemplar ofrece sutiles toques de frutas rojas y algo de esa atmósfera exótica que aporta la variedad. En boca tiene todo el espíritu del Pinot Noir, con un paso seco pero nada ligerito. Por el contario, muestra un buen peso. Conforme avanza, se vuelve más envolvente. La buena acidez permanece, volviéndolo un rosado perfecto para acompañar frutos de mar.

Espumante: Chakana Ayni - Bodega Chakana - Precio sugerido: $500

Hasta no hace mucho, Ayni era el tinto tope de gama de la bodega, que luego sumó este espumante, al que le dedican tiempo: pasa 18 meses en contacto con las lías. Este 100% Pinot Noir de Altamira entrega un atractivo color salmón brillante y una deliciosa nariz, cargada de pan tostado y fruta roja. La espuma se esparce en el paladar, mostrando un largo y armonioso recorrido. Su acidez, en tanto, no incomoda. Elegante y mesurado, pero con el volumen necesario como para ser bien gastronómico.

Varietal tinto: Escorihuela Gascón Pequeñas Producciones Pinot Noir 2017 – Bodega Escorihuela Gascón – Precio sugerido: $640

Un ejemplar de La Consulta, en el Valle de Uco, que entrega una fruta roja intensa, briosa, casi explosiva y en alta definición. No va tanto por el camino de los aromas terrosos exóticos, sino que tira hacia el lado de la fruta fresca, con un toque de flores secas. La madera, que en nariz muestra más cautela, se hace más palpable en boca, donde aparecen aromas que recuerdan a la vainilla y al cacao. Su paso es bien fluido y delicado, apenas jugoso, gracias a sus taninos súper dóciles. Será una zona de confort ideal para quien busca un Pinot Noir de estilo clásico que no reniega de la barrica. 

Blend tinto: Doña Paula Estate Blue Edition Velvet Blend 2016 – Bodega Doña Paula Precio: $309

Este blend que conjuga Malbec, Bonarda y un 30% de Pinot Noir tiene un gran mérito. Y es que apenas se posa la nariz en la copa se percibe esa fruta roja crujiente y explosiva que se puede experimentar en las muestras recién sacadas de los tanques de acero, en una bodega. Para tener una referencia, es una fruta inconfundible, de alto impacto, en alta definición, pura y franca. Y esta experiencia se repite en boca y se vuelve gratificante. Es un vino de cuerpo medio, jugoso, súper amable, para beber y beber. Ideal ponerlo un rato antes en la heladera y disfrutarlo como aperitivo, mucho mejor en la previa de un asado de mediodía.